Este jueves el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), con el apoyo de la Fundación Friedrich Ebert, presentó un primer análisis del Proyecto de Presupuesto de Ingresos y Egresos del Estado para el ejercicio fiscal 2016, entregado por el Ejecutivo al Congreso de la República.
Por el lado del presupuesto de ingresos, el analista Ricardo Barrientos explicó que en la proyección de ingresos tributarios de Q54.6 millardos, equivalentes a una carga tributaria proyectada de 10.4%, pueden identificarse dos componentes: una proyección técnica y una previsión de ingresos adicionales por recuperación de la administración tributaria.
El componente técnico es de Q 53.1 millardos, el cual a criterio del Icefi es una proyección creíble y sustentada. Los Q 1.5 millardos restantes pueden interpretarse como la recaudación adicional que se lograría si el nuevo gobierno consigue implementar un plan efectivo para la recuperación de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), luego de la crisis del caso de defraudación aduanera conocido como La línea.
Barrientos advirtió que aunque prácticamente todos los partidos políticos que presentaron propuestas de planes de gobierno en el proceso electoral consideraron prioritaria la recuperación de la SAT, no incluyeron planes específicos de cómo lograrlo.
Esta ambigüedad en las propuestas de planes de gobierno hace que la proyección de Q 1.5 millardos adicionales por la recuperación de la SAT pueda resultar excesivamente ambiciosa, y que la carga tributaria en 2016 termine situándose en alrededor del 10.1%, por debajo de la proyección oficial de 10.4% para 2016 y del 10.3% que el Icefi estima al cierre de 2015.
En el presupuesto de gastos, el Icefi expresa preocupación porque las asignaciones recomendadas por el Ejecutivo significarían una disminución en el gasto social prioritario, para el cual se propuso una reducción respecto al presupuesto aprobado de 2015 equivalente al 0.7% del PIB (más de Q 700 millones).
En cuanto al Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, el investigador calificó de alarmante que, en lugar de atender la necesidad urgente de ampliar la cobertura de los servicios públicos de salud, el proyecto presentado por el Ejecutivo recomienda recortarlo en Q117 millones respecto al presupuesto aprobado para 2015.
El déficit fiscal previsto en el proyecto de presupuesto para 2016 es de Q 10 millardos, equivalentes al 1.9% del PIB. El Icefi expresa preocupación porque el financiamiento de este déficit muestra un desequilibrio significativo, ya que se cubriría en un 93% con bonos del Tesoro, 3% con préstamos externos y 4% con recursos de caja.
Barrientos considera que la ausencia de financiamiento con préstamos externos en condiciones blandas puede tener efectos macroeconómicos adversos y encarecimiento del crédito público, lo cual refleja la desconfianza de la banca multilateral de desarrollo, generada por los escándalos recientes por corrupción.
Entre sus recomendaciones, el Icefi llama a la ciudadanía a demandar que este proyecto de presupuesto se discuta en la Comisión de Finanzas Públicas y Moneda del Congreso de la República con apertura y transparencia, y que se permita la vigilancia ciudadana en la elaboración del dictamen respectivo.
En el marco del proceso electoral, Barrientos hizo un llamadoa los partidos políticos finalistas de la elección presidencial a debatir públicamente sobre el presupuesto 2016 y tomar conciencia de la importancia de resolver las debilidades y los desafíos que plantea el proyecto propuesto por el Ejecutivo.
Este jueves el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), con el apoyo de la Fundación Friedrich Ebert, presentó un primer análisis del Proyecto de Presupuesto de Ingresos y Egresos del Estado para el ejercicio fiscal 2016, entregado por el Ejecutivo al Congreso de la República.
Por el lado del presupuesto de ingresos, el analista Ricardo Barrientos explicó que en la proyección de ingresos tributarios de Q54.6 millardos, equivalentes a una carga tributaria proyectada de 10.4%, pueden identificarse dos componentes: una proyección técnica y una previsión de ingresos adicionales por recuperación de la administración tributaria.
El componente técnico es de Q 53.1 millardos, el cual a criterio del Icefi es una proyección creíble y sustentada. Los Q 1.5 millardos restantes pueden interpretarse como la recaudación adicional que se lograría si el nuevo gobierno consigue implementar un plan efectivo para la recuperación de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), luego de la crisis del caso de defraudación aduanera conocido como La línea.
Barrientos advirtió que aunque prácticamente todos los partidos políticos que presentaron propuestas de planes de gobierno en el proceso electoral consideraron prioritaria la recuperación de la SAT, no incluyeron planes específicos de cómo lograrlo.
Esta ambigüedad en las propuestas de planes de gobierno hace que la proyección de Q 1.5 millardos adicionales por la recuperación de la SAT pueda resultar excesivamente ambiciosa, y que la carga tributaria en 2016 termine situándose en alrededor del 10.1%, por debajo de la proyección oficial de 10.4% para 2016 y del 10.3% que el Icefi estima al cierre de 2015.
En el presupuesto de gastos, el Icefi expresa preocupación porque las asignaciones recomendadas por el Ejecutivo significarían una disminución en el gasto social prioritario, para el cual se propuso una reducción respecto al presupuesto aprobado de 2015 equivalente al 0.7% del PIB (más de Q 700 millones).
En cuanto al Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, el investigador calificó de alarmante que, en lugar de atender la necesidad urgente de ampliar la cobertura de los servicios públicos de salud, el proyecto presentado por el Ejecutivo recomienda recortarlo en Q117 millones respecto al presupuesto aprobado para 2015.
El déficit fiscal previsto en el proyecto de presupuesto para 2016 es de Q 10 millardos, equivalentes al 1.9% del PIB. El Icefi expresa preocupación porque el financiamiento de este déficit muestra un desequilibrio significativo, ya que se cubriría en un 93% con bonos del Tesoro, 3% con préstamos externos y 4% con recursos de caja.
Barrientos considera que la ausencia de financiamiento con préstamos externos en condiciones blandas puede tener efectos macroeconómicos adversos y encarecimiento del crédito público, lo cual refleja la desconfianza de la banca multilateral de desarrollo, generada por los escándalos recientes por corrupción.
Entre sus recomendaciones, el Icefi llama a la ciudadanía a demandar que este proyecto de presupuesto se discuta en la Comisión de Finanzas Públicas y Moneda del Congreso de la República con apertura y transparencia, y que se permita la vigilancia ciudadana en la elaboración del dictamen respectivo.
En el marco del proceso electoral, Barrientos hizo un llamadoa los partidos políticos finalistas de la elección presidencial a debatir públicamente sobre el presupuesto 2016 y tomar conciencia de la importancia de resolver las debilidades y los desafíos que plantea el proyecto propuesto por el Ejecutivo.