La promesa de una mejor iluminación con un acceso a electricidad confiable sigue siendo un sueño distante para muchos en Guatemala. El Programa para la Infraestructura de Electrificación Rural (PIER), bajo la Iniciativa de Ley #6173 financiado por el BID y el Fondo Coreano de Inversión busca transformar esta realidad.
En perspectiva. Uno de cada 10 hogares carece de conexión eléctrica. Esta situación se agrava en las zonas rurales donde la pobreza y el aislamiento limitan el acceso a servicios esenciales.
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Los departamentos más urbanizados como Guatemala, Sacatepéquez y Escuintla tienen coberturas superiores al 96 %. Sin embargo, jurisdicciones como Alta Verapaz, Petén y Huehuetenango se encuentran entre 48 y 81 %.
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Pese a esfuerzos por extender la cobertura en los últimos años, Guatemala se ubica como el tercer país con menor grado de electrificación en la región.
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Este déficit perpetúa la pobreza y obstaculiza el desarrollo socioeconómico dejando a muchas comunidades sin las herramientas necesarias para prosperar.
Datos. El PIER se financia con un préstamo total de USD 120M dividido a partes iguales entre el BID y el Fondo Coreano de Inversión.
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El programa recibe una donación complementaria de USD 500 000; están destinados al apoyo de implementación y supervisión de las actividades.
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El BID ofrece una tasa de interés basada en la LIBOR, que se convertirá en dólares estadounidenses con la SOFR al firmar el contrato. Por su parte, el Fondo Coreano mantiene una tasa fija del 2.5 %.
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Además, las comisiones de compromiso son del 0.5 % sobre los saldos desembolsados por el BID y del 0.1 % por el Fondo Coreano.
Por qué importa. El programa tiene como meta conectar 40 000 nuevas familias a la red; establece así un vínculo que trasciende la simple iluminación. Implica también acceso a educación digital, mejora de las condiciones de salud y oportunidades económicas que podrían transformar el tejido social.
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Fomenta el desarrollo de microempresas y mejora la productividad agraria. Facilita la implementación de tecnologías modernas para la irrigación y el procesamiento de productos agrícolas.
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Por otra parte, brinda nuevas oportunidades de empleo en sectores como el turismo rural y los servicios. Estos podrán prosperar al contar con recursos energéticos estables y confiables.
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A largo plazo, el acceso a la electricidad puede atraer inversiones a regiones antes consideradas menos atractivas por falta de infraestructura básica.
Visto y no visto. Según la OMS, la contaminación del aire en interiores, causada principalmente por combustibles como la leña es responsable de unos 4M de muertes anuales.
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En Guatemala, esta problemática se traduce en unas 5 100 defunciones al año.
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El proyecto apunta a una reducción en las emisiones de CO2 con una disminución estimada de 80 000 toneladas anuales. Contribuye así a los esfuerzos contra el cambio climático y mejora la calidad del aire en comunidades que dependen de ese tipo de energía.
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Cabe destacar que el acceso a servicios de electricidad confiables está relacionado con varios ODS. Entre ellos: reducción de pobreza, mejora de salud y educación, así como aumento de igualdad.
En el radar. Aprobado por el Directorio del BID el 9 de diciembre de 2020, con una extensión de 30 meses, el PIER se encuentra varado en el Congreso esperando su Tercera Lectura.
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Su estancamiento retrasa los beneficios inmediatos y plantea riesgos financieros y de desarrollo.
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Sin la luz verde legislativa, los fondos comprometidos pueden estar en peligro de ser cancelados.
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La decisión del Congreso tiene el potencial de iluminar hogares y encender un motor de crecimiento y equidad. Pero su inacción detendría el progreso perpetuando las disparidades en el acceso a servicios básicos.
Balance. La aprobación no es solo una cuestión de infraestructura; es un imperativo económico y social. Una oportunidad tangible para mitigar la desigualdad energética en las áreas rurales, mejorando las condiciones de vida y contribuyendo a la sostenibilidad ambiental. El Congreso tiene la llave y la responsabilidad de desbloquear estos beneficios aprobando la ley.
La promesa de una mejor iluminación con un acceso a electricidad confiable sigue siendo un sueño distante para muchos en Guatemala. El Programa para la Infraestructura de Electrificación Rural (PIER), bajo la Iniciativa de Ley #6173 financiado por el BID y el Fondo Coreano de Inversión busca transformar esta realidad.
En perspectiva. Uno de cada 10 hogares carece de conexión eléctrica. Esta situación se agrava en las zonas rurales donde la pobreza y el aislamiento limitan el acceso a servicios esenciales.
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Los departamentos más urbanizados como Guatemala, Sacatepéquez y Escuintla tienen coberturas superiores al 96 %. Sin embargo, jurisdicciones como Alta Verapaz, Petén y Huehuetenango se encuentran entre 48 y 81 %.
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Pese a esfuerzos por extender la cobertura en los últimos años, Guatemala se ubica como el tercer país con menor grado de electrificación en la región.
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Este déficit perpetúa la pobreza y obstaculiza el desarrollo socioeconómico dejando a muchas comunidades sin las herramientas necesarias para prosperar.
Datos. El PIER se financia con un préstamo total de USD 120M dividido a partes iguales entre el BID y el Fondo Coreano de Inversión.
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El programa recibe una donación complementaria de USD 500 000; están destinados al apoyo de implementación y supervisión de las actividades.
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El BID ofrece una tasa de interés basada en la LIBOR, que se convertirá en dólares estadounidenses con la SOFR al firmar el contrato. Por su parte, el Fondo Coreano mantiene una tasa fija del 2.5 %.
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Además, las comisiones de compromiso son del 0.5 % sobre los saldos desembolsados por el BID y del 0.1 % por el Fondo Coreano.
Por qué importa. El programa tiene como meta conectar 40 000 nuevas familias a la red; establece así un vínculo que trasciende la simple iluminación. Implica también acceso a educación digital, mejora de las condiciones de salud y oportunidades económicas que podrían transformar el tejido social.
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Fomenta el desarrollo de microempresas y mejora la productividad agraria. Facilita la implementación de tecnologías modernas para la irrigación y el procesamiento de productos agrícolas.
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Por otra parte, brinda nuevas oportunidades de empleo en sectores como el turismo rural y los servicios. Estos podrán prosperar al contar con recursos energéticos estables y confiables.
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A largo plazo, el acceso a la electricidad puede atraer inversiones a regiones antes consideradas menos atractivas por falta de infraestructura básica.
Visto y no visto. Según la OMS, la contaminación del aire en interiores, causada principalmente por combustibles como la leña es responsable de unos 4M de muertes anuales.
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En Guatemala, esta problemática se traduce en unas 5 100 defunciones al año.
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El proyecto apunta a una reducción en las emisiones de CO2 con una disminución estimada de 80 000 toneladas anuales. Contribuye así a los esfuerzos contra el cambio climático y mejora la calidad del aire en comunidades que dependen de ese tipo de energía.
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Cabe destacar que el acceso a servicios de electricidad confiables está relacionado con varios ODS. Entre ellos: reducción de pobreza, mejora de salud y educación, así como aumento de igualdad.
En el radar. Aprobado por el Directorio del BID el 9 de diciembre de 2020, con una extensión de 30 meses, el PIER se encuentra varado en el Congreso esperando su Tercera Lectura.
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Su estancamiento retrasa los beneficios inmediatos y plantea riesgos financieros y de desarrollo.
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Sin la luz verde legislativa, los fondos comprometidos pueden estar en peligro de ser cancelados.
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La decisión del Congreso tiene el potencial de iluminar hogares y encender un motor de crecimiento y equidad. Pero su inacción detendría el progreso perpetuando las disparidades en el acceso a servicios básicos.
Balance. La aprobación no es solo una cuestión de infraestructura; es un imperativo económico y social. Una oportunidad tangible para mitigar la desigualdad energética en las áreas rurales, mejorando las condiciones de vida y contribuyendo a la sostenibilidad ambiental. El Congreso tiene la llave y la responsabilidad de desbloquear estos beneficios aprobando la ley.