Tres Escenarios Migratorios
Lo más probable es que veamos, en el mediano plazo, la oportunidad de una reforma migratoria bipartidista, mucho más restrictiva de la actual.
¿Cómo se ve el período 2025-2029?
Dada la importancia que tienen las decisiones de política pública de EE. UU., particularmente las que se refieres a temas migratorios, es vital, para los guatemaltecos, comprender qué podría pasar y qué puede significar para nosotros. Viendo el escenario actual, pareciera que es posible identificar tres posibles escenarios.
El primer escenario es la materialización de la promesa electoral del expresidente Trump de sacar millones de inmigrantes ilegales de EE. UU. Se ha hablado entre 15 y 20 millones.
Claro, este tipo de promesas electorales no son sencillas de cumplir. El muro fronterizo es un buen ejemplo. Sin embargo, dio paso a un cambio importante en la política hacia los vecinos del sur: la firma de los convenios de tercer país seguro. Guatemala, único país de la región para quien el convenio fue efectivo, aceptó 700 migrantes salvadoreños y hondureños. Con la llegada de Biden al poder, el convenio perdió vigencia.
Lo que probablemente ocurriría en este escenario, es que el Gobierno estadounidense presionaría a la región para firmar nuevamente los convenios de tercer país seguro. Una posibilidad es que el plan fuese similar a lo que los tories británicos intentaron con Ruanda: a cambio de USD 150 millones, se trasladarían hasta unos 52 mil inmigrantes ilegales en un plazo de 5 años. Otra posibilidad sería que, a cambio de los fondos ya destinados vía agencias de cooperación (ni un centavo adicional), se trasladen 100 mil o aún más inmigrantes ilegales, no solo de la región, sino también de Sudamérica, África y Asia.
En este primer escenario, el reto laboral de Guatemala sería la creación masiva de empleos para poder evitar problemas de criminalidad.
Para Guatemala, el reto en esta situación vuelve a ser la creación de empleo, ya que la migración hacia el norte ya no podrá ser, como hasta ahora, una válvula de escape.
El segundo escenario, podría ser volver a las políticas migratorias del presidente Biden del 2021-2023. Dicha época implicó un incremento importante en la migración hacia EE. UU., como se ve en la gráfica siguiente. Dicho escenario, aunque plausible es poco probable, dado que el tema migratorio es uno de los más complicados para la actual campaña de la vicepresidenta Harris.
Si este escenario llegara a ocurrir, el reto para Guatemala sería lograr una transición rápida hacia la tecnificación de su aparato productivo. Estos últimos años han visto una caída importante en la mano de obra disponible, así que será necesario identificar cómo el agro, el sector de transportes y el sector de servicios pueden impulsar un mayor nivel de productividad, de tecnificación y de automatización. No olvidemos que, según la Customs and Border Patrol, más de 900 mil guatemaltecos intentaron cruzar la frontera entre los años 2021 y 2024. Es decir, perdimos más de 5 % de nuestra población en 4 años.
Gráfica de encuentros en la frontera (2019-2024)
El tercer escenario sería mantener la política migratoria del presidente Biden, implementada a partir de junio 2024. A partir de ese mes, el gobierno norteamericano limitó el número de inmigrantes ilegales que pueden solicitar asilo. Esto ha desestimulado la migración ilegal, como se evidencia en que el número de arrestos en frontera hayan caído al nivel más bajo de toda la administración Biden.
Lo más probable es que veamos, en el mediano plazo, la oportunidad de una reforma migratoria bipartidista, mucho más restrictiva de la actual.
Si bien, este es un escenario probable, dado el sentimiento de los votantes norteamericanos hacia el flujo migratorio legal e ilegal, no está claro qué tanto tiempo podrá sostenerse. Se ha argumentado que se presentarán casos frente a las cortes federales porque esta medida incumple la ley de asilo. De ser así, lo más probable es que veamos, en el mediano plazo, la oportunidad de una reforma migratoria bipartidista, mucho más restrictiva de la actual.
En todo caso, para Guatemala, el reto en esta situación vuelve a ser la creación de empleo, ya que la migración hacia el norte ya no podrá ser, como hasta ahora, una válvula de escape.
Tres Escenarios Migratorios
Lo más probable es que veamos, en el mediano plazo, la oportunidad de una reforma migratoria bipartidista, mucho más restrictiva de la actual.


¿Cómo se ve el período 2025-2029?
Dada la importancia que tienen las decisiones de política pública de EE. UU., particularmente las que se refieres a temas migratorios, es vital, para los guatemaltecos, comprender qué podría pasar y qué puede significar para nosotros. Viendo el escenario actual, pareciera que es posible identificar tres posibles escenarios.
El primer escenario es la materialización de la promesa electoral del expresidente Trump de sacar millones de inmigrantes ilegales de EE. UU. Se ha hablado entre 15 y 20 millones.
Claro, este tipo de promesas electorales no son sencillas de cumplir. El muro fronterizo es un buen ejemplo. Sin embargo, dio paso a un cambio importante en la política hacia los vecinos del sur: la firma de los convenios de tercer país seguro. Guatemala, único país de la región para quien el convenio fue efectivo, aceptó 700 migrantes salvadoreños y hondureños. Con la llegada de Biden al poder, el convenio perdió vigencia.
Lo que probablemente ocurriría en este escenario, es que el Gobierno estadounidense presionaría a la región para firmar nuevamente los convenios de tercer país seguro. Una posibilidad es que el plan fuese similar a lo que los tories británicos intentaron con Ruanda: a cambio de USD 150 millones, se trasladarían hasta unos 52 mil inmigrantes ilegales en un plazo de 5 años. Otra posibilidad sería que, a cambio de los fondos ya destinados vía agencias de cooperación (ni un centavo adicional), se trasladen 100 mil o aún más inmigrantes ilegales, no solo de la región, sino también de Sudamérica, África y Asia.
En este primer escenario, el reto laboral de Guatemala sería la creación masiva de empleos para poder evitar problemas de criminalidad.
Para Guatemala, el reto en esta situación vuelve a ser la creación de empleo, ya que la migración hacia el norte ya no podrá ser, como hasta ahora, una válvula de escape.
El segundo escenario, podría ser volver a las políticas migratorias del presidente Biden del 2021-2023. Dicha época implicó un incremento importante en la migración hacia EE. UU., como se ve en la gráfica siguiente. Dicho escenario, aunque plausible es poco probable, dado que el tema migratorio es uno de los más complicados para la actual campaña de la vicepresidenta Harris.
Si este escenario llegara a ocurrir, el reto para Guatemala sería lograr una transición rápida hacia la tecnificación de su aparato productivo. Estos últimos años han visto una caída importante en la mano de obra disponible, así que será necesario identificar cómo el agro, el sector de transportes y el sector de servicios pueden impulsar un mayor nivel de productividad, de tecnificación y de automatización. No olvidemos que, según la Customs and Border Patrol, más de 900 mil guatemaltecos intentaron cruzar la frontera entre los años 2021 y 2024. Es decir, perdimos más de 5 % de nuestra población en 4 años.
Gráfica de encuentros en la frontera (2019-2024)
El tercer escenario sería mantener la política migratoria del presidente Biden, implementada a partir de junio 2024. A partir de ese mes, el gobierno norteamericano limitó el número de inmigrantes ilegales que pueden solicitar asilo. Esto ha desestimulado la migración ilegal, como se evidencia en que el número de arrestos en frontera hayan caído al nivel más bajo de toda la administración Biden.
Lo más probable es que veamos, en el mediano plazo, la oportunidad de una reforma migratoria bipartidista, mucho más restrictiva de la actual.
Si bien, este es un escenario probable, dado el sentimiento de los votantes norteamericanos hacia el flujo migratorio legal e ilegal, no está claro qué tanto tiempo podrá sostenerse. Se ha argumentado que se presentarán casos frente a las cortes federales porque esta medida incumple la ley de asilo. De ser así, lo más probable es que veamos, en el mediano plazo, la oportunidad de una reforma migratoria bipartidista, mucho más restrictiva de la actual.
En todo caso, para Guatemala, el reto en esta situación vuelve a ser la creación de empleo, ya que la migración hacia el norte ya no podrá ser, como hasta ahora, una válvula de escape.