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Banguat rechaza ser incluido en el Directorio de la SAT

Allan Martinez
26 de abril, 2016

Con los cambios previstos a normas guatemaltecas que disponen crear una ley para el fortalecimiento de la transparencia fiscal y la gobernanza de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) hay una entidad que prefiere no estar incluida en la integración del directorio de dicha dependencia bajo el argumento de no tener competencia en el tema de recaudación.

Se trata del Banco de Guatemala (Banguat), cuyo mandato es, de acuerdo con su Ley Orgánica (Decreto 16-2002) “contribuir a la creación y mantenimiento de las condiciones más favorables al desarrollo ordenado de la economía nacional, para lo cual, propiciará las condiciones monetarias, cambiarias y crediticias que promuevan la estabilidad en el nivel general de precios”.

En la actualidad, el directorio de la SAT está integrado por el Ministro de Finanzas (quien lo preside) el Superintendente de la institución (nombrado por el Presidente de la República) y cuatro titulares más delegados por el jefe del Gobierno Central.

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Decreto 1-98, Ley Orgánica de la SAT.

Sin embargo, en la propuesta de ley se pretende sustituir a los cuatro titulares y al superintendente en mención por el titular de la cartera de Economía y el presidente del Banguat y con ello, expertos indican que la SAT pasaría de ser una dependencia descentralizada a una de tipo centralizado y esto implicaría perder su independencia.

Al ser consultado por esta situación el presidente del Banguat Sergio Francisco Recinos, expresó su negativa a que la institución que representa sea incluida en el directorio y argumentó que ello obedece a que el expertise de esa entidad no es en materia tributaria y “en la reforma se establece claramente que el presidente y vicepresidente tienen que tener una notable preparación en materia económica, financiera y monetaria y creemos que eso entraría en conflicto”, destacó.

[quote_center]”Como BANGUAT estamos en total desacuerdo con que se pretenda integrar al directorio de la SAT con el presidente del Banco de Guatemala”. Sergio Francisco Recinos, presidente del Banguat.[/quote_center]

Agregó: “Se dice que es un directorio estratégico pero desde el punto de vista legal, la responsabilidad no se disipa. El presidente nombra al Ministro de Finanzas, Ministro de Economía, el presidente del Banguat…habría un conflicto de interés”.

La Ley Orgánica del Banguat en el artículo 31 reza: “Los cargos de Presidente y Vicepresidente son incompatibles con el ejercicio de cualquier otro cargo público o privado, ya sea remunerado o ad honorem, con excepción de los cargos de carácter docente y de los que se relacionen con la dirección del Banco de Guatemala y de la política monetaria, cambiaria y crediticia, o que se deriven de mandato legal o de reglamentos y demás disposiciones aplicables emitidos por la Junta Monetaria”.

Para Leonel Moreno, asesor jurídico del Banguat, el artículo citado arriba es motivo de conflicto de cobrar vigencia y agregó que se debe atender a lo que dice la Carta Magna: “Se le estaría cambiando la naturaleza jurídica al ente de descentralizado a centralizado y puede tener declararse inconstitucional con lo que dispone el artículo 134 de la Constitución Política de la República”.

Regreso al pasado

Un directorio o un consejo directivo de una institución tributaria deben caracterizarse por su independencia, explica Edgar Pape, exdirector de SAT. “¿Por qué debe ser independiente? porque un directorio ve los derechos de los contribuyentes, el cumplimiento de la obligación de tributar donde se pone en juego la relación principal contribuyente versus poder tributario y la medicación del directorio”.

Pape no comparte que se incluya al Banguat dentro de la política de recaudación tributaria por el conflicto de intereses. “Dentro del Banco infiere la política bancaria y financiera. Informan sobre la dirección de la estabilidad de precios y codirigen la política tributaria, no tanto la fiscal”, expuso.

[quote_box_right]”El ministro de Economía también tiene un conflicto de intereses”. Edgar Pape Yalibat, exsuplente en el Directorio.[/quote_box_right]

Para Abelardo Medina analista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) la presencia de la figura del ministro de Economía es dañina en el directorio porque tiene dos políticas: la de inversión y la comercial: “Ambas han dañado muchísimo la recaudación. La de inversión porque se dan incentivos para la inversión y la comercial con los tratados de libre comercio”, aseveró.

Al ser consultado al respecto el titular de la cartera en mención Rubén Morales, su visión es práctica y con sentido de deber: “Si el Congreso lo aprueba de alguna manera nosotros tendríamos que estar y no es solamente yo sino que la figura. Tendremos que acatarlo. No creo que habría contradicción y como funcionarios públicos tenemos que tener la responsabilidad y ecuanimidad en las decisiones que se están tomando”, declaró.

[quote_box_right]”Creo que la principal decisión (sobre la inclusión de su puesto en el directorio de la SAT) está en función de la ecuanimidad y de tener una visión global de la economía del país”, Rubén Morales, ministro de Economía.[/quote_box_right]

Responsabilidad institucional

Con la aprehensión de Julio Suárez quien fungía como vicepresidente de la Junta Directiva del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) y presidente del Banguat, la institución bancaria tendría sus reservas con el proyecto de ley.

El funcionario guarda prisión preventiva por avalar la contratación de la empresa Pisa para brindar los servicios de atención a pacientes renales a todas luces anómala según el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).

“El Banguat funciona plenamente y hemos atendido todos los compromisos internos como externos. El prestigio se mantiene, eso no es casualidad, tenemos cuerpos técnicos, soporte y la estructura administrativa lo permite. Todos somos de carrera con más de 30 años de trabajar en el banco”, argumentó Recinos.

Para Medina solo hay dos caminos, o el ente es una dependencia directa del Minfin o la SAT tiene un directorio. En la segunda opción, el titular de la cartera de Finanzas debe estar incluido por ley y hay que buscar personas en la instancia con capacidad de ejercer un contrapeso de dicho funcionario, preferentemente del ámbito tributario.

“No es de legislación tributaria de lo que deben saber es sobre política de administración tributaria. Se necesita gente que sepa cómo debe caminar la tributación y se que no tenga conflicto de intereses”, afirmó el representante del ICEFI.

Para Pape es impensable una SAT sin directorio. “Una característica intrínseca, básica, esencial de un órgano descentralizado es tener un órgano colegiado; un consejo directivo. El punto principal es ¿qué quiere hacer usted con el cambio a la estructura orgánica? ¿Qué modelo tributario está perfilando a futuro porque para mí, una estructura orgánica debe proceder al modelo de gestión tributaria que se tenga”, enfatizó.

“El conflicto entre pertenecer o no al directorio y a su debacle como institución es el daño colateral que pueda causar si las cosas salen mal. Meterse ahí significa responsabilidad y eso los ahuyenta. Algo que no se puede permitir por razones de funcionamiento es que llegue gente que trabaje para el sector privado y esté asesorando contribuyentes porque hay un conflicto muy serio”, argumentó Medina.

“La SAT necesita dientes no pueden andar por ahí así como está. Cuando usted cambia una ley orgánica lo tiene que hacer en función de un modelo tributario. ¿Quiere usted recaudar más? ¿Quiere usted luchar contra la evasión? ¿Quiere tener transparencia y claridad? ¿Dónde está eso en la ley? Eso es lo que hay que arreglar”, finalizó Pape.

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Banguat rechaza ser incluido en el Directorio de la SAT

Allan Martinez
26 de abril, 2016

Con los cambios previstos a normas guatemaltecas que disponen crear una ley para el fortalecimiento de la transparencia fiscal y la gobernanza de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) hay una entidad que prefiere no estar incluida en la integración del directorio de dicha dependencia bajo el argumento de no tener competencia en el tema de recaudación.

Se trata del Banco de Guatemala (Banguat), cuyo mandato es, de acuerdo con su Ley Orgánica (Decreto 16-2002) “contribuir a la creación y mantenimiento de las condiciones más favorables al desarrollo ordenado de la economía nacional, para lo cual, propiciará las condiciones monetarias, cambiarias y crediticias que promuevan la estabilidad en el nivel general de precios”.

En la actualidad, el directorio de la SAT está integrado por el Ministro de Finanzas (quien lo preside) el Superintendente de la institución (nombrado por el Presidente de la República) y cuatro titulares más delegados por el jefe del Gobierno Central.

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Decreto 1-98, Ley Orgánica de la SAT.

Sin embargo, en la propuesta de ley se pretende sustituir a los cuatro titulares y al superintendente en mención por el titular de la cartera de Economía y el presidente del Banguat y con ello, expertos indican que la SAT pasaría de ser una dependencia descentralizada a una de tipo centralizado y esto implicaría perder su independencia.

Al ser consultado por esta situación el presidente del Banguat Sergio Francisco Recinos, expresó su negativa a que la institución que representa sea incluida en el directorio y argumentó que ello obedece a que el expertise de esa entidad no es en materia tributaria y “en la reforma se establece claramente que el presidente y vicepresidente tienen que tener una notable preparación en materia económica, financiera y monetaria y creemos que eso entraría en conflicto”, destacó.

[quote_center]”Como BANGUAT estamos en total desacuerdo con que se pretenda integrar al directorio de la SAT con el presidente del Banco de Guatemala”. Sergio Francisco Recinos, presidente del Banguat.[/quote_center]

Agregó: “Se dice que es un directorio estratégico pero desde el punto de vista legal, la responsabilidad no se disipa. El presidente nombra al Ministro de Finanzas, Ministro de Economía, el presidente del Banguat…habría un conflicto de interés”.

La Ley Orgánica del Banguat en el artículo 31 reza: “Los cargos de Presidente y Vicepresidente son incompatibles con el ejercicio de cualquier otro cargo público o privado, ya sea remunerado o ad honorem, con excepción de los cargos de carácter docente y de los que se relacionen con la dirección del Banco de Guatemala y de la política monetaria, cambiaria y crediticia, o que se deriven de mandato legal o de reglamentos y demás disposiciones aplicables emitidos por la Junta Monetaria”.

Para Leonel Moreno, asesor jurídico del Banguat, el artículo citado arriba es motivo de conflicto de cobrar vigencia y agregó que se debe atender a lo que dice la Carta Magna: “Se le estaría cambiando la naturaleza jurídica al ente de descentralizado a centralizado y puede tener declararse inconstitucional con lo que dispone el artículo 134 de la Constitución Política de la República”.

Regreso al pasado

Un directorio o un consejo directivo de una institución tributaria deben caracterizarse por su independencia, explica Edgar Pape, exdirector de SAT. “¿Por qué debe ser independiente? porque un directorio ve los derechos de los contribuyentes, el cumplimiento de la obligación de tributar donde se pone en juego la relación principal contribuyente versus poder tributario y la medicación del directorio”.

Pape no comparte que se incluya al Banguat dentro de la política de recaudación tributaria por el conflicto de intereses. “Dentro del Banco infiere la política bancaria y financiera. Informan sobre la dirección de la estabilidad de precios y codirigen la política tributaria, no tanto la fiscal”, expuso.

[quote_box_right]”El ministro de Economía también tiene un conflicto de intereses”. Edgar Pape Yalibat, exsuplente en el Directorio.[/quote_box_right]

Para Abelardo Medina analista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) la presencia de la figura del ministro de Economía es dañina en el directorio porque tiene dos políticas: la de inversión y la comercial: “Ambas han dañado muchísimo la recaudación. La de inversión porque se dan incentivos para la inversión y la comercial con los tratados de libre comercio”, aseveró.

Al ser consultado al respecto el titular de la cartera en mención Rubén Morales, su visión es práctica y con sentido de deber: “Si el Congreso lo aprueba de alguna manera nosotros tendríamos que estar y no es solamente yo sino que la figura. Tendremos que acatarlo. No creo que habría contradicción y como funcionarios públicos tenemos que tener la responsabilidad y ecuanimidad en las decisiones que se están tomando”, declaró.

[quote_box_right]”Creo que la principal decisión (sobre la inclusión de su puesto en el directorio de la SAT) está en función de la ecuanimidad y de tener una visión global de la economía del país”, Rubén Morales, ministro de Economía.[/quote_box_right]

Responsabilidad institucional

Con la aprehensión de Julio Suárez quien fungía como vicepresidente de la Junta Directiva del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) y presidente del Banguat, la institución bancaria tendría sus reservas con el proyecto de ley.

El funcionario guarda prisión preventiva por avalar la contratación de la empresa Pisa para brindar los servicios de atención a pacientes renales a todas luces anómala según el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).

“El Banguat funciona plenamente y hemos atendido todos los compromisos internos como externos. El prestigio se mantiene, eso no es casualidad, tenemos cuerpos técnicos, soporte y la estructura administrativa lo permite. Todos somos de carrera con más de 30 años de trabajar en el banco”, argumentó Recinos.

Para Medina solo hay dos caminos, o el ente es una dependencia directa del Minfin o la SAT tiene un directorio. En la segunda opción, el titular de la cartera de Finanzas debe estar incluido por ley y hay que buscar personas en la instancia con capacidad de ejercer un contrapeso de dicho funcionario, preferentemente del ámbito tributario.

“No es de legislación tributaria de lo que deben saber es sobre política de administración tributaria. Se necesita gente que sepa cómo debe caminar la tributación y se que no tenga conflicto de intereses”, afirmó el representante del ICEFI.

Para Pape es impensable una SAT sin directorio. “Una característica intrínseca, básica, esencial de un órgano descentralizado es tener un órgano colegiado; un consejo directivo. El punto principal es ¿qué quiere hacer usted con el cambio a la estructura orgánica? ¿Qué modelo tributario está perfilando a futuro porque para mí, una estructura orgánica debe proceder al modelo de gestión tributaria que se tenga”, enfatizó.

“El conflicto entre pertenecer o no al directorio y a su debacle como institución es el daño colateral que pueda causar si las cosas salen mal. Meterse ahí significa responsabilidad y eso los ahuyenta. Algo que no se puede permitir por razones de funcionamiento es que llegue gente que trabaje para el sector privado y esté asesorando contribuyentes porque hay un conflicto muy serio”, argumentó Medina.

“La SAT necesita dientes no pueden andar por ahí así como está. Cuando usted cambia una ley orgánica lo tiene que hacer en función de un modelo tributario. ¿Quiere usted recaudar más? ¿Quiere usted luchar contra la evasión? ¿Quiere tener transparencia y claridad? ¿Dónde está eso en la ley? Eso es lo que hay que arreglar”, finalizó Pape.

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