Durante el Segundo Foro de Eficiencia Energética, organizado por la Cámara de Industria de Guatemala (CIG) y la Gremial de Eficiencia Energética (GEE), se discutió la relevancia de la eficiencia como herramienta estratégica para el desarrollo sostenible.
Se resaltó la necesidad de adoptar prácticas energéticas más inteligentes y sostenibles para enfrentar la creciente demanda energética. Especialmente en áreas urbanas e industriales.
El presidente de la GEE, Carlos Díaz, destacó la importancia del evento como un pilar para el desarrollo sostenible. Brindó una plataforma para compartir conocimientos y experiencias que fomenten colaboraciones productivas.
Raúl Bouscayrol, presidente de la CIG, convino en resaltar el aumento de la demanda, impulsada por la urbanización y la industrialización. Sobre todo, en las áreas más pobladas. La demanda de energía eléctrica ha crecido un 6.32% en comparación con el año anterior. Ello muestra la urgencia de adoptar medidas.
La eficiencia representa un pilar fundamental del desarrollo sostenible. Este enfoque no solo ayuda a reducir los costos operativos y mejorar la competitividad de las empresas. Contribuye, asimismo, significativamente al cuidado del medio ambiente al reducir el consumo y la dependencia de fuentes no renovables.
A nivel nacional, diversos actores, desde grandes industrias hasta pequeñas empresas y hogares, pueden beneficiarse de la implementación de tecnologías y prácticas más eficientes. Esto incluye desde la actualización de infraestructuras y la inversión en tecnologías renovables como la solar y la eólica, hasta la educación y capacitación en el uso racional de la energía.
Desafíos y oportunidades
A pesar de los evidentes beneficios, la transición no está exenta de desafíos. La falta de conocimiento y recursos financieros adecuados, así como la necesidad de una mayor sensibilización y políticas de apoyo más robustas, son algunos obstáculos. Sin embargo, también existen oportunidades sustanciales para superar estos retos mediante la colaboración entre gobierno, industria y comunidad.
El establecimiento de políticas claras y el apoyo gubernamental en forma de incentivos y normativas pueden acelerar la adopción de medidas.
Además, el fortalecimiento de la cooperación entre las empresas privadas y los sectores académicos puede fomentar la innovación y la aplicación de nuevas tecnologías económicamente viables y ambientalmente sostenibles.
En última instancia, la eficiencia energética es una cuestión de reducción de costos o cumplimiento normativo. Un componente esencial para asegurar un futuro energético sostenible y resiliente.
Durante el Segundo Foro de Eficiencia Energética, organizado por la Cámara de Industria de Guatemala (CIG) y la Gremial de Eficiencia Energética (GEE), se discutió la relevancia de la eficiencia como herramienta estratégica para el desarrollo sostenible.
Se resaltó la necesidad de adoptar prácticas energéticas más inteligentes y sostenibles para enfrentar la creciente demanda energética. Especialmente en áreas urbanas e industriales.
El presidente de la GEE, Carlos Díaz, destacó la importancia del evento como un pilar para el desarrollo sostenible. Brindó una plataforma para compartir conocimientos y experiencias que fomenten colaboraciones productivas.
Raúl Bouscayrol, presidente de la CIG, convino en resaltar el aumento de la demanda, impulsada por la urbanización y la industrialización. Sobre todo, en las áreas más pobladas. La demanda de energía eléctrica ha crecido un 6.32% en comparación con el año anterior. Ello muestra la urgencia de adoptar medidas.
La eficiencia representa un pilar fundamental del desarrollo sostenible. Este enfoque no solo ayuda a reducir los costos operativos y mejorar la competitividad de las empresas. Contribuye, asimismo, significativamente al cuidado del medio ambiente al reducir el consumo y la dependencia de fuentes no renovables.
A nivel nacional, diversos actores, desde grandes industrias hasta pequeñas empresas y hogares, pueden beneficiarse de la implementación de tecnologías y prácticas más eficientes. Esto incluye desde la actualización de infraestructuras y la inversión en tecnologías renovables como la solar y la eólica, hasta la educación y capacitación en el uso racional de la energía.
Desafíos y oportunidades
A pesar de los evidentes beneficios, la transición no está exenta de desafíos. La falta de conocimiento y recursos financieros adecuados, así como la necesidad de una mayor sensibilización y políticas de apoyo más robustas, son algunos obstáculos. Sin embargo, también existen oportunidades sustanciales para superar estos retos mediante la colaboración entre gobierno, industria y comunidad.
El establecimiento de políticas claras y el apoyo gubernamental en forma de incentivos y normativas pueden acelerar la adopción de medidas.
Además, el fortalecimiento de la cooperación entre las empresas privadas y los sectores académicos puede fomentar la innovación y la aplicación de nuevas tecnologías económicamente viables y ambientalmente sostenibles.
En última instancia, la eficiencia energética es una cuestión de reducción de costos o cumplimiento normativo. Un componente esencial para asegurar un futuro energético sostenible y resiliente.