Adrián Blanco Estévez: “España alberga EUR 67 000M en inversión latina, casi 10 % del global”
El responsable del informe Global LATAM de ICEX-Invest in Spain, Adrián Blanco Estévez, analiza cómo las empresas latinoamericanas protagonizan una ola silenciosa de internacionalización que desafía estereotipos. Desde agroindustria hasta fintech, compañías de la región invierten en Europa, especialmente en España, que ya concentra cerca del 10 % del total de su inversión global.
En conversación con República Empresa, Blanco subraya que esta edición del informe incorpora herramientas inéditas para medir el grado de multinacionalización de más de 300 empresas. Identifica patrones por país, sectores emergentes, el papel crucial de la economía digital y el avance de modelos sostenibles como ventajas para competir en mercados europeos. A pesar de los retos pendientes, asegura que la región está mejor preparada que nunca para proyectar su capital.
¿Cuáles fueron los objetivos principales de esta séptima edición del informe Global LATAM y qué diferencia destacaría con respecto a ediciones anteriores?
—Uno de los objetivos fue cubrir el vacío informativo sobre la inversión latinoamericana en el exterior. Desde ICEX-Invest in Spain, nos interesa entender los flujos de capital, las empresas involucradas y sus países de origen para facilitar su aterrizaje en España.
También quisimos romper estereotipos. El informe muestra que existen compañías muy sofisticadas que investigan, exportan e innovan. Además, medimos este fenómeno económico con herramientas que permitan entender la magnitud del capital que sale de la región.
Incorporamos dos grandes novedades. La primera, un indicador de multinacionalización para ubicar a las empresas más globales. Analizamos ventas y presencia exterior de 328 firmas con ingresos superiores a USD 2500M.
La segunda, una clasificación que distingue entre empresas con presencia global y aquellas con baja internacionalización, aunque vendan mucho. Así obtenemos una radiografía más precisa de la expansión latinoamericana.
¿Qué sectores lideran la inversión internacional proveniente de Latinoamerica?
—Además de los tradicionales como agroindustria, energía o hierro, hay una clara presencia de sectores tecnológicos y de servicios. Desarrollo de software, residuos, fintech y seguridad digital han ganado protagonismo.
Estas empresas tienden a escalar más rápido, con menores costos y presencia creciente en mercados avanzados como EE. UU., Reino Unido o España. Son un nuevo motor de internacionalización.
¿Qué papel tiene el sector minero dentro de la inversión latinoamericana global?
—Sigue siendo un pilar muy sobre todo en países como Brasil y Chile. Compañías ligadas al hierro, el litio o combustibles ecológicos están expandiendo su presencia fuera de la región.
Muchas de estas firmas operan en industrias intensivas en recursos naturales, con inversiones relevantes no solo en América Latina, sino también en mercados avanzados. Si bien hoy destacan sectores tecnológicos, los recursos siguen siendo un motor clave del capital que la región proyecta al exterior.
¿Qué países latinoamericanos están liderando esa expansión internacional empresarial?
——Brasil encabeza la lista. Le siguen México, Chile, Colombia y Argentina. Son economías que apostaron por políticas públicas que apoyan y fomentan esa presencia en el exterior.
En contraste, países como Perú aún enfrentan desafíos estructurales. Allí es fundamental crear condiciones que impulsen ese salto a nuevos mercados. La internacionalización, asimismo, depende del entorno político y regulatorio.
¿Qué posición ocupa España para esta inversión comparada con otros países?
—España es uno de los destinos más importantes. Actualmente, alberga alrededor de EUR 67 000M en inversión latinoamericana, lo que representa cerca del 10 % del total global.
Si sumamos toda el área iberoamericana, España se sitúa como la cuarta mayor receptora. Además, tanto el idioma compartido como la afinidad cultural son elementos que favorecen el flujo de capital.
¿Qué peso tienen actualmente las inversiones greenfield frente a las fusiones y adquisiciones?
—Las operaciones greenfield siguen siendo frecuentes, especialmente entre empresas medianas que buscan establecerse en España para expandirse en Europa. Muchas llegan de la mano de clientes españoles.
Las fusiones y adquisiciones también son relevantes. Aunque algunas pasan desapercibidas, suman volumen e impacto en sectores clave. Ambas estrategias conviven como vías de entrada al mercado español.
¿Podrías mencionar ejemplos recientes de empresas latinoamericanas presentes en España?
—Hay muchos casos. Natura, de Brasil, consolidó operaciones en el sector cosmético. Insfarma, una firma farmacéutica argentina, adquirió recientemente una compañía española.
También están surgiendo startups en fintech y servicios. Incluso algunos clubes de fútbol como el Sporting de Gijón tienen capital mexicano. Hay, por otro lado, despachos legales y aceleradoras tecnológicas instaladas en Barcelona y otras ciudades.
¿Detectan patrones diferenciados según el país de origen de las inversiones?
—Sí, y son muy claros. México destaca por la presencia de grandes grupos como Bimbo o el Grupo BIS en restauración, aunque no siempre se visibiliza su origen.
Argentina aporta muchísimo talento y tecnología. Brasil está apostando fuerte con bancos de inversión y actores del sector financiero. Cada país imprime su sello en su estrategia internacional.
¿Qué papel juega la economía digital en esta nueva ola de internacionalización empresarial?
—Es central. La digitalización permite escalar con rapidez y menor fricción. Muchas empresas nacen ya con una visión global y buscan mercados grandes como Europa desde el inicio.
España es el principal destino europeo para startups digitales latinoamericanas, incluso por encima de Alemania o Francia. Ecosistemas como Bogotá, São Paulo y Buenos Aires son clave en esta nueva ola.
¿Están las empresas latinoamericanas adoptando modelos sostenibles para entrar al mercado europeo?
—Sí. Un ejemplo es Natura, que se posicionó en Europa gracias a su modelo de sostenibilidad, utilizando materias primas del Amazonas. Eso fue clave para su adquisición por una firma francesa.
Hoy, muchas compañías tecnológicas y de infraestructura ya adaptan sus modelos al marco regulatorio europeo. La sostenibilidad ya no es una opción, es una puerta de entrada obligada.
¿Podemos hablar de una integración económica real entre Europa y Latinoamérica?
—Vamos camino a eso, pero todavía falta. En comercio, es urgente cerrar acuerdos como el de la Unión Europea con Mercosur. La coyuntura internacional ofrece una ventana de oportunidad para avanzar.
En inversión, ya vemos una relación más simétrica. España sigue siendo un inversor clave en la región, y el retorno del capital latinoamericano a Europa es un paso hacia esa integración.
¿Hay sinergias entre la inversión latinoamericana y la internacionalización de empresas españolas?
—Totalmente. Muchas firmas latinoamericanas llegan a España porque ya trabajan con grandes grupos españoles en sus países de origen. Esa relación se convierte en un puente hacia Europa.
Una multinacional o banco español puede invitar a su proveedor mexicano a instalarse en España. Es una sinergia muy habitual que se traduce en inversión y expansión conjuntas.
¿Qué expectativas tienen para la inversión latinoamericana durante el próximo lustro?
—Son muy alentadoras. No se ha producido una fuga de capitales hacia EE. UU., lo que demuestra mayor confianza en las economías latinoamericanas.
Vemos más empresas con vocación internacional desde el origen, y sectores como el digital están liderando ese proceso. La región está más preparada que nunca para proyectar su capital hacia el exterior.
Adrián Blanco Estévez: “España alberga EUR 67 000M en inversión latina, casi 10 % del global”
El responsable del informe Global LATAM de ICEX-Invest in Spain, Adrián Blanco Estévez, analiza cómo las empresas latinoamericanas protagonizan una ola silenciosa de internacionalización que desafía estereotipos. Desde agroindustria hasta fintech, compañías de la región invierten en Europa, especialmente en España, que ya concentra cerca del 10 % del total de su inversión global.
En conversación con República Empresa, Blanco subraya que esta edición del informe incorpora herramientas inéditas para medir el grado de multinacionalización de más de 300 empresas. Identifica patrones por país, sectores emergentes, el papel crucial de la economía digital y el avance de modelos sostenibles como ventajas para competir en mercados europeos. A pesar de los retos pendientes, asegura que la región está mejor preparada que nunca para proyectar su capital.
¿Cuáles fueron los objetivos principales de esta séptima edición del informe Global LATAM y qué diferencia destacaría con respecto a ediciones anteriores?
—Uno de los objetivos fue cubrir el vacío informativo sobre la inversión latinoamericana en el exterior. Desde ICEX-Invest in Spain, nos interesa entender los flujos de capital, las empresas involucradas y sus países de origen para facilitar su aterrizaje en España.
También quisimos romper estereotipos. El informe muestra que existen compañías muy sofisticadas que investigan, exportan e innovan. Además, medimos este fenómeno económico con herramientas que permitan entender la magnitud del capital que sale de la región.
Incorporamos dos grandes novedades. La primera, un indicador de multinacionalización para ubicar a las empresas más globales. Analizamos ventas y presencia exterior de 328 firmas con ingresos superiores a USD 2500M.
La segunda, una clasificación que distingue entre empresas con presencia global y aquellas con baja internacionalización, aunque vendan mucho. Así obtenemos una radiografía más precisa de la expansión latinoamericana.
¿Qué sectores lideran la inversión internacional proveniente de Latinoamerica?
—Además de los tradicionales como agroindustria, energía o hierro, hay una clara presencia de sectores tecnológicos y de servicios. Desarrollo de software, residuos, fintech y seguridad digital han ganado protagonismo.
Estas empresas tienden a escalar más rápido, con menores costos y presencia creciente en mercados avanzados como EE. UU., Reino Unido o España. Son un nuevo motor de internacionalización.
¿Qué papel tiene el sector minero dentro de la inversión latinoamericana global?
—Sigue siendo un pilar muy sobre todo en países como Brasil y Chile. Compañías ligadas al hierro, el litio o combustibles ecológicos están expandiendo su presencia fuera de la región.
Muchas de estas firmas operan en industrias intensivas en recursos naturales, con inversiones relevantes no solo en América Latina, sino también en mercados avanzados. Si bien hoy destacan sectores tecnológicos, los recursos siguen siendo un motor clave del capital que la región proyecta al exterior.
¿Qué países latinoamericanos están liderando esa expansión internacional empresarial?
——Brasil encabeza la lista. Le siguen México, Chile, Colombia y Argentina. Son economías que apostaron por políticas públicas que apoyan y fomentan esa presencia en el exterior.
En contraste, países como Perú aún enfrentan desafíos estructurales. Allí es fundamental crear condiciones que impulsen ese salto a nuevos mercados. La internacionalización, asimismo, depende del entorno político y regulatorio.
¿Qué posición ocupa España para esta inversión comparada con otros países?
—España es uno de los destinos más importantes. Actualmente, alberga alrededor de EUR 67 000M en inversión latinoamericana, lo que representa cerca del 10 % del total global.
Si sumamos toda el área iberoamericana, España se sitúa como la cuarta mayor receptora. Además, tanto el idioma compartido como la afinidad cultural son elementos que favorecen el flujo de capital.
¿Qué peso tienen actualmente las inversiones greenfield frente a las fusiones y adquisiciones?
—Las operaciones greenfield siguen siendo frecuentes, especialmente entre empresas medianas que buscan establecerse en España para expandirse en Europa. Muchas llegan de la mano de clientes españoles.
Las fusiones y adquisiciones también son relevantes. Aunque algunas pasan desapercibidas, suman volumen e impacto en sectores clave. Ambas estrategias conviven como vías de entrada al mercado español.
¿Podrías mencionar ejemplos recientes de empresas latinoamericanas presentes en España?
—Hay muchos casos. Natura, de Brasil, consolidó operaciones en el sector cosmético. Insfarma, una firma farmacéutica argentina, adquirió recientemente una compañía española.
También están surgiendo startups en fintech y servicios. Incluso algunos clubes de fútbol como el Sporting de Gijón tienen capital mexicano. Hay, por otro lado, despachos legales y aceleradoras tecnológicas instaladas en Barcelona y otras ciudades.
¿Detectan patrones diferenciados según el país de origen de las inversiones?
—Sí, y son muy claros. México destaca por la presencia de grandes grupos como Bimbo o el Grupo BIS en restauración, aunque no siempre se visibiliza su origen.
Argentina aporta muchísimo talento y tecnología. Brasil está apostando fuerte con bancos de inversión y actores del sector financiero. Cada país imprime su sello en su estrategia internacional.
¿Qué papel juega la economía digital en esta nueva ola de internacionalización empresarial?
—Es central. La digitalización permite escalar con rapidez y menor fricción. Muchas empresas nacen ya con una visión global y buscan mercados grandes como Europa desde el inicio.
España es el principal destino europeo para startups digitales latinoamericanas, incluso por encima de Alemania o Francia. Ecosistemas como Bogotá, São Paulo y Buenos Aires son clave en esta nueva ola.
¿Están las empresas latinoamericanas adoptando modelos sostenibles para entrar al mercado europeo?
—Sí. Un ejemplo es Natura, que se posicionó en Europa gracias a su modelo de sostenibilidad, utilizando materias primas del Amazonas. Eso fue clave para su adquisición por una firma francesa.
Hoy, muchas compañías tecnológicas y de infraestructura ya adaptan sus modelos al marco regulatorio europeo. La sostenibilidad ya no es una opción, es una puerta de entrada obligada.
¿Podemos hablar de una integración económica real entre Europa y Latinoamérica?
—Vamos camino a eso, pero todavía falta. En comercio, es urgente cerrar acuerdos como el de la Unión Europea con Mercosur. La coyuntura internacional ofrece una ventana de oportunidad para avanzar.
En inversión, ya vemos una relación más simétrica. España sigue siendo un inversor clave en la región, y el retorno del capital latinoamericano a Europa es un paso hacia esa integración.
¿Hay sinergias entre la inversión latinoamericana y la internacionalización de empresas españolas?
—Totalmente. Muchas firmas latinoamericanas llegan a España porque ya trabajan con grandes grupos españoles en sus países de origen. Esa relación se convierte en un puente hacia Europa.
Una multinacional o banco español puede invitar a su proveedor mexicano a instalarse en España. Es una sinergia muy habitual que se traduce en inversión y expansión conjuntas.
¿Qué expectativas tienen para la inversión latinoamericana durante el próximo lustro?
—Son muy alentadoras. No se ha producido una fuga de capitales hacia EE. UU., lo que demuestra mayor confianza en las economías latinoamericanas.
Vemos más empresas con vocación internacional desde el origen, y sectores como el digital están liderando ese proceso. La región está más preparada que nunca para proyectar su capital hacia el exterior.