La piratería en Latinoamérica impacta negativamente al facilitar la distribución ilegal de software, música, películas, bienes de consumo, entre otros. Esta significa pérdidas millonarias para las industrias creativas y tecnológicas. También perjudica el empleo legítimo, desarrollo económico y la innovación.
En perspectiva. Según el informe del Centro de Estudios de Telecomunicaciones de América Latina (Cet.la), casi el 20% de las búsquedas de contenido audiovisual conducen a sitios ilegales. Los motores de búsqueda y redes sociales son los más afectados, con el doble de usuarios optando por lo ilegal.
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Luis Mauricio Torres, coordinador de Cet.la, indica que en Centroamérica la tasa de contaminación en búsquedas fue notable. En Guatemala y El Salvador, el 19% se redirige hacia contenido ilegal.
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En Latinoamérica, el IPTV () fue el tema con la tasa de contaminación promedio general más alta, con 22%. “Este es un concepto que se busca cada vez más para encontrar películas y series pirata”, explica.
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Rodolfo Mendoza, director ejecutivo de Aprodica, señala que los IPTV son populares porque prometen muchos canales a bajo costo, pero no todo es legal. Explicó que los pagos van a los propietarios de los dominios, quienes no remiten estos ingresos a las entidades correspondientes.
Visto y no visto. Para que algo gane popularidad y aumente su demanda, debe existir un consumidor interesado. En Latinoamérica, la mitad del contenido audiovisual se obtiene en sitios piratas, siendo Guatemala, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, los mayores consumidores. Esto supone una merma de ingresos.
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El estudio de Cet.la concluye que en el istmo, Guatemala y Nicaragua son los países con mayor uso de la piratería en línea; 57% y 62%, respectivamente.
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Las páginas de películas son las que tienen mayor demanda ilegal. Sin embargo, los deportes —en especial el fútbol— han ganado relevancia en Guatemala y Costa Rica. Más de 400,000 usuarios únicos visitan estos dominios.
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Estas significan una pérdida económica. En Guatemala, por ejemplo, si un 10% de las personas que utilizan plataformas ilegales contrataran un servicio oficial, generarían entre 1.4 y US$3,6M. Fondos que permanecerían y se reinvertirían.
Por qué importa. El negocio ilegal de la piratería continúa aumentando sus ingresos. Según Torres, diversos factores, como la presencia de anuncios, permiten que los dueños de estos dominios generen ganancias con cada “clic”. “Ahora se necesitan alrededor de siete para llegar al contenido real que se desea visualizar”.
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En Guatemala, estas visitas pueden alcanzar hasta US$3,3M, una cifra que, según el coordinador de Cet.la, representa una proporción significativa del PIB y la economía creativa. Abarca desde la producción y guionización hasta la distribución final.
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Asimismo, en toda Latinoamérica, la industria del cable pierde por piratería US$2.7B al año. En internet es el triple (US$7.6B).
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Mendoza asegura que el empleo también se ve comprometido. “En la industria del cable se pierden 35,000 al año y en el internet alrededor de 40,000”.
Balance. El contenido ilegal causa daños exponenciales. Las pérdidas se estiman en US$800M anuales en impuestos para la industria del cable. Y U$1,3B para los servicios en línea. Por esta razón, las autoridades deben intensificar la vigilancia, según empresarios.
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La tecnología impulsa significativamente la piratería. “Ahora son cada vez más los dominios que ofrecen contenido en HD o 4K”, detalla Torres. El uso de palabras clave para redirigir a los usuarios hacia sitios ilegales es más frecuente.
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Las redes sociales, como X, han atraído a portales piratas debido a las pocas o inexistentes reglas. “Aquí es más fácil ver contenido para adultos y de manera ilimitada. Los intentos para dar de baja esos dominios son menores”, enfatiza Torres.
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La piratería afecta la economía al disminuir ingresos legítimos. Esto frena el desarrollo económico y social. Al reducir las ganancias de creadores y productores, restringe la inversión en nuevos proyectos y tecnologías, limitando la innovación y el crecimiento de empleos formales.
La piratería en Latinoamérica impacta negativamente al facilitar la distribución ilegal de software, música, películas, bienes de consumo, entre otros. Esta significa pérdidas millonarias para las industrias creativas y tecnológicas. También perjudica el empleo legítimo, desarrollo económico y la innovación.
En perspectiva. Según el informe del Centro de Estudios de Telecomunicaciones de América Latina (Cet.la), casi el 20% de las búsquedas de contenido audiovisual conducen a sitios ilegales. Los motores de búsqueda y redes sociales son los más afectados, con el doble de usuarios optando por lo ilegal.
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Luis Mauricio Torres, coordinador de Cet.la, indica que en Centroamérica la tasa de contaminación en búsquedas fue notable. En Guatemala y El Salvador, el 19% se redirige hacia contenido ilegal.
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En Latinoamérica, el IPTV () fue el tema con la tasa de contaminación promedio general más alta, con 22%. “Este es un concepto que se busca cada vez más para encontrar películas y series pirata”, explica.
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Rodolfo Mendoza, director ejecutivo de Aprodica, señala que los IPTV son populares porque prometen muchos canales a bajo costo, pero no todo es legal. Explicó que los pagos van a los propietarios de los dominios, quienes no remiten estos ingresos a las entidades correspondientes.
Visto y no visto. Para que algo gane popularidad y aumente su demanda, debe existir un consumidor interesado. En Latinoamérica, la mitad del contenido audiovisual se obtiene en sitios piratas, siendo Guatemala, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, los mayores consumidores. Esto supone una merma de ingresos.
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El estudio de Cet.la concluye que en el istmo, Guatemala y Nicaragua son los países con mayor uso de la piratería en línea; 57% y 62%, respectivamente.
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Las páginas de películas son las que tienen mayor demanda ilegal. Sin embargo, los deportes —en especial el fútbol— han ganado relevancia en Guatemala y Costa Rica. Más de 400,000 usuarios únicos visitan estos dominios.
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Estas significan una pérdida económica. En Guatemala, por ejemplo, si un 10% de las personas que utilizan plataformas ilegales contrataran un servicio oficial, generarían entre 1.4 y US$3,6M. Fondos que permanecerían y se reinvertirían.
Por qué importa. El negocio ilegal de la piratería continúa aumentando sus ingresos. Según Torres, diversos factores, como la presencia de anuncios, permiten que los dueños de estos dominios generen ganancias con cada “clic”. “Ahora se necesitan alrededor de siete para llegar al contenido real que se desea visualizar”.
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En Guatemala, estas visitas pueden alcanzar hasta US$3,3M, una cifra que, según el coordinador de Cet.la, representa una proporción significativa del PIB y la economía creativa. Abarca desde la producción y guionización hasta la distribución final.
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Asimismo, en toda Latinoamérica, la industria del cable pierde por piratería US$2.7B al año. En internet es el triple (US$7.6B).
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Mendoza asegura que el empleo también se ve comprometido. “En la industria del cable se pierden 35,000 al año y en el internet alrededor de 40,000”.
Balance. El contenido ilegal causa daños exponenciales. Las pérdidas se estiman en US$800M anuales en impuestos para la industria del cable. Y U$1,3B para los servicios en línea. Por esta razón, las autoridades deben intensificar la vigilancia, según empresarios.
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La tecnología impulsa significativamente la piratería. “Ahora son cada vez más los dominios que ofrecen contenido en HD o 4K”, detalla Torres. El uso de palabras clave para redirigir a los usuarios hacia sitios ilegales es más frecuente.
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Las redes sociales, como X, han atraído a portales piratas debido a las pocas o inexistentes reglas. “Aquí es más fácil ver contenido para adultos y de manera ilimitada. Los intentos para dar de baja esos dominios son menores”, enfatiza Torres.
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La piratería afecta la economía al disminuir ingresos legítimos. Esto frena el desarrollo económico y social. Al reducir las ganancias de creadores y productores, restringe la inversión en nuevos proyectos y tecnologías, limitando la innovación y el crecimiento de empleos formales.