A inicios de diciembre pasado, el Instituto Nacional de Estadística (INE) presentó la Encuesta Nacional de Vida (Encovi) 2014. Se trata de una encuesta a nivel nacional que “adopta la metodología de las encuestas de condiciones de vida que en lo fundamental aplica a un conjunto integrado de módulos que investigan diversos temas sobre la calidad de vida de los hogares y las personas”, según la entidad.
El dato de la encuesta que más llamó la atención fue que el 59.3 por ciento de la población vive por debajo de la línea de pobreza. Esto equivaldría a que 9.4 millones de personas se encuentran en esa condición. Pero hay que poner atención en lo que hay detrás de este estudio.
Bajo la lupa
Para llevar a cabo la Encovi, el esquema de muestreo adoptado fue de tipo probabilístico, bietápico, estratificado y por conglomerados. Según lo informado por el INE, la validez inferencial de la muestra de Encovi 2014 para la variable principal, que es la tasa de pobreza extrema, está garantizada con un nivel de confiabilidad del 95%, un error relativo esperado de alrededor del 12% y un efecto de diseño de 2, parámetros asumidos en el cálculo del tamaño de las muestras de los dominios de estudio.
Si bien la pobreza en Guatemala no se puede negar, algunos sectores están en desacuerdo con los estándares que se usaron y que dieron como resultado que subiera el porcentaje de la pobreza.
“Aunque parezca un cambio pequeño, no lo es porque es como decir que nos medimos con la vara más alta, lo cual cambia dramáticamente los resultados. Si se calcula ese límite con los US$3.10, que usan otros países, la pobreza en Guatemala estaría en 36.4%”, asegura el investigador.
El INE usa una canasta de bienes cuyo costo varía según el precio de estos. El costo de los bienes equivale a US$4.15 diarios, ajustado por la paridad de poder de compra (PPP o PPA en español, que se usa para comparar cifras entre países). “Podríamos decir que es una línea de pobreza variable, porque el punto de referencia cambia en cada medición”, opina Benavides.
Ahora bien, el investigador señala que si se quiere mantener un punto de referencia fijo en el tiempo y entre países, el BM usa una línea de pobreza constante igual a US$3.10 diarios (PPP).
“Bajo el estándar internacional la tasa de pobreza es menor, aunque sí aumentó en comparación al período anterior. El problema es el mismo con las dos líneas de pobreza (aumentó la pobreza), la diferencia es la magnitud”, explica.
No se puede comparar
Por su parte, el analista Jonathan Lemus también considera que existe debate técnico sobre si la metodología utilizada para dicho cálculo fue la más apropiada. En una opinión publicada en RepúblicaGt, recuerda que la Encovi de 2011 fue descartada de las tablas de comparación. Detalla que técnicos afirmaron que la encuesta de dicho año fue realizada con una metodología errónea, por lo que los datos no son comparables con los de 2014.
El analista considera que esta disposición tuvo un impacto en las conclusiones. Pone como ejemplo que en 2011 se había mostrado una reducción en la pobreza extrema y un ligero incremento en la pobreza no extrema.
“Al descartar los resultados de la encuesta de ese año, la narrativa cambia por completo. Ahora se habla de un crecimiento de la pobreza tanto extrema como no extrema”, afirma Lemus.
Considera que lo anterior está relacionado con el incremento en el monto de la línea de pobreza. Esto puede modificar los hallazgos finales, haciendo que los porcentajes de pobreza aumenten o disminuyan, según el criterio seleccionado.
Interés oculto
Al conocer estas interioridades de la Encovi, es inevitable que surjan las perspicacias. “Lo vemos como una manera de crear alarma y mostrar números mayores para lograr algo. Vemos que los montos para cubrir los gastos básicos son mayores en el estudio que en la realidad”, dice Miguel Medina, presidente de la Asociación Nacional de Café (Anacafé).
Mientras tanto, Javier Zepeda, de la Cámara de Industria (CIG) enfatiza que no se puede negar que la pobreza se mantiene y según estos análisis crece.
“Pareciera que hay sectores que viven de la pobreza de los guatemaltecos, les interesa que se mantenga”, opina. Añade que estas personas en lugar de apoyar acciones que vayan disminuyendo la pobreza, se oponen a ideas innovadoras como los salarios mínimos diferenciados, iniciativa que pretende generar empleo en cuatro municipios de Zacapa, Escuintla y El Progreso.
“Deben tomarse con pinzas los resultados de todas las encuestas en nuestro país”, dice. Cuestiona además que si la pobreza realmente subió, a dónde fueron las remesas que mandaron los migrantes desde el extranjero. En 2014, año en que se realizó la encuesta, este ingreso ascendió a más de Q5,500 millones. Y este número creció a más de Q6 mil millones en 2015.
La Encovi incluye además de datos estadísticos de pobreza, también información de la desigualdad y un apartado relacionado con los Objetivos del Desarrollo del Milenio de los 22 departamentos del país.
El gerente del INE, Rubén Narciso Cruz, indicó que esta encuesta incluye las necesidades no alimentarias, el valor del uso y servicios recibidos en la vivienda, gastos de educación, salud, transporte, comunicaciones y desembolsos personales, incluyendo ropa y calzado.
Esta encuesta proporciona información para caracterizar a la población pobre y no pobre del país, brindando resultados a nivel nacional, regional y departamental.
Según el Comité Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif) no todo son malas noticias en la Encovi. Allí se indica que el índice de desigualdad se redujo y se ubica en un 0.53; la tasa de alfabetismo en jóvenes aumentó, mientras que la población ocupada en la informalidad, descendió.
“Si bien no es suficiente, aporta algunas luces sobre lo que se está haciendo bien y es necesario potenciar”, señalan los empresarios.
Debe actuarse
“Los resultados de la ENCOVI son un insumo para que el Gobierno, centros de investigación y universidades realicen evaluaciones de impacto de políticas públicas y diseñar programas con el fin de reducir la pobreza y beneficiar a la población de Guatemala”, subraya Carlos Sobrado, representante del BM en Guatemala.
Mientras tanto, el embajador de Suecia, Georg Andren, presentó una nueva iniciativa que busca crear una institucionalidad que garantice la conexión y publicación continua de datos de todas las instituciones públicas y articular un verdadero sistema nacional de estadística.
“Confiamos en que las nuevas autoridades del país compartan este proyecto con nosotros, como una inversión que tiene un alto valor social y económico para este país”, indicó.
“El sector privado continuará con los esfuerzos que permitan la generación de empleo formal, tan necesario para dar una certeza a las familias guatemaltecas en su estabilidad. Esto no implica solamente asegurar una fuente de ingresos, sino la posibilidad de planificar para el futuro y mejorar constantemente sus condiciones de vida”, añade el sector privado.
Por lo anterior, han dado acompañamiento y asesoría en la construcción de políticas integrales enfocadas a la competitividad, la inversión y el valor compartido, entre otras. De esa cuenta, la iniciativa Mejoremos Guate es uno de los resultados de esta visión, que involucra a la sociedad civil organizada en proyectos cuyos frutos ya son visibles en diferentes puntos del país.
El sector público tiene también un rol trascendental. Para que se cuente con las condiciones favorables que generen más plazas en la formalidad y el país sea más competitivo, es necesario que el Estado garantice la seguridad y el acceso a servicios básicos dignos a la población, concluyen los empresarios.
A inicios de diciembre pasado, el Instituto Nacional de Estadística (INE) presentó la Encuesta Nacional de Vida (Encovi) 2014. Se trata de una encuesta a nivel nacional que “adopta la metodología de las encuestas de condiciones de vida que en lo fundamental aplica a un conjunto integrado de módulos que investigan diversos temas sobre la calidad de vida de los hogares y las personas”, según la entidad.
El dato de la encuesta que más llamó la atención fue que el 59.3 por ciento de la población vive por debajo de la línea de pobreza. Esto equivaldría a que 9.4 millones de personas se encuentran en esa condición. Pero hay que poner atención en lo que hay detrás de este estudio.
Bajo la lupa
Para llevar a cabo la Encovi, el esquema de muestreo adoptado fue de tipo probabilístico, bietápico, estratificado y por conglomerados. Según lo informado por el INE, la validez inferencial de la muestra de Encovi 2014 para la variable principal, que es la tasa de pobreza extrema, está garantizada con un nivel de confiabilidad del 95%, un error relativo esperado de alrededor del 12% y un efecto de diseño de 2, parámetros asumidos en el cálculo del tamaño de las muestras de los dominios de estudio.
Si bien la pobreza en Guatemala no se puede negar, algunos sectores están en desacuerdo con los estándares que se usaron y que dieron como resultado que subiera el porcentaje de la pobreza.
“Aunque parezca un cambio pequeño, no lo es porque es como decir que nos medimos con la vara más alta, lo cual cambia dramáticamente los resultados. Si se calcula ese límite con los US$3.10, que usan otros países, la pobreza en Guatemala estaría en 36.4%”, asegura el investigador.
El INE usa una canasta de bienes cuyo costo varía según el precio de estos. El costo de los bienes equivale a US$4.15 diarios, ajustado por la paridad de poder de compra (PPP o PPA en español, que se usa para comparar cifras entre países). “Podríamos decir que es una línea de pobreza variable, porque el punto de referencia cambia en cada medición”, opina Benavides.
Ahora bien, el investigador señala que si se quiere mantener un punto de referencia fijo en el tiempo y entre países, el BM usa una línea de pobreza constante igual a US$3.10 diarios (PPP).
“Bajo el estándar internacional la tasa de pobreza es menor, aunque sí aumentó en comparación al período anterior. El problema es el mismo con las dos líneas de pobreza (aumentó la pobreza), la diferencia es la magnitud”, explica.
No se puede comparar
Por su parte, el analista Jonathan Lemus también considera que existe debate técnico sobre si la metodología utilizada para dicho cálculo fue la más apropiada. En una opinión publicada en RepúblicaGt, recuerda que la Encovi de 2011 fue descartada de las tablas de comparación. Detalla que técnicos afirmaron que la encuesta de dicho año fue realizada con una metodología errónea, por lo que los datos no son comparables con los de 2014.
El analista considera que esta disposición tuvo un impacto en las conclusiones. Pone como ejemplo que en 2011 se había mostrado una reducción en la pobreza extrema y un ligero incremento en la pobreza no extrema.
“Al descartar los resultados de la encuesta de ese año, la narrativa cambia por completo. Ahora se habla de un crecimiento de la pobreza tanto extrema como no extrema”, afirma Lemus.
Considera que lo anterior está relacionado con el incremento en el monto de la línea de pobreza. Esto puede modificar los hallazgos finales, haciendo que los porcentajes de pobreza aumenten o disminuyan, según el criterio seleccionado.
Interés oculto
Al conocer estas interioridades de la Encovi, es inevitable que surjan las perspicacias. “Lo vemos como una manera de crear alarma y mostrar números mayores para lograr algo. Vemos que los montos para cubrir los gastos básicos son mayores en el estudio que en la realidad”, dice Miguel Medina, presidente de la Asociación Nacional de Café (Anacafé).
Mientras tanto, Javier Zepeda, de la Cámara de Industria (CIG) enfatiza que no se puede negar que la pobreza se mantiene y según estos análisis crece.
“Pareciera que hay sectores que viven de la pobreza de los guatemaltecos, les interesa que se mantenga”, opina. Añade que estas personas en lugar de apoyar acciones que vayan disminuyendo la pobreza, se oponen a ideas innovadoras como los salarios mínimos diferenciados, iniciativa que pretende generar empleo en cuatro municipios de Zacapa, Escuintla y El Progreso.
“Deben tomarse con pinzas los resultados de todas las encuestas en nuestro país”, dice. Cuestiona además que si la pobreza realmente subió, a dónde fueron las remesas que mandaron los migrantes desde el extranjero. En 2014, año en que se realizó la encuesta, este ingreso ascendió a más de Q5,500 millones. Y este número creció a más de Q6 mil millones en 2015.
La Encovi incluye además de datos estadísticos de pobreza, también información de la desigualdad y un apartado relacionado con los Objetivos del Desarrollo del Milenio de los 22 departamentos del país.
El gerente del INE, Rubén Narciso Cruz, indicó que esta encuesta incluye las necesidades no alimentarias, el valor del uso y servicios recibidos en la vivienda, gastos de educación, salud, transporte, comunicaciones y desembolsos personales, incluyendo ropa y calzado.
Esta encuesta proporciona información para caracterizar a la población pobre y no pobre del país, brindando resultados a nivel nacional, regional y departamental.
Según el Comité Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif) no todo son malas noticias en la Encovi. Allí se indica que el índice de desigualdad se redujo y se ubica en un 0.53; la tasa de alfabetismo en jóvenes aumentó, mientras que la población ocupada en la informalidad, descendió.
“Si bien no es suficiente, aporta algunas luces sobre lo que se está haciendo bien y es necesario potenciar”, señalan los empresarios.
Debe actuarse
“Los resultados de la ENCOVI son un insumo para que el Gobierno, centros de investigación y universidades realicen evaluaciones de impacto de políticas públicas y diseñar programas con el fin de reducir la pobreza y beneficiar a la población de Guatemala”, subraya Carlos Sobrado, representante del BM en Guatemala.
Mientras tanto, el embajador de Suecia, Georg Andren, presentó una nueva iniciativa que busca crear una institucionalidad que garantice la conexión y publicación continua de datos de todas las instituciones públicas y articular un verdadero sistema nacional de estadística.
“Confiamos en que las nuevas autoridades del país compartan este proyecto con nosotros, como una inversión que tiene un alto valor social y económico para este país”, indicó.
“El sector privado continuará con los esfuerzos que permitan la generación de empleo formal, tan necesario para dar una certeza a las familias guatemaltecas en su estabilidad. Esto no implica solamente asegurar una fuente de ingresos, sino la posibilidad de planificar para el futuro y mejorar constantemente sus condiciones de vida”, añade el sector privado.
Por lo anterior, han dado acompañamiento y asesoría en la construcción de políticas integrales enfocadas a la competitividad, la inversión y el valor compartido, entre otras. De esa cuenta, la iniciativa Mejoremos Guate es uno de los resultados de esta visión, que involucra a la sociedad civil organizada en proyectos cuyos frutos ya son visibles en diferentes puntos del país.
El sector público tiene también un rol trascendental. Para que se cuente con las condiciones favorables que generen más plazas en la formalidad y el país sea más competitivo, es necesario que el Estado garantice la seguridad y el acceso a servicios básicos dignos a la población, concluyen los empresarios.