Panamá inició este viernes acercamientos con España e Italia en busca de una salida al conflicto que estalló esta semana cuando empresas de esos países amenazaron con suspender la ampliación del Canal si no se le pagan 1.600 millones de dólares de sobrecosto.
Tras reunirse con diplomáticos de España e Italia, el presidente panameño, Ricardo Martinelli, anunció que la ministra española de Fomento, Ana Pastor, llegará este fin de semana a Panamá para mediar entre su gobierno y el Grupo Unidos por el Canal (GUPC).
Pastor se reunirá el lunes con Martinelli, el administrador de la vía interoceánica, Jorge Quijano, y otros directivos de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), explicó a periodistas Martinelli, sin precisar la hora o sede del encuentro.
‘Panamá, Italia y España tienen excelentes relaciones diplomáticas y comerciales. Los tres gobiernos quieren que la obra se concluya y se corrija cualquier anomalía’, comentó Martinelli, quien calificó de ‘exitosa’ la reunión con el embajador español Jesús Silva y el encargado de negocios italiano Massimo Tudini.
El GUPC, liderado por la constructora española Sacyr e integrado también por la firma italiana Impreglio, la belga Jan de Nul y la panameña Constructora Urbana, acusa a la ACP de supuestos incumplimientos del contrato en relación con sobrecostos que estima en 1.600 millones de dólares.
En una carta del 30 de diciembre, el GUPC amenazó a la ACP con suspender las obras que le fueron adjudicadas en 2009, si en un plazo de 21 días no se resolvía el pago, lo que fue rechazado ‘categóricamente’ por Panamá.
De empresa a contratista
Tras calificar de ‘gran irresponsabilidad’ el reclamo de los sobrecostos, Martinelli anunció el jueves que viajará a España e Italia para exigir al consorcio que cumpla con terminar las obras que debían de concluir en 2014, en coincidencia con el centenario del Canal, pero que arrastran un retraso de nueve meses.
Pero este viernes, el ejecutivo español del conservador Mariano Rajoy desconocía aún la fecha de la visita de Martinelli. ‘De momento no nos han avisado’, precisó una fuente de La Moncloa, sede de la presidencia del gobierno.
‘Todo depende de la reunión con Pastor, pero yo voy hasta la conchinchina (cualquier lugar) para defender los intereses de Panamá’, manifestó Martinelli, al ser consultado este viernes sobre su viaje.
Silva aclaró que el gobierno de España está interponiendo sus ‘buenos oficios’, en primera instancia a través de Pastor, pero que no se trata de un conflicto diplomático, sino de ‘un problema entre una empresa y su contratista’.
En Madrid el ministerio español de Asuntos Exteriores afirmó que también trabaja en los acercamientos ‘para llegar a un acuerdo que ponga fin a este desequilibrio comercial’ y ‘a la mayor brevedad posible’.
Martinelli dijo además tener ‘entendido’ que máximos ejecutivos de Sacyr llegarían el sábado a Panamá. Tras perder un 8,95% el jueves en la Bolsa de Madrid, la empresa siguió sufriendo un duro castigo este viernes con una caída de 6,85%, a 3,195 euros, al cierre de un mercado en alza de 0,39%.
A los cuatro meses de adjudicada la obra, comenzaron los problemas entre el consorcio y la ACP por la calidad del cemento. GUPC aceptó cambiar el material pero a cambio de una compensación de 573 millones de dólares.
El jueves Martinelli calificó como un ‘cuentito’ los sobrecostos. Pero el portavoz de Sacyr Pedro Alonso aseguró este viernes, en declaraciones a la emisora de radio española Cadena Ser, que las demandas de GUPC ‘no son ningún cuentito’ y que surgieron en el proyecto ‘elementos extraordinarios imprevistos’.
Que el Canal se abra al mundo
Las obras de ampliación del Canal, que cuestan 5.200 millones dólares, 3.200 millones de los cuales para GUPC, tienen un avance del 70% actualmente, y se realizan para que puedan cruzar la vía buques de más de 12.000 contenedores, el triple de capacidad de los actuales.
‘Ayudaremos a mediar para una solución, para que la ampliación del Canal se abra al mundo’, expresó Silva, en tanto que Tudini dijo ver ‘voluntad de encontrar solución a través del diálogo’.
El Canal de Panamá, de 80 km de largo, fue inaugurado en 1914 por Estados Unidos, luego de que el francés Ferdinand de Lesseps fracasó a fines del siglo XIX en su intento de construirlo.
Pilar de la economía de Panamá, el Canal pasó a manos panameñas el 31 de diciembre de 1999, en cumplimiento de los acuerdos firmados en 1977 por el entonces líder panameño Omar Torrijos y el presidente estadounidense Jimmy Carter.
Desde entonces Panamá ha recibido unos 8.500 millones de dólares, más que en los 85 años de administración estadounidense. Por el Canal transita 5% del comercio mundial y ya lo ha cruzado más de un millón de embarcaciones en un siglo.
Panamá inició este viernes acercamientos con España e Italia en busca de una salida al conflicto que estalló esta semana cuando empresas de esos países amenazaron con suspender la ampliación del Canal si no se le pagan 1.600 millones de dólares de sobrecosto.
Tras reunirse con diplomáticos de España e Italia, el presidente panameño, Ricardo Martinelli, anunció que la ministra española de Fomento, Ana Pastor, llegará este fin de semana a Panamá para mediar entre su gobierno y el Grupo Unidos por el Canal (GUPC).
Pastor se reunirá el lunes con Martinelli, el administrador de la vía interoceánica, Jorge Quijano, y otros directivos de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), explicó a periodistas Martinelli, sin precisar la hora o sede del encuentro.
‘Panamá, Italia y España tienen excelentes relaciones diplomáticas y comerciales. Los tres gobiernos quieren que la obra se concluya y se corrija cualquier anomalía’, comentó Martinelli, quien calificó de ‘exitosa’ la reunión con el embajador español Jesús Silva y el encargado de negocios italiano Massimo Tudini.
El GUPC, liderado por la constructora española Sacyr e integrado también por la firma italiana Impreglio, la belga Jan de Nul y la panameña Constructora Urbana, acusa a la ACP de supuestos incumplimientos del contrato en relación con sobrecostos que estima en 1.600 millones de dólares.
En una carta del 30 de diciembre, el GUPC amenazó a la ACP con suspender las obras que le fueron adjudicadas en 2009, si en un plazo de 21 días no se resolvía el pago, lo que fue rechazado ‘categóricamente’ por Panamá.
De empresa a contratista
Tras calificar de ‘gran irresponsabilidad’ el reclamo de los sobrecostos, Martinelli anunció el jueves que viajará a España e Italia para exigir al consorcio que cumpla con terminar las obras que debían de concluir en 2014, en coincidencia con el centenario del Canal, pero que arrastran un retraso de nueve meses.
Pero este viernes, el ejecutivo español del conservador Mariano Rajoy desconocía aún la fecha de la visita de Martinelli. ‘De momento no nos han avisado’, precisó una fuente de La Moncloa, sede de la presidencia del gobierno.
‘Todo depende de la reunión con Pastor, pero yo voy hasta la conchinchina (cualquier lugar) para defender los intereses de Panamá’, manifestó Martinelli, al ser consultado este viernes sobre su viaje.
Silva aclaró que el gobierno de España está interponiendo sus ‘buenos oficios’, en primera instancia a través de Pastor, pero que no se trata de un conflicto diplomático, sino de ‘un problema entre una empresa y su contratista’.
En Madrid el ministerio español de Asuntos Exteriores afirmó que también trabaja en los acercamientos ‘para llegar a un acuerdo que ponga fin a este desequilibrio comercial’ y ‘a la mayor brevedad posible’.
Martinelli dijo además tener ‘entendido’ que máximos ejecutivos de Sacyr llegarían el sábado a Panamá. Tras perder un 8,95% el jueves en la Bolsa de Madrid, la empresa siguió sufriendo un duro castigo este viernes con una caída de 6,85%, a 3,195 euros, al cierre de un mercado en alza de 0,39%.
A los cuatro meses de adjudicada la obra, comenzaron los problemas entre el consorcio y la ACP por la calidad del cemento. GUPC aceptó cambiar el material pero a cambio de una compensación de 573 millones de dólares.
El jueves Martinelli calificó como un ‘cuentito’ los sobrecostos. Pero el portavoz de Sacyr Pedro Alonso aseguró este viernes, en declaraciones a la emisora de radio española Cadena Ser, que las demandas de GUPC ‘no son ningún cuentito’ y que surgieron en el proyecto ‘elementos extraordinarios imprevistos’.
Que el Canal se abra al mundo
Las obras de ampliación del Canal, que cuestan 5.200 millones dólares, 3.200 millones de los cuales para GUPC, tienen un avance del 70% actualmente, y se realizan para que puedan cruzar la vía buques de más de 12.000 contenedores, el triple de capacidad de los actuales.
‘Ayudaremos a mediar para una solución, para que la ampliación del Canal se abra al mundo’, expresó Silva, en tanto que Tudini dijo ver ‘voluntad de encontrar solución a través del diálogo’.
El Canal de Panamá, de 80 km de largo, fue inaugurado en 1914 por Estados Unidos, luego de que el francés Ferdinand de Lesseps fracasó a fines del siglo XIX en su intento de construirlo.
Pilar de la economía de Panamá, el Canal pasó a manos panameñas el 31 de diciembre de 1999, en cumplimiento de los acuerdos firmados en 1977 por el entonces líder panameño Omar Torrijos y el presidente estadounidense Jimmy Carter.
Desde entonces Panamá ha recibido unos 8.500 millones de dólares, más que en los 85 años de administración estadounidense. Por el Canal transita 5% del comercio mundial y ya lo ha cruzado más de un millón de embarcaciones en un siglo.