Los diputados del Congreso de la República aprobaron en los últimos minutos de la sesión plenaria del 30 de noviembre el Presupuesto general de ingresos y egresos del Estado para el año fiscal 2016 por un monto de Q70,796 millones 305.204 con una meta fiscal de Q54,555 millones 750 mil, por lo que el déficit se cubrirá con deuda interna y externa por Q12,849 millones 590 mil.
Las reacciones no se hicieron esperar, aunque en mucha menor medida que el del año anterior, cuando de inmediato incluso se habló de interponer recursos legales en su contra.
El diputado Carlos Barreda, ex viceministro de Finanzas, acerca del Presupuesto 2016 opinó que la crisis política derivó en una ola conservadora para reducir el gasto público, eliminar los pocos compensadores sociales y debilitar al estado. “El contrapeso que debe tener el gobierno y el sistema político frente a los grandes capitales hoy está en su momento más débil” dijo.
El parlamentario opinó que si bien se incluyen las normas de transparencia y de ejecución presupuestaria que su bancada propuso, no se logró eliminar aportes a varias Organizaciones No Gubernamentales (ONG), fundaciones y asociaciones de dudosa procedencia. “Además tendríamos una carga tributaria baja, nuestro presupuesto tiene déficit fiscales recurrentes que no le permiten financiar el desarrollo”, aseguró.
En el caso de transferencias y modificaciones presupuestarias, Barreda refirió que únicamente existen candados para el caso de educación, salud, y gobernación, donde no podrán reducirse o transferirse fondos sólo podrían incrementarse.
Analistas fuera del Congreso también han elogiado las referidas normas de trasparencia y ejecución presupuestaria, como Juan Alberto Fuentes, ex ministro de Finanzas y ahora presidente de Oxfam Internacional. Considera también positivo que este plan de gastos norme la publicación de las listas de los beneficiarios de exenciones y exoneraciones, entre otras cosas.
Pero también le ven deficiencias. En su oportunidad, Fuentes había propuesto que el monto propuesto por el Ministerio de Finanzas (Minfin) de Q72,430 millones no cambiara, por lo que considera que lo aprobado es “un presupuesto de extrema austeridad”.
Atendieron algunas recomendaciones
Otras instituciones y tanques de pensamiento habían analizado la propuesta de Presupuesto 2016 dando algunas recomendaciones. Una de ellas fue la Alianza Técnica de Apoyo al Legislativo (ATAL) de la iniciativa Mejoremos Guate. Allí participan el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif), el Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), Fundación 2020 y Fundación para el Desarrollo (Fundesa).
Según explica Fernando Spross de ATAL, la Comisión de Finanzas y Moneda del Congreso tomó en cuenta algunas de las recomendaciones que se le hicieron. Una de ellas fue la de bajar el techo de presupuesto por más Q2 mil millones. Sin embargo, hay otras que ignoraron ya que al revisar la formulación final, se puede apreciar que los gastos de funcionamiento no tuvieron una disminución sino que fue a la inversión a la que se le quitaron recursos.
Uno de los temas más controversiales son los gastos superfluos. “En vista que el monto total bajó, también esos gastos indeseables lo hicieron en alguna medida, pero no como se esperaba”, dice el analista.
En cambio, se bajó presupuesto en el ministerio que tiene más inversión pública, el de Comunicaciones, infraestructura y Vivienda, al que se le recortaron Q1,384 millones. “Es preocupante porque es el único que tiene inversión considerable, un 70% de su presupuesto, principalmente en infraestructura”, opina Spross.
Otros ministerios que tuvieron reducciones fueron el de Agricultura y Alimentación Q285 millones, aunque se había sugerido quitarle algunos fondos al reducir el programa de fertilizantes y personal 029; el de Gobernación perdió Q164 millones, reducción que se había sugerido en el rubro de seguridad vial; el de Desarrollo Social bajó Q334 millones aunque se había recomendado quitarle Q400 millones al reenfocar los programas sociales.
En cuanto a los otros ministerios, los analistas opinan que el nuevo presupuesto tiene una estructura muy parecida al del año anterior.
Acerca de los ingresos
A pesar de que el techo total bajó en Q2 mil millones, la recaudación quedó en Q54,556 millones como se había propuesto originalmente. Esto plantea un incremento del 8%, lo cual es superior al crecimiento de la economía y al crecimiento de la recaudación de los últimos cinco años, por lo que no es realista. “Por eso consideramos que son ingresos tributarios sobreestimados”, indica Spross.
Lo más razonable sería esperar que la recaudación crezca en 2016 entre 5% y 6%, en función de una tasa esperada de inflación y del crecimiento real de la economía por lo que podría alcanzar los Q53,400 millones.
Según el estudio de ATAL, lo ideal es eliminar a largo plazo el déficit fiscal de forma gradual. Por esa razón, recomendaron en esta ocasión reducirlo en Q900 millones.
Sin embargo, en la práctica lo que sucedió fue que el déficit presupuestal (lo que no logra cubrir los ingresos corrientes) quedó en Q12,448.9 millones, una cifra parecida a la propuesta originalmente. El cambio fue que, como se había propuesto, se logró un mejor equilibrio entre la contratación de deuda interna y externa.
Se bajó la deuda por concepto de Bonos del Tesoro a Q6,881.33 millones (se había propuesto Q11,060.2 millones) y subió el monto por deuda externa a Q5,567.61 millones (en lugar de Q543 millones). “En el momento en el que se hizo el presupuesto el tema de la corrupción en la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) había hecho que se dificultara la posibilidad de financiamiento internacional. Ahora esto debe estarse solucionando”, opina Spross.
Para ATAL lo más importante en cuanto a la deuda pública es para qué se utilizará, por lo que hay que tener claras las prioridades. “Si se adquiere deuda debe haber resultados positivos para el país. Por ejemplo no debe pagarse deuda con deuda, ni financiar gastos de funcionamiento. Debe demandarse un uso eficiente de los recursos”, finaliza.
Los diputados del Congreso de la República aprobaron en los últimos minutos de la sesión plenaria del 30 de noviembre el Presupuesto general de ingresos y egresos del Estado para el año fiscal 2016 por un monto de Q70,796 millones 305.204 con una meta fiscal de Q54,555 millones 750 mil, por lo que el déficit se cubrirá con deuda interna y externa por Q12,849 millones 590 mil.
Las reacciones no se hicieron esperar, aunque en mucha menor medida que el del año anterior, cuando de inmediato incluso se habló de interponer recursos legales en su contra.
El diputado Carlos Barreda, ex viceministro de Finanzas, acerca del Presupuesto 2016 opinó que la crisis política derivó en una ola conservadora para reducir el gasto público, eliminar los pocos compensadores sociales y debilitar al estado. “El contrapeso que debe tener el gobierno y el sistema político frente a los grandes capitales hoy está en su momento más débil” dijo.
El parlamentario opinó que si bien se incluyen las normas de transparencia y de ejecución presupuestaria que su bancada propuso, no se logró eliminar aportes a varias Organizaciones No Gubernamentales (ONG), fundaciones y asociaciones de dudosa procedencia. “Además tendríamos una carga tributaria baja, nuestro presupuesto tiene déficit fiscales recurrentes que no le permiten financiar el desarrollo”, aseguró.
En el caso de transferencias y modificaciones presupuestarias, Barreda refirió que únicamente existen candados para el caso de educación, salud, y gobernación, donde no podrán reducirse o transferirse fondos sólo podrían incrementarse.
Analistas fuera del Congreso también han elogiado las referidas normas de trasparencia y ejecución presupuestaria, como Juan Alberto Fuentes, ex ministro de Finanzas y ahora presidente de Oxfam Internacional. Considera también positivo que este plan de gastos norme la publicación de las listas de los beneficiarios de exenciones y exoneraciones, entre otras cosas.
Pero también le ven deficiencias. En su oportunidad, Fuentes había propuesto que el monto propuesto por el Ministerio de Finanzas (Minfin) de Q72,430 millones no cambiara, por lo que considera que lo aprobado es “un presupuesto de extrema austeridad”.
Atendieron algunas recomendaciones
Otras instituciones y tanques de pensamiento habían analizado la propuesta de Presupuesto 2016 dando algunas recomendaciones. Una de ellas fue la Alianza Técnica de Apoyo al Legislativo (ATAL) de la iniciativa Mejoremos Guate. Allí participan el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif), el Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), Fundación 2020 y Fundación para el Desarrollo (Fundesa).
Según explica Fernando Spross de ATAL, la Comisión de Finanzas y Moneda del Congreso tomó en cuenta algunas de las recomendaciones que se le hicieron. Una de ellas fue la de bajar el techo de presupuesto por más Q2 mil millones. Sin embargo, hay otras que ignoraron ya que al revisar la formulación final, se puede apreciar que los gastos de funcionamiento no tuvieron una disminución sino que fue a la inversión a la que se le quitaron recursos.
Uno de los temas más controversiales son los gastos superfluos. “En vista que el monto total bajó, también esos gastos indeseables lo hicieron en alguna medida, pero no como se esperaba”, dice el analista.
En cambio, se bajó presupuesto en el ministerio que tiene más inversión pública, el de Comunicaciones, infraestructura y Vivienda, al que se le recortaron Q1,384 millones. “Es preocupante porque es el único que tiene inversión considerable, un 70% de su presupuesto, principalmente en infraestructura”, opina Spross.
Otros ministerios que tuvieron reducciones fueron el de Agricultura y Alimentación Q285 millones, aunque se había sugerido quitarle algunos fondos al reducir el programa de fertilizantes y personal 029; el de Gobernación perdió Q164 millones, reducción que se había sugerido en el rubro de seguridad vial; el de Desarrollo Social bajó Q334 millones aunque se había recomendado quitarle Q400 millones al reenfocar los programas sociales.
En cuanto a los otros ministerios, los analistas opinan que el nuevo presupuesto tiene una estructura muy parecida al del año anterior.
Acerca de los ingresos
A pesar de que el techo total bajó en Q2 mil millones, la recaudación quedó en Q54,556 millones como se había propuesto originalmente. Esto plantea un incremento del 8%, lo cual es superior al crecimiento de la economía y al crecimiento de la recaudación de los últimos cinco años, por lo que no es realista. “Por eso consideramos que son ingresos tributarios sobreestimados”, indica Spross.
Lo más razonable sería esperar que la recaudación crezca en 2016 entre 5% y 6%, en función de una tasa esperada de inflación y del crecimiento real de la economía por lo que podría alcanzar los Q53,400 millones.
Según el estudio de ATAL, lo ideal es eliminar a largo plazo el déficit fiscal de forma gradual. Por esa razón, recomendaron en esta ocasión reducirlo en Q900 millones.
Sin embargo, en la práctica lo que sucedió fue que el déficit presupuestal (lo que no logra cubrir los ingresos corrientes) quedó en Q12,448.9 millones, una cifra parecida a la propuesta originalmente. El cambio fue que, como se había propuesto, se logró un mejor equilibrio entre la contratación de deuda interna y externa.
Se bajó la deuda por concepto de Bonos del Tesoro a Q6,881.33 millones (se había propuesto Q11,060.2 millones) y subió el monto por deuda externa a Q5,567.61 millones (en lugar de Q543 millones). “En el momento en el que se hizo el presupuesto el tema de la corrupción en la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) había hecho que se dificultara la posibilidad de financiamiento internacional. Ahora esto debe estarse solucionando”, opina Spross.
Para ATAL lo más importante en cuanto a la deuda pública es para qué se utilizará, por lo que hay que tener claras las prioridades. “Si se adquiere deuda debe haber resultados positivos para el país. Por ejemplo no debe pagarse deuda con deuda, ni financiar gastos de funcionamiento. Debe demandarse un uso eficiente de los recursos”, finaliza.