Hace cuatro años el mundo se paralizó por el COVID. En Guatemala se declararon medidas de aislamiento preventivo que llevaron a la industria de restaurantes a cerrar operaciones. Reinventarse era una necesidad. Lo sabían Rodrigo Zachrisson y Miguel Gonzalez-Teja.
Boquiteo.com nació en 2020, cuando cerraron los cuatro restaurantes físicos que tenían en operaciones. “Nos tomamos unas semanas para pensar que haríamos. Teníamos que cuidar el talento que veníamos trabajando en los últimos 12 años”, explica Zachrisson, cofundador de la marca.
Comenzar de cero es un reto, por eso, junto a sus tres cofundadores (Gonzalez-Teja, Rafael Zachrisson y Jorge Menzel) realizaron una sinergia entre tecnología y cocina tradicional para crear un foodcourt virtual en Guatemala.
Diversos conceptos
Conocidos por ser un concepto exclusivo para negocios de comida rápida, los foodcourts evolucionaron. Ahora se incluyen propuestas de todo tipo, sabores y gustos. Un delivery que empezó con mariscos, incluyó en su menú otros platos.
Actualmente, ofrece siete diferentes restaurantes y más de 100 productos. “Nuestra idea es satisfacer diversas necesidades. Tener un abanico de etnicidades y categorías. También queremos culturizar al cliente a través de los platillos”, menciona.
La plataforma de Boquiteo se pensó para que fuera eficiencia y conveniencia. El emprendimiento se convirtió en una solución para los momentos en los que se cuestiona qué comer.
Sin importar la categoría, pero gracias a las dark kitchens, y con unos toques en la pantalla, las personas pueden seleccionar en un mismo pedido diversos conceptos.
Un menú sin igual
El concepto ahora es más que una respuesta ágil a la pandemia. Con una infraestructura más robusta, además de las marcas propias también tienen restaurantes bajo el modelo de tercerización.
Boquiteo ofrece cocinas semimontadas. Para que el negocio sea rentable, los interesados deben invertir en equipo industrial, dos cocineros y menú (productos a ofrecer).
“Tenemos un call center para administrar los pedidos. Captamos el pago y cuidamos las entregas de nuestros clientes. Siempre y cuando la categoría no esté tomada se puede implementar en nuestro catálogo”, explica.
Lecciones aprendidas
La historia prueba que incluso en los “tiempos grises”, creatividad y pasión pueden cocinar algo funcional. El camino emprendedor está lleno de desafíos, pero basado en su experiencia, los emprendedores enfatizan la importancia de tener talento humano.
“Nosotros hemos aprendido a trabajar juntos, pero cada uno, con sus objetivos, lineamientos y respetando el rol que cada socio tiene dentro del negocio”, asegura Zachrisson.
También deben su éxito a reconocer cuándo algo no está funcionando para eliminarlo, mejorar los procesos, innovar y conseguir mejores resultados.
“Es importante que los emprendimientos entiendan cómo se calcula el capital de trabajo. Se necesita efectivo para montar un negocio. Incluso el triple de lo que se calculó al inicio. Se requieren fuentes de financiamiento”, concluye.
Boquiteo es un ejemplo de que un pensamiento innovador lleva a ideas que se mantienen más allá de las crisis.