Dihanne Palacios, nutricionista, no partió de una idea de negocio, sino de una necesidad no resuelta. Ha sufrido del síndrome de ovario poliquístico, una afección hormonal. Su mayor acierto fue convertir esa experiencia en una propuesta empresarial con visión de largo plazo. Así nacieron Nútrete, una clínica especializada en Chiquimula, y Glow and Flow, una comunidad wellness que ya empieza a posicionarse como una marca con potencial de inversión.
El punto de partida fue detectar un patrón en consulta: mujeres frustradas con su cuerpo, sin diagnósticos claros, que repetían ciclos de dieta y culpa. Al identificar ese vacío —una atención integral y empática en salud hormonal— diseñó un modelo híbrido que combina asesoría personalizada, contenido educativo y experiencias en formato de talleres.
No todo fue sencillo. Durante meses postergó el lanzamiento de Glow and Flow por miedo al fracaso. Inició sola, sin capital, gestionando su emprendimiento solo los fines de semana, mientras mantenía un empleo estable de lunes a viernes. Ese equilibrio le exigió disciplina y renuncias. “Quería hacerlo perfecto, y eso me frenó”, reconoció.
En lugar de ver Chiquimula como un inconveniente, lo convirtió en su ventaja competitiva. Fue allí donde encontró menos competencia directa y mayor apertura a una propuesta pionera. Apostó por desarrollar una comunidad desde lo local, generando fidelización orgánica y construyendo reputación a través de resultados tangibles.
Su estrategia de crecimiento tiene tres ejes claros: estandarización del modelo, alianzas estratégicas y expansión regional. Ya colabora con marcas internacionales como Tosh, Pedialyte y Dos Pinos, que han apostado por su proyecto gracias a un enfoque comercial claro: visibilidad directa en audiencias segmentadas con alta conexión emocional.
El modelo de Glow and Flow ha demostrado ser financieramente viable. Genera ingresos por consultas, talleres temáticos y colaboraciones de marca. Las redes sociales son su canal de conversión más eficaz y su principal medio de posicionamiento. El reto sigue siendo escalar sin perder el enfoque humano que lo originó.
El próximo paso es convertir su propuesta en una red de clínicas centradas en nutrición hormonal y bienestar femenino en el interior del país. Para ello, busca capital, talento alineado con su visión y aliados que entiendan que la salud puede ser un negocio... siempre que esté basada en propósito y estrategia.