El comercio electrónico ha irrumpido con fuerza en el retail de EE. UU., al redefinir hábitos de consumo y hacer trastabillar a los malls tradicionales. Su impacto pone en duda la viabilidad de estos espacios en el futuro.
Cómo funciona. El auge de las compras en línea capturó una parte significativa del mercado que pertenecía a los centros comerciales. Ello ha provocado una disminución en el tráfico peatonal y, por ende, en las ventas físicas.
-
La comodidad, variedad y accesibilidad han seducido a los consumidores, alejándolos de los tradicionales recintos comerciales. Un cambio en la cultura de consumo ha hecho de que la conveniencia prevalezca sobre la convivencia.
SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA -
“Prefieren explorar opciones en línea antes de comprar, lo que limitan los espacios físicos”, comenta Richard Parker, gerente de mercadeo de un mall en Boston. Esta tendencia ha llevado a una reducción de hasta un 30 % en el tráfico peatonal en los últimos cinco años, de acuerdo con datos del sector.
-
La caída en el número de visitantes ha forzado a arrendadores y operadores a bajar el alquiler y replantear el modelo de negocio. “Hay más locales vacíos. Antes estaban ocupados por tiendas ancla”, señala un gerente de Macy’s en Boston.
Por qué importa. El declive de estos espacios tiene repercusiones significativas en la economía doméstica, afectando desde el empleo hasta los ingresos fiscales municipales.
-
El cierre de tiendas emblemáticas y la reducción del tráfico afecta a los grandes arrendatarios y a las pequeñas tiendas independientes, exacerbando el ciclo de declive económico.
-
La disminución en la actividad de los malls afecta a la economía local en cadena. “Con cada cierre de tienda, se pierden unos 10 empleos”, menciona Sara Harrison, trabajadora del Hollyoke Mall, al recordar el creciente desempleo en su comunidad.
-
La disminución en la actividad reduce significativamente los ingresos por impuestos comerciales. Las municipalidades tienen mayores dificultades para financiar infraestructura, educación y seguridad.
Ecos regionales. En Latinoamérica, experimentan retos similares, impulsados por un incremento en la adopción del comercio electrónico y cambios en los patrones de consumo.
-
Aunque el mercado ha sido más lento en adoptar esta tendencia, recientes avances tecnológicos y cambios culturales están empezando a afectar a los malls tradicionales.
-
Estudios indican que, en México y Brasil, el comercio electrónico creció un 20 % en 2024. La tendencia se mantendría. En estos mercados se busca mejorar la experiencia en tienda para retener clientes.
-
Al igual que en EE. UU., están diversificando su oferta, agregando más servicios y experiencias de entretenimiento para atraer a un público que cada vez opta más por la conveniencia online.
Ahora qué. Ante estos desafíos, los malls están buscando formas de atraer a los consumidores y mantenerse relevantes.
-
La adaptación y la innovación son clave para que puedan competir en este nuevo entorno.
-
“Estamos implementando nuevas tecnologías para crear una experiencia de compra única que atraiga a los clientes de vuelta a nuestros espacios físicos”, comenta Parker.
-
Además de retail, están incorporando gimnasios, espacios de coworking y áreas de recreación, transformando estos espacios en centros de estilo de vida.
En conclusión. El futuro de los malls es incierto, pero los que se adapten e innoven pueden prosperar en el cambiante ámbito del retail. Su éxito residirá en atender las nuevas demandas y en ofrecer experiencias únicas. “Para sobrevivir deben evolucionar hacia centros de entretenimiento y servicios”, sugiere Nancy Stalkman, cliente del Hollyoke Mall.
* Enviada especial en EE. UU.
El comercio electrónico ha irrumpido con fuerza en el retail de EE. UU., al redefinir hábitos de consumo y hacer trastabillar a los malls tradicionales. Su impacto pone en duda la viabilidad de estos espacios en el futuro.
Cómo funciona. El auge de las compras en línea capturó una parte significativa del mercado que pertenecía a los centros comerciales. Ello ha provocado una disminución en el tráfico peatonal y, por ende, en las ventas físicas.
-
La comodidad, variedad y accesibilidad han seducido a los consumidores, alejándolos de los tradicionales recintos comerciales. Un cambio en la cultura de consumo ha hecho de que la conveniencia prevalezca sobre la convivencia.
SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA -
“Prefieren explorar opciones en línea antes de comprar, lo que limitan los espacios físicos”, comenta Richard Parker, gerente de mercadeo de un mall en Boston. Esta tendencia ha llevado a una reducción de hasta un 30 % en el tráfico peatonal en los últimos cinco años, de acuerdo con datos del sector.
-
La caída en el número de visitantes ha forzado a arrendadores y operadores a bajar el alquiler y replantear el modelo de negocio. “Hay más locales vacíos. Antes estaban ocupados por tiendas ancla”, señala un gerente de Macy’s en Boston.
Por qué importa. El declive de estos espacios tiene repercusiones significativas en la economía doméstica, afectando desde el empleo hasta los ingresos fiscales municipales.
-
El cierre de tiendas emblemáticas y la reducción del tráfico afecta a los grandes arrendatarios y a las pequeñas tiendas independientes, exacerbando el ciclo de declive económico.
-
La disminución en la actividad de los malls afecta a la economía local en cadena. “Con cada cierre de tienda, se pierden unos 10 empleos”, menciona Sara Harrison, trabajadora del Hollyoke Mall, al recordar el creciente desempleo en su comunidad.
-
La disminución en la actividad reduce significativamente los ingresos por impuestos comerciales. Las municipalidades tienen mayores dificultades para financiar infraestructura, educación y seguridad.
Ecos regionales. En Latinoamérica, experimentan retos similares, impulsados por un incremento en la adopción del comercio electrónico y cambios en los patrones de consumo.
-
Aunque el mercado ha sido más lento en adoptar esta tendencia, recientes avances tecnológicos y cambios culturales están empezando a afectar a los malls tradicionales.
-
Estudios indican que, en México y Brasil, el comercio electrónico creció un 20 % en 2024. La tendencia se mantendría. En estos mercados se busca mejorar la experiencia en tienda para retener clientes.
-
Al igual que en EE. UU., están diversificando su oferta, agregando más servicios y experiencias de entretenimiento para atraer a un público que cada vez opta más por la conveniencia online.
Ahora qué. Ante estos desafíos, los malls están buscando formas de atraer a los consumidores y mantenerse relevantes.
-
La adaptación y la innovación son clave para que puedan competir en este nuevo entorno.
-
“Estamos implementando nuevas tecnologías para crear una experiencia de compra única que atraiga a los clientes de vuelta a nuestros espacios físicos”, comenta Parker.
-
Además de retail, están incorporando gimnasios, espacios de coworking y áreas de recreación, transformando estos espacios en centros de estilo de vida.
En conclusión. El futuro de los malls es incierto, pero los que se adapten e innoven pueden prosperar en el cambiante ámbito del retail. Su éxito residirá en atender las nuevas demandas y en ofrecer experiencias únicas. “Para sobrevivir deben evolucionar hacia centros de entretenimiento y servicios”, sugiere Nancy Stalkman, cliente del Hollyoke Mall.
* Enviada especial en EE. UU.