Los ministros de Finanzas de los 28 países de la Unión Europea (UE) dieron en la noche del martes un ‘gran salto’ hacia la unión bancaria, pero no lograron limar todas las diferencias, lo que esperan hacer la próxima semana.
‘Aún no tenemos un acuerdo formal encima de la mesa, pero dimos un gran salto hacia adelante’, indicó el ministro lituano, Rimantas Sadzius, cuyo país preside el Consejo Europeo (que representa a los Estados), en una rueda de prensa.
Los ministros ‘hicieron progresos decisivos esta noche’, indicó en tanto el comisario europeo de Asuntos Financieros, Michel Barnier.
Pero no lograron cerrar las negociaciones sobre el denominado Mecanismo Único de Resolución (MUR), uno de los pilares de la unión bancaria que deberá decidir si liquidar o rescatar un banco que atraviese dificultades sin recurrir a dinero público.
Los ministros se reunirán nuevamente el próximo miércoles, la víspera de una cumbre europea, para una ‘larga noche de reunión’, señaló el ministro francés, Pierre Moscovici.
‘Coincidimos en que las capitales necesitan chequear algunos temas para que podamos alcanzar un acuerdo político final la próxima semana’, indicó el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble, al terminar la reunión.
Los ministros de Finanzas deben hallar un acuerdo para poder empezar el proceso de negociación institucional con el Parlamento Europeo y esperar que se apruebe el mecanismo en su totalidad antes de las elecciones europeas de mayo de 2014.
Este mecanismo es complementario del mecanismo de supervisión (el Mecanismo Único de Supervisión, MUS) que los ministros acordaron en octubre y que supervisará la solvencia y los activos de las entidades.
Pero aún faltan por resolver numerosos problemas, en primer lugar quién decidirá rescatar o liquidar ‘rápido’ una entidad con dificultades.
Según las versiones adelantadas durante la sesión de trabajo del martes, se puede crear un consejo de resolución, con representación de los Estados, a cargo de tomar la decisión. Pero por razones jurídicas, la decisión formal debe recaer en una institución europea. La Comisión propuso ocupar ese papel, pero Alemania se opone.
La solución podría consistir en dejar a la Comisión con una única función de control de las decisiones del consejo de resolución. Las decisiones de este consejo entrarían en vigor automáticamente salvo si la Comisión se opone respetando cierto plazo. En este caso, los representantes de los Estados deberían pedir al consejo de resolución que modifique su decisión.
En este punto, el comisario Michel Barnier emitió su ‘insatisfacción’, ya que lo considera ‘muy complejo’.
El alcance
Otro de los puntos en discusión es el alcance de aplicación del mecanismo. Alemania sostenía que debían ser sólo las 130 entidades financieras más importantes de la zona euro. Francia quería que cubriera la totalidad, unas 6.000.
Finalmente, el mecanismo se aplicaría directamente a unos 250 bancos transfronterizos, así como a los que necesiten ser liquidados.
También se tiene que definir cómo se constituirá este fondo de resolución, es decir, el dinero disponible para rescatar un banco, así como su monto. Hasta ahora se evocaba la posibilidad de que la banca misma contribuya a constituir el fondo, pero Berlín se opone a que se mutualice el riesgo en la zona euro.
El fondo estaría primero ‘compartimentado’: cada parte estaría alimentada por los bancos de un Estado y sólo podría rescatar los bancos de ese país. Pero, progresivamente, las barreras estatales desaparecerían para desembocar en un fondo único en diez años.
Los ministros deben definir además a qué ‘red de seguridad’ (o ‘backstops’) se recurrirá hasta que el fondo de resolución esté completamente constituido y sea operativo. El Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el fondo de rescate europeo que ya opera, podría cumplir esa función, aunque persisten las diferencias sobre este punto.
El mecanismo de resolución podría operar al mismo tiempo que el ‘bail-in’, que prevé rescatar los bancos solicitando en primer lugar a los accionistas y acreedores, y que continúa en discusión con el Parlamento Europeo. Se podría doptar lLa fecha de enero de 2016.
Pero todos estos elementos son interdependientes y sólo podrán ser objeto de un acuerdo global, observó Barnier.
Uno de los principales avances de la reunión del martes concierne la base jurídica del fondo de resolución, que planteaba problemas a Berlín. Se resolvería finalmente con un acuerdo intergubernamental, lo que conviene a algunos países, pero que disgustará al Parlamento Europeo, señaló Barnier.
Fue ‘una reunión densa, pero constructiva. Recorrimos el 95% del camino’, afirmó Moscovici. El punto ‘decisivo es que alcanzamos el objetivo: si hay bancos en dificultad, no será el contribuyente, sino los inversores y los acreedores, los que paguen los costes’, añadió.
La unión bancaria tiene por objetivo evitar que la banca privada ponga de rodillas a Europa, como en la última crisis financiera, verificando la solvencia del sistema financiero y supervisando que los bancos cumplan su función: dar crédito a las empresas, la clave para generar empleo y riqueza.
Los ministros de Finanzas de los 28 países de la Unión Europea (UE) dieron en la noche del martes un ‘gran salto’ hacia la unión bancaria, pero no lograron limar todas las diferencias, lo que esperan hacer la próxima semana.
‘Aún no tenemos un acuerdo formal encima de la mesa, pero dimos un gran salto hacia adelante’, indicó el ministro lituano, Rimantas Sadzius, cuyo país preside el Consejo Europeo (que representa a los Estados), en una rueda de prensa.
Los ministros ‘hicieron progresos decisivos esta noche’, indicó en tanto el comisario europeo de Asuntos Financieros, Michel Barnier.
Pero no lograron cerrar las negociaciones sobre el denominado Mecanismo Único de Resolución (MUR), uno de los pilares de la unión bancaria que deberá decidir si liquidar o rescatar un banco que atraviese dificultades sin recurrir a dinero público.
Los ministros se reunirán nuevamente el próximo miércoles, la víspera de una cumbre europea, para una ‘larga noche de reunión’, señaló el ministro francés, Pierre Moscovici.
‘Coincidimos en que las capitales necesitan chequear algunos temas para que podamos alcanzar un acuerdo político final la próxima semana’, indicó el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble, al terminar la reunión.
Los ministros de Finanzas deben hallar un acuerdo para poder empezar el proceso de negociación institucional con el Parlamento Europeo y esperar que se apruebe el mecanismo en su totalidad antes de las elecciones europeas de mayo de 2014.
Este mecanismo es complementario del mecanismo de supervisión (el Mecanismo Único de Supervisión, MUS) que los ministros acordaron en octubre y que supervisará la solvencia y los activos de las entidades.
Pero aún faltan por resolver numerosos problemas, en primer lugar quién decidirá rescatar o liquidar ‘rápido’ una entidad con dificultades.
Según las versiones adelantadas durante la sesión de trabajo del martes, se puede crear un consejo de resolución, con representación de los Estados, a cargo de tomar la decisión. Pero por razones jurídicas, la decisión formal debe recaer en una institución europea. La Comisión propuso ocupar ese papel, pero Alemania se opone.
La solución podría consistir en dejar a la Comisión con una única función de control de las decisiones del consejo de resolución. Las decisiones de este consejo entrarían en vigor automáticamente salvo si la Comisión se opone respetando cierto plazo. En este caso, los representantes de los Estados deberían pedir al consejo de resolución que modifique su decisión.
En este punto, el comisario Michel Barnier emitió su ‘insatisfacción’, ya que lo considera ‘muy complejo’.
El alcance
Otro de los puntos en discusión es el alcance de aplicación del mecanismo. Alemania sostenía que debían ser sólo las 130 entidades financieras más importantes de la zona euro. Francia quería que cubriera la totalidad, unas 6.000.
Finalmente, el mecanismo se aplicaría directamente a unos 250 bancos transfronterizos, así como a los que necesiten ser liquidados.
También se tiene que definir cómo se constituirá este fondo de resolución, es decir, el dinero disponible para rescatar un banco, así como su monto. Hasta ahora se evocaba la posibilidad de que la banca misma contribuya a constituir el fondo, pero Berlín se opone a que se mutualice el riesgo en la zona euro.
El fondo estaría primero ‘compartimentado’: cada parte estaría alimentada por los bancos de un Estado y sólo podría rescatar los bancos de ese país. Pero, progresivamente, las barreras estatales desaparecerían para desembocar en un fondo único en diez años.
Los ministros deben definir además a qué ‘red de seguridad’ (o ‘backstops’) se recurrirá hasta que el fondo de resolución esté completamente constituido y sea operativo. El Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el fondo de rescate europeo que ya opera, podría cumplir esa función, aunque persisten las diferencias sobre este punto.
El mecanismo de resolución podría operar al mismo tiempo que el ‘bail-in’, que prevé rescatar los bancos solicitando en primer lugar a los accionistas y acreedores, y que continúa en discusión con el Parlamento Europeo. Se podría doptar lLa fecha de enero de 2016.
Pero todos estos elementos son interdependientes y sólo podrán ser objeto de un acuerdo global, observó Barnier.
Uno de los principales avances de la reunión del martes concierne la base jurídica del fondo de resolución, que planteaba problemas a Berlín. Se resolvería finalmente con un acuerdo intergubernamental, lo que conviene a algunos países, pero que disgustará al Parlamento Europeo, señaló Barnier.
Fue ‘una reunión densa, pero constructiva. Recorrimos el 95% del camino’, afirmó Moscovici. El punto ‘decisivo es que alcanzamos el objetivo: si hay bancos en dificultad, no será el contribuyente, sino los inversores y los acreedores, los que paguen los costes’, añadió.
La unión bancaria tiene por objetivo evitar que la banca privada ponga de rodillas a Europa, como en la última crisis financiera, verificando la solvencia del sistema financiero y supervisando que los bancos cumplan su función: dar crédito a las empresas, la clave para generar empleo y riqueza.