Latinoamérica y el Caribe continuarán incrementando el uso de servicios y aplicaciones de Internet a través de dispositivos móviles. Según datos de la firma de inteligencia de mercado GlobalData, los pronósticos apuntan que el consumo mensual por usuario pasará de 6.2 gigabytes (GB) a 13 para el 2028.
Esto elevará la presión sobre las redes de los operadores celulares, de acuerdo con la infografía elaborada por 5G Americas. Las suscripciones móviles llegarán a 951.5M entre dispositivos, líneas de comunicaciones, máquina a máquina e Internet de las Cosas. Esto representa una penetración de 137 %.
“El consumo de datos a través de las redes móviles, ya sea medido por usuario, dispositivo o suscripción, experimentará altas tasas de crecimiento en los próximos años, alentado por la disponibilidad de nuevas tecnologías con mejores capacidades”, explica José Otero, vicepresidente para América Latina y el Caribe de 5G Americas.
De esta manera, el tráfico total cursado mediante la infraestructura de los operadores despegará desde una cifra de 57.8 M de terabytes (TB) cursados anualmente en 2023 hasta 139.7 circulando por las redes móviles para 2028.
El incremento en tráfico y conexiones estará vinculado a la evolución tecnológica de las redes de los operadores móviles. Se prevé que la tecnología 4G comience a ceder su participación. A partir de 2025, pasará al 76 % de las conexiones, desde el 78 previsto para fines de 2024.
Con todo, en los próximos cuatro años se mantendrá como la principal tecnología de acceso, con el 66 % de las conexiones. Le seguirá el 5G con una penetración de 27.
La 3G continuará cediendo su pisada, desde un 11 % llegando a un 5 de participación en 2028. Un destino similar mantendrá la 2G, cuya presencia se atenuará desde el 4 % actual a un 2.
Según Otero, esta realidad “pondrá presión en todo el ecosistema de la industria de telecomunicaciones, que deberá buscar exhaustivamente eficiencias para sostener la demanda de tráfico. Serán clave las sinergias y estrategias de compartición de infraestructura”.
Asimismo, resalta la importancia de gobiernos, reguladores y agencias estatales. El tercer sector deberá monitorear y considerar estos nuevos desafíos para desarrollar estrategias de conectividad y evitar el surgimiento de nuevas brechas digitales.
Latinoamérica y el Caribe continuarán incrementando el uso de servicios y aplicaciones de Internet a través de dispositivos móviles. Según datos de la firma de inteligencia de mercado GlobalData, los pronósticos apuntan que el consumo mensual por usuario pasará de 6.2 gigabytes (GB) a 13 para el 2028.
Esto elevará la presión sobre las redes de los operadores celulares, de acuerdo con la infografía elaborada por 5G Americas. Las suscripciones móviles llegarán a 951.5M entre dispositivos, líneas de comunicaciones, máquina a máquina e Internet de las Cosas. Esto representa una penetración de 137 %.
“El consumo de datos a través de las redes móviles, ya sea medido por usuario, dispositivo o suscripción, experimentará altas tasas de crecimiento en los próximos años, alentado por la disponibilidad de nuevas tecnologías con mejores capacidades”, explica José Otero, vicepresidente para América Latina y el Caribe de 5G Americas.
De esta manera, el tráfico total cursado mediante la infraestructura de los operadores despegará desde una cifra de 57.8 M de terabytes (TB) cursados anualmente en 2023 hasta 139.7 circulando por las redes móviles para 2028.
El incremento en tráfico y conexiones estará vinculado a la evolución tecnológica de las redes de los operadores móviles. Se prevé que la tecnología 4G comience a ceder su participación. A partir de 2025, pasará al 76 % de las conexiones, desde el 78 previsto para fines de 2024.
Con todo, en los próximos cuatro años se mantendrá como la principal tecnología de acceso, con el 66 % de las conexiones. Le seguirá el 5G con una penetración de 27.
La 3G continuará cediendo su pisada, desde un 11 % llegando a un 5 de participación en 2028. Un destino similar mantendrá la 2G, cuya presencia se atenuará desde el 4 % actual a un 2.
Según Otero, esta realidad “pondrá presión en todo el ecosistema de la industria de telecomunicaciones, que deberá buscar exhaustivamente eficiencias para sostener la demanda de tráfico. Serán clave las sinergias y estrategias de compartición de infraestructura”.
Asimismo, resalta la importancia de gobiernos, reguladores y agencias estatales. El tercer sector deberá monitorear y considerar estos nuevos desafíos para desarrollar estrategias de conectividad y evitar el surgimiento de nuevas brechas digitales.