Enrique Font sobre PET-3: “Los términos deben revisarse si queremos atraer inversión privada”
Enrique Font, presidente de la Cámara de Industria de Guatemala, analiza los resultados de la licitación PET-3, un proceso clave para ampliar la infraestructura de transmisión eléctrica en el país. A pesar de su importancia estratégica, solo una oferta fue presentada, y provino del Instituto Nacional de Electrificación (INDE). Advierte que las condiciones actuales no son atractivas para la inversión privada y urge revisar el modelo si se quiere avanzar hacia una red moderna, eficiente y competitiva. La falta de participación privada, dice, es un síntoma de problemas estructurales que deben corregirse cuanto antes.
¿Qué opina que solo se presentara una oferta en la licitación PET-3?
— Los planes de expansión de la transmisión tienen varios objetivos: incrementar la capacidad de transporte de las líneas de transmisión; diversificar la matriz de generación, especialmente con energías renovables; mejorar la calidad de la energía y ampliar la cobertura eléctrica. Se busca beneficiar a la población, en general, a través de empleo y acceso al servicio eléctrico. Las licitaciones se hacen para atraer empresas interesadas en invertir en transporte de energía en Guatemala. El hecho de que solo una oferta fuera presentada indica que las condiciones ofrecidas a los inversionistas no fueron las adecuadas. Como Cámara de Industria, es algo que advertimos. No podemos olvidar que los inversionistas tienen opciones de inversión y van a invertir en los proyectos que mejor se ajusten a sus criterios, incluyendo la rentabilidad y la certeza jurídica.
¿Qué mensaje envía el hecho de que solo el INDE fuera el oferente?
— En el año 2009, Guatemala efectuó el PET-1. Hubo varios oferentes, locales y extranjeros. En esa oportunidad, TRELEC, empresa de capital colombiano, ganó los lotes que fueron licitados. A la fecha hay varios lotes que están en construcción, dado que la empresa ha enfrentado dificultades para completarlos en el tiempo que inicialmente planificaron. Las dificultades se deben, principalmente, a la obtención de permisos y a la conflictividad social relacionada con este tipo de proyectos. El hecho de que en el PET-3 el INDE fuera el único oferente indica que los términos planteados para esta licitación deberán ser revisados para futuras convocatorias, si Guatemala quiere atraer inversión privada.
¿Por qué considera que no hubo oferente privado, aunque al menos uno de los cuatro lotes despertó interés?
— La construcción de líneas de transmisión tiene complicaciones de tipo técnico, así como otras relacionadas con la obtención de permisos ambientales, licencias de construcción a nivel municipal, permisos del INAB, servidumbres de paso, entre otros. Los términos de la licitación PET-3 fueron planteados sin el acompañamiento del Estado para gestionar diligentemente la obtención de permisos, todo dentro del marco de la ley. Al dejar al inversionista los riesgos y requerir altas garantías en caso de incumplimiento, se reduce significativamente la rentabilidad de los proyectos o incluso pueden no ser rentables. Como lo indiqué, el inversionista evalúa proyectos, sean locales o en otros países, e invierte en el que le brinde mayor rentabilidad.
¿Este resultado era previsible?
— El resultado era esperado por las razones indicadas. Ahora, la empresa de transporte del INDE deberá cumplir con lo ofertado, como lo indicó el Ministro de Energía y Minas, quien también preside el consejo de administración de dicha entidad.
¿Quién es responsable del poco o nulo interés de privados en la licitación?
— El reglamento de la ley establece que la red de transmisión se puede ampliar por iniciativa propia, por acuerdo entre partes y por licitación pública. El PET-3 corresponde a licitación pública. El Ministerio de Energía y Minas es el responsable, de acuerdo con la ley, de elaborar los planes indicativos de expansión de la transmisión, así como de las licitaciones públicas. A la Comisión Nacional de Energía Eléctrica le corresponde velar que los proyectos cumplan con las normas técnicas del sector eléctrico. Como lo indicó el Ministro de Energía y Minas, esperaban más de una oferta; haber recibido solo la de ETCEE les deja enseñanzas que tendrán que tomar en cuenta para nuevas licitaciones.
¿Qué mensaje envía Guatemala a los inversionistas locales y extranjeros?
— El inversionista local o extranjero está percibiendo que los términos de la licitación no son atractivos para invertir en esos proyectos. Es importante que las autoridades se comprometan con el inversionista a facilitar los trámites, licencias y permisos para que los proyectos se puedan ejecutar en tiempos razonables. Lo anterior reduce el riesgo al inversionista, reduce el tiempo de construcción y fortalece la red de transmisión eléctrica para beneficio del país.
¿Qué efectos tiene esta situación para el sistema, el sector energético y los usuarios finales?
— El sistema de transporte de energía eléctrica es crítico para incrementar la capacidad de generación, mejorar la calidad de la energía eléctrica y la calidad de vida de los guatemaltecos. El sistema de transporte de Guatemala tiene actualmente limitaciones para ampliar la capacidad de generación. Está en proceso la licitación para ampliar dicha capacidad. Es una licitación de mil cuatrocientos megavatios, que conlleva la construcción de nuevas plantas de generación, las cuales requieren a la vez capacidad de transmisión para llevar lo que generen a los puntos de consumo de la energía eléctrica.
El gobierno anuncia que el próximo año se lanzaría el PET-4. ¿Qué opina y cómo debería ser ese proceso?
— La ley establece que el Ministerio de Energía debe elaborar planes de expansión de la transmisión cada dos años. Esa disposición entró en vigencia en el año 2009, es decir, hace dieciséis años. En ese tiempo se han hecho únicamente tres licitaciones para ampliar la capacidad de transmisión. Como país, tenemos un rezago en la capacidad de transmisión. Que se anuncie un PET-4 es una buena noticia, siempre que la licitación se presente en términos que atraigan la inversión privada. Recordemos que el modelo eléctrico de Guatemala es un modelo para operar el sistema al mínimo costo, con inversión privada o estatal. Urge un PET-4 con visión de largo plazo para atender las necesidades de expansión del sector eléctrico, la transformación energética del país, la transición a la movilidad eléctrica, así como tener la capacidad para que nuevas inversiones que consideren a Guatemala como un posible destino vean que tiene una fuente segura de suministro eléctrico.
Enrique Font sobre PET-3: “Los términos deben revisarse si queremos atraer inversión privada”
Enrique Font, presidente de la Cámara de Industria de Guatemala, analiza los resultados de la licitación PET-3, un proceso clave para ampliar la infraestructura de transmisión eléctrica en el país. A pesar de su importancia estratégica, solo una oferta fue presentada, y provino del Instituto Nacional de Electrificación (INDE). Advierte que las condiciones actuales no son atractivas para la inversión privada y urge revisar el modelo si se quiere avanzar hacia una red moderna, eficiente y competitiva. La falta de participación privada, dice, es un síntoma de problemas estructurales que deben corregirse cuanto antes.
¿Qué opina que solo se presentara una oferta en la licitación PET-3?
— Los planes de expansión de la transmisión tienen varios objetivos: incrementar la capacidad de transporte de las líneas de transmisión; diversificar la matriz de generación, especialmente con energías renovables; mejorar la calidad de la energía y ampliar la cobertura eléctrica. Se busca beneficiar a la población, en general, a través de empleo y acceso al servicio eléctrico. Las licitaciones se hacen para atraer empresas interesadas en invertir en transporte de energía en Guatemala. El hecho de que solo una oferta fuera presentada indica que las condiciones ofrecidas a los inversionistas no fueron las adecuadas. Como Cámara de Industria, es algo que advertimos. No podemos olvidar que los inversionistas tienen opciones de inversión y van a invertir en los proyectos que mejor se ajusten a sus criterios, incluyendo la rentabilidad y la certeza jurídica.
¿Qué mensaje envía el hecho de que solo el INDE fuera el oferente?
— En el año 2009, Guatemala efectuó el PET-1. Hubo varios oferentes, locales y extranjeros. En esa oportunidad, TRELEC, empresa de capital colombiano, ganó los lotes que fueron licitados. A la fecha hay varios lotes que están en construcción, dado que la empresa ha enfrentado dificultades para completarlos en el tiempo que inicialmente planificaron. Las dificultades se deben, principalmente, a la obtención de permisos y a la conflictividad social relacionada con este tipo de proyectos. El hecho de que en el PET-3 el INDE fuera el único oferente indica que los términos planteados para esta licitación deberán ser revisados para futuras convocatorias, si Guatemala quiere atraer inversión privada.
¿Por qué considera que no hubo oferente privado, aunque al menos uno de los cuatro lotes despertó interés?
— La construcción de líneas de transmisión tiene complicaciones de tipo técnico, así como otras relacionadas con la obtención de permisos ambientales, licencias de construcción a nivel municipal, permisos del INAB, servidumbres de paso, entre otros. Los términos de la licitación PET-3 fueron planteados sin el acompañamiento del Estado para gestionar diligentemente la obtención de permisos, todo dentro del marco de la ley. Al dejar al inversionista los riesgos y requerir altas garantías en caso de incumplimiento, se reduce significativamente la rentabilidad de los proyectos o incluso pueden no ser rentables. Como lo indiqué, el inversionista evalúa proyectos, sean locales o en otros países, e invierte en el que le brinde mayor rentabilidad.
¿Este resultado era previsible?
— El resultado era esperado por las razones indicadas. Ahora, la empresa de transporte del INDE deberá cumplir con lo ofertado, como lo indicó el Ministro de Energía y Minas, quien también preside el consejo de administración de dicha entidad.
¿Quién es responsable del poco o nulo interés de privados en la licitación?
— El reglamento de la ley establece que la red de transmisión se puede ampliar por iniciativa propia, por acuerdo entre partes y por licitación pública. El PET-3 corresponde a licitación pública. El Ministerio de Energía y Minas es el responsable, de acuerdo con la ley, de elaborar los planes indicativos de expansión de la transmisión, así como de las licitaciones públicas. A la Comisión Nacional de Energía Eléctrica le corresponde velar que los proyectos cumplan con las normas técnicas del sector eléctrico. Como lo indicó el Ministro de Energía y Minas, esperaban más de una oferta; haber recibido solo la de ETCEE les deja enseñanzas que tendrán que tomar en cuenta para nuevas licitaciones.
¿Qué mensaje envía Guatemala a los inversionistas locales y extranjeros?
— El inversionista local o extranjero está percibiendo que los términos de la licitación no son atractivos para invertir en esos proyectos. Es importante que las autoridades se comprometan con el inversionista a facilitar los trámites, licencias y permisos para que los proyectos se puedan ejecutar en tiempos razonables. Lo anterior reduce el riesgo al inversionista, reduce el tiempo de construcción y fortalece la red de transmisión eléctrica para beneficio del país.
¿Qué efectos tiene esta situación para el sistema, el sector energético y los usuarios finales?
— El sistema de transporte de energía eléctrica es crítico para incrementar la capacidad de generación, mejorar la calidad de la energía eléctrica y la calidad de vida de los guatemaltecos. El sistema de transporte de Guatemala tiene actualmente limitaciones para ampliar la capacidad de generación. Está en proceso la licitación para ampliar dicha capacidad. Es una licitación de mil cuatrocientos megavatios, que conlleva la construcción de nuevas plantas de generación, las cuales requieren a la vez capacidad de transmisión para llevar lo que generen a los puntos de consumo de la energía eléctrica.
El gobierno anuncia que el próximo año se lanzaría el PET-4. ¿Qué opina y cómo debería ser ese proceso?
— La ley establece que el Ministerio de Energía debe elaborar planes de expansión de la transmisión cada dos años. Esa disposición entró en vigencia en el año 2009, es decir, hace dieciséis años. En ese tiempo se han hecho únicamente tres licitaciones para ampliar la capacidad de transmisión. Como país, tenemos un rezago en la capacidad de transmisión. Que se anuncie un PET-4 es una buena noticia, siempre que la licitación se presente en términos que atraigan la inversión privada. Recordemos que el modelo eléctrico de Guatemala es un modelo para operar el sistema al mínimo costo, con inversión privada o estatal. Urge un PET-4 con visión de largo plazo para atender las necesidades de expansión del sector eléctrico, la transformación energética del país, la transición a la movilidad eléctrica, así como tener la capacidad para que nuevas inversiones que consideren a Guatemala como un posible destino vean que tiene una fuente segura de suministro eléctrico.