Internacionalizarse es el sueño de muchos. Daniel Villa Camacho, fundador de Double V Partners, lo sabe bien. Su startup ya opera en cuatro países, pero la meta aún está lejos. Su mirada impulsada por la ambición de crecer apunta a nuevos mercados.
“Depende del día”, responde sobre el sentimiento de expandirse. A menudo, se enfoca más en lo que falta, que en lo logrado. Esa inconformidad es parte de su ADN emprendedor; el motor que lo empuja.
Su objetivo es claro: llevar su empresa a la Bolsa. Eso lo mantiene en constante movimiento. Aunque reconoce que es importante encontrar un balance entre ambición y gratitud.
El camino de expansión internacional no ha estado exento de retos. Villa recuerda que, en los primeros años, intentó sin éxito entrar al mercado chileno. Una experiencia que no funcionó.
Ese fracaso no lo detuvo. “Hay que respetar a los países, pero no temer a crecer”. Aprendió de la práctica y ajustó sus estrategias futuras.
El caso de Guatemala fue diferente. La entrada ocurrió de manera natural. “Llegaron clientes incluso antes de tener la sociedad. La demanda existía y las personas adecuadas aparecieron”. Esta filosofía ha sido clave en su estrategia.
El crecimiento de un negocio no puede depender únicamente de un estudio de mercado. Villa prefiere viajar, hablar con la gente, observar hábitos y entender de primera mano las oportunidades. “Eso hice antes de abrir en Guatemala: escuchar y conocer”.
“El mundo está lleno de razones para no hacer algo”, reflexiona sobre los temores que a veces frenan la ampliación. A veces la decisión se reduce a dar el salto. “Lo peor que puede pasar es aprender”.
El crecimiento de Double V Partners ha sido pragmático: exportar servicios desde Colombia, aprovechando la tasa de cambio favorable en los países donde opera —Guatemala, México y Ecuador— y la escasez de servicios tecnológicos avanzados.
A pesar de estos logros, Villa no se detiene. “Estoy pensando en el quinto país”. Su impulso responde a su estrategia de largo plazo. “Cuando el crecimiento no está atado al ego, se da de manera natural”.
Llevar su empresa a la Bolsa sigue siendo su gran objetivo. Sabe que el camino no será fácil, pero está dispuesto a recorrerlo. Y, como él dice: “algo hemos hecho bien”.