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Tomando decisiones sin datos

Un presupuesto debe contar siempre con una relación demostrada entre su ejecución y las metas de desarrollo que se desean alcanzar.

.
Jorge Benavides |
24 de septiembre, 2024

La discusión que se hace todos los años sobre el Presupuesto General de Ingresos y Gastos tiende a centrarse en los montos solicitados por institución, las asignaciones según las prioridades de ejecución por programa y las fuentes de ingresos, ya sean ingresos por recaudación o la adquisición de deuda.

En cada uno de estos rubros, tengo serias dudas sobre la capacidad de ejecución que se ha demostrado en varias carteras, sobre todo en inversión en infraestructura. Adicionalmente, sigue sin estar clara la “priorización de prioridades”; es decir, en un país donde todo es urgente e importante, qué es lo primero que debe atenderse para generar inercia y efectos positivos en el resto de las variables en todo el territorio. Y, finalmente, con una capacidad creciente de recaudación (se espera cerrar el año con más de GTQ 102 MM de recaudación, lo que implicaría un 119 % de cumplimiento de la meta), la justificación de más deuda no tiene mayor sustento que el de “todavía tenemos capacidad de endeudamiento”.

Aun y con todo esto, mi reflexión no va solamente sobre la propuesta del presupuesto, sino sobre la efectividad que tendrá su uso. Dicho de otra forma, un presupuesto debe contar siempre con una relación demostrada entre su ejecución y las metas de desarrollo que se desean alcanzar. He buscado en donde he encontrado información publicada, pero no logro identificar cómo el presupuesto contribuirá a mejorar lo que el Gobierno se ha propuesto como ejes clave de la política pública.

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En el Gabinete Económico de junio, el Gobierno se planteó 900 kilómetros de caminos rurales y secundarios mejorados en 2024, USD 1 700 M de inversión extranjera directa en 2024, debido a mejoras del clima de negocios y la competitividad; 80 000 nuevos trabajadores con empleos formales afiliados al IGSS; sumar 8 000 mujeres asistidas con servicios de desarrollo empresarial y financiero; atraer 150 000 visitantes adicionales no residentes; aumentar las exportaciones en USD 700 M más que el año anterior, y la construcción, mejora y ampliación de viviendas para 17 349 familias que viven en pobreza, entre otras metas.

No es posible dirigir un país basándonos en preconcepciones, en supuestos, en teorías, o solo en ideologías. Para tomar buenas decisiones se necesitan datos y no discursos, se necesitan evaluaciones y no solamente bonitas presentaciones.

 

¿Qué tienen en común todas estas metas? Que, a la fecha, no hay información actualizada disponible que permita validar si algo se ha logrado en estos meses, si se está avanzando en la dirección correcta y si se tienen identificados los programas que contribuirán a alcanzar estas y otras metas en 2024 y en 2025. Si se busca en las páginas del Instituto Nacional de Estadística, del IGSS, del Banco de Guatemala, del Ministerio de Economía, del Ministerio de Comunicación o del INGUAT la contantes es información incompleta, desactualizada o ausente. A manera de ejemplo, al momento de escribir esta columna, los datos disponibles de inversión extranjera son a marzo, los datos sobre empleo en el IGSS son a mayo (y todavía no hay datos municipales 2023) y los últimos datos de red vial son de 2022. No obstante, debo reconocer que el INGUAT tiene disponibles Boletines Estadísticos mensuales hasta el mes de Agosto.

Escribo estas líneas porque no es posible dirigir un país basándonos en preconcepciones, en supuestos, en teorías, o solo en ideologías. Para tomar buenas decisiones se necesitan datos y no discursos, se necesitan evaluaciones y no solamente bonitas presentaciones.

Un comentario adicional. Me pareció extraordinario el discurso que la Primera Dama dio en Ucrania tras haber participado en la Cuarta Cumbre de Primeras Damas y Caballeros que se desarrolló en Kiev. Encomiables sus palabras sobre la importancia de invertir en los niños y jóvenes, sobre todo en erradicar la Desnutrición Crónica como principal símbolo del poco desarrollo que tenemos. Ahora bien, para saber si las acciones emprendidas y a emprender tienen y tendrán resultado, deberíamos tener alguna actualización periódica sobre la tasa de Desnutrición Crónica en Guatemala, pero la última vez que se evaluó fue en 2015 (VI Encuesta de Salud Materno Infantil 2014-2015, publicada en enero de 2017).

Tomando decisiones sin datos

Un presupuesto debe contar siempre con una relación demostrada entre su ejecución y las metas de desarrollo que se desean alcanzar.

Jorge Benavides |
24 de septiembre, 2024
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La discusión que se hace todos los años sobre el Presupuesto General de Ingresos y Gastos tiende a centrarse en los montos solicitados por institución, las asignaciones según las prioridades de ejecución por programa y las fuentes de ingresos, ya sean ingresos por recaudación o la adquisición de deuda.

En cada uno de estos rubros, tengo serias dudas sobre la capacidad de ejecución que se ha demostrado en varias carteras, sobre todo en inversión en infraestructura. Adicionalmente, sigue sin estar clara la “priorización de prioridades”; es decir, en un país donde todo es urgente e importante, qué es lo primero que debe atenderse para generar inercia y efectos positivos en el resto de las variables en todo el territorio. Y, finalmente, con una capacidad creciente de recaudación (se espera cerrar el año con más de GTQ 102 MM de recaudación, lo que implicaría un 119 % de cumplimiento de la meta), la justificación de más deuda no tiene mayor sustento que el de “todavía tenemos capacidad de endeudamiento”.

Aun y con todo esto, mi reflexión no va solamente sobre la propuesta del presupuesto, sino sobre la efectividad que tendrá su uso. Dicho de otra forma, un presupuesto debe contar siempre con una relación demostrada entre su ejecución y las metas de desarrollo que se desean alcanzar. He buscado en donde he encontrado información publicada, pero no logro identificar cómo el presupuesto contribuirá a mejorar lo que el Gobierno se ha propuesto como ejes clave de la política pública.

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En el Gabinete Económico de junio, el Gobierno se planteó 900 kilómetros de caminos rurales y secundarios mejorados en 2024, USD 1 700 M de inversión extranjera directa en 2024, debido a mejoras del clima de negocios y la competitividad; 80 000 nuevos trabajadores con empleos formales afiliados al IGSS; sumar 8 000 mujeres asistidas con servicios de desarrollo empresarial y financiero; atraer 150 000 visitantes adicionales no residentes; aumentar las exportaciones en USD 700 M más que el año anterior, y la construcción, mejora y ampliación de viviendas para 17 349 familias que viven en pobreza, entre otras metas.

No es posible dirigir un país basándonos en preconcepciones, en supuestos, en teorías, o solo en ideologías. Para tomar buenas decisiones se necesitan datos y no discursos, se necesitan evaluaciones y no solamente bonitas presentaciones.

 

¿Qué tienen en común todas estas metas? Que, a la fecha, no hay información actualizada disponible que permita validar si algo se ha logrado en estos meses, si se está avanzando en la dirección correcta y si se tienen identificados los programas que contribuirán a alcanzar estas y otras metas en 2024 y en 2025. Si se busca en las páginas del Instituto Nacional de Estadística, del IGSS, del Banco de Guatemala, del Ministerio de Economía, del Ministerio de Comunicación o del INGUAT la contantes es información incompleta, desactualizada o ausente. A manera de ejemplo, al momento de escribir esta columna, los datos disponibles de inversión extranjera son a marzo, los datos sobre empleo en el IGSS son a mayo (y todavía no hay datos municipales 2023) y los últimos datos de red vial son de 2022. No obstante, debo reconocer que el INGUAT tiene disponibles Boletines Estadísticos mensuales hasta el mes de Agosto.

Escribo estas líneas porque no es posible dirigir un país basándonos en preconcepciones, en supuestos, en teorías, o solo en ideologías. Para tomar buenas decisiones se necesitan datos y no discursos, se necesitan evaluaciones y no solamente bonitas presentaciones.

Un comentario adicional. Me pareció extraordinario el discurso que la Primera Dama dio en Ucrania tras haber participado en la Cuarta Cumbre de Primeras Damas y Caballeros que se desarrolló en Kiev. Encomiables sus palabras sobre la importancia de invertir en los niños y jóvenes, sobre todo en erradicar la Desnutrición Crónica como principal símbolo del poco desarrollo que tenemos. Ahora bien, para saber si las acciones emprendidas y a emprender tienen y tendrán resultado, deberíamos tener alguna actualización periódica sobre la tasa de Desnutrición Crónica en Guatemala, pero la última vez que se evaluó fue en 2015 (VI Encuesta de Salud Materno Infantil 2014-2015, publicada en enero de 2017).

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