EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: Templanza y Valentía para Transformar el Mundo: Lecciones de la Argentina de Milei
Puedo anticiparles entonces que la virtud del individuo es el sistema moral que permite construir una mejor sociedad, el capitalismo su modelo económico asociado y la república el sistema político que lo mantiene.
Las virtudes fundamentales según la teología cristiana son siete: justicia, prudencia, valentía, templanza, fe, esperanza y caridad. De las anteriores, la valentía y la templanza son esenciales para transformar el mundo.
Templanza, según Aristóteles, es la fuerza para encontrar el equilibrio entre el placer y el dolor, evitando los extremos del ascetismo y la indulgencia. Marco Aurelio ilustró la templanza con esta frase: "Acostúmbrate a las cosas difíciles, porque la mano izquierda, inhábil en todo lo demás, tiene más fuerza que la derecha para tener las riendas, porque está habituada a ello."
Grandes personajes históricos como Buda, Confucio, Jesucristo, Marco Aurelio, Lincoln, Gandhi y Mandela practicaron la templanza. Para Aristóteles, la valentía es el término medio entre la cobardía y la temeridad. La cobardía es el defecto de la valentía, mientras que la temeridad es su exceso. El que se excede en audacia respecto de las cosas temibles es temerario.
Por ejemplo, alguien que toma las riendas de un gobierno sin tener un equipo preparado, se lanza ante el abismo porque no es capaz de medir las consecuencias de su osadía. Los valientes enfrentan retos con conocimiento de sus fuerzas y las consecuencias de sus acciones. Ejemplos de valentía incluyen a Moisés, Leónidas, Alejandro Magno, Juana de Arco, Napoleón, Gandhi y Mandela.
Javier Milei en Argentina es un ejemplo contemporáneo de valentía y templanza. A pesar de sus condiciones personales favorables, como ser un intelectual de alto prestigio, conferencista internacional y asesor económico, Milei decidió asumir el reto de la presidencia en un contexto de crisis profunda. Era un outsider político sin apoyo del establishment, enfrentando críticas por su temperamento y comportamiento, y con ideas radicales como la dolarización de la economía y la eliminación del Banco Central.
Milei mostró templanza al adoptar un enfoque pragmático en ciertas políticas. En lugar de cerrar el Banco Central, optó por dotarlo de fondos, comprando millones de dólares en reservas. En vez de eliminar el peso trabajó en fortalecer su valor, apreciándolo más del 70%. Estas acciones demuestran su capacidad para moderar posturas extremas y adaptarse a las realidades económicas y políticas del país.
Contra todo pronóstico, Milei ganó las elecciones con el apoyo del pueblo ante la necesidad de un cambio tras más de 80 años de políticas populistas e intervencionistas. Asumió la presidencia en un momento de crisis, con una inflación descontrolada que superaba el 140% anual, más del 40% de la población en pobreza, un peso devaluado, un déficit fiscal crónico y una deuda impagable.
Con valentía, tomó medidas para reducir la inflación al 4.2%, logró un superávit financiero no visto en 20 años, consiguió la aprobación de la Ley Bases en el Senado, renovó el intercambio de remesas con China, redujo el riesgo país y la base monetaria. Además, en busca de ayudar a los más pobres, incrementó en 500% la asignación a programas sociales, en 311% la ayuda escolar y duplicó la Asignación Universal por Hijo y la Tarjeta Alimentar.
Milei mostró templanza al adoptar un enfoque pragmático en ciertas políticas. En lugar de cerrar el Banco Central, optó por dotarlo de fondos, comprando millones de dólares en reservas. En vez de eliminar el peso trabajó en fortalecer su valor, apreciándolo más del 70%. Estas acciones demuestran su capacidad para moderar posturas extremas y adaptarse a las realidades económicas y políticas del país.
Algunos pensarán que exagero al plantearlo como poseedor de valentía y templanza, pero consideren que durante su ceremonia de asunción, junto al rabino Simón Axel Wahnish pidió a Dios sabiduría, coraje y templanza, subrayando la importancia de la virtud en su gobierno.
Vemos pues querido lector, que la virtud es esencial para la transformación de los individuos y de una nación. Puedo anticiparles entonces que la virtud del individuo es el sistema moral que permite construir una mejor sociedad, el capitalismo su modelo económico asociado y la república el sistema político que lo mantiene. Esta afirmación la analizaremos mejor la próxima semana.
PhD. José Ramiro Bolaños
Templanza y Valentía para Transformar el Mundo: Lecciones de la Argentina de Milei
Puedo anticiparles entonces que la virtud del individuo es el sistema moral que permite construir una mejor sociedad, el capitalismo su modelo económico asociado y la república el sistema político que lo mantiene.
Las virtudes fundamentales según la teología cristiana son siete: justicia, prudencia, valentía, templanza, fe, esperanza y caridad. De las anteriores, la valentía y la templanza son esenciales para transformar el mundo.
Templanza, según Aristóteles, es la fuerza para encontrar el equilibrio entre el placer y el dolor, evitando los extremos del ascetismo y la indulgencia. Marco Aurelio ilustró la templanza con esta frase: "Acostúmbrate a las cosas difíciles, porque la mano izquierda, inhábil en todo lo demás, tiene más fuerza que la derecha para tener las riendas, porque está habituada a ello."
Grandes personajes históricos como Buda, Confucio, Jesucristo, Marco Aurelio, Lincoln, Gandhi y Mandela practicaron la templanza. Para Aristóteles, la valentía es el término medio entre la cobardía y la temeridad. La cobardía es el defecto de la valentía, mientras que la temeridad es su exceso. El que se excede en audacia respecto de las cosas temibles es temerario.
Por ejemplo, alguien que toma las riendas de un gobierno sin tener un equipo preparado, se lanza ante el abismo porque no es capaz de medir las consecuencias de su osadía. Los valientes enfrentan retos con conocimiento de sus fuerzas y las consecuencias de sus acciones. Ejemplos de valentía incluyen a Moisés, Leónidas, Alejandro Magno, Juana de Arco, Napoleón, Gandhi y Mandela.
Javier Milei en Argentina es un ejemplo contemporáneo de valentía y templanza. A pesar de sus condiciones personales favorables, como ser un intelectual de alto prestigio, conferencista internacional y asesor económico, Milei decidió asumir el reto de la presidencia en un contexto de crisis profunda. Era un outsider político sin apoyo del establishment, enfrentando críticas por su temperamento y comportamiento, y con ideas radicales como la dolarización de la economía y la eliminación del Banco Central.
Milei mostró templanza al adoptar un enfoque pragmático en ciertas políticas. En lugar de cerrar el Banco Central, optó por dotarlo de fondos, comprando millones de dólares en reservas. En vez de eliminar el peso trabajó en fortalecer su valor, apreciándolo más del 70%. Estas acciones demuestran su capacidad para moderar posturas extremas y adaptarse a las realidades económicas y políticas del país.
Contra todo pronóstico, Milei ganó las elecciones con el apoyo del pueblo ante la necesidad de un cambio tras más de 80 años de políticas populistas e intervencionistas. Asumió la presidencia en un momento de crisis, con una inflación descontrolada que superaba el 140% anual, más del 40% de la población en pobreza, un peso devaluado, un déficit fiscal crónico y una deuda impagable.
Con valentía, tomó medidas para reducir la inflación al 4.2%, logró un superávit financiero no visto en 20 años, consiguió la aprobación de la Ley Bases en el Senado, renovó el intercambio de remesas con China, redujo el riesgo país y la base monetaria. Además, en busca de ayudar a los más pobres, incrementó en 500% la asignación a programas sociales, en 311% la ayuda escolar y duplicó la Asignación Universal por Hijo y la Tarjeta Alimentar.
Milei mostró templanza al adoptar un enfoque pragmático en ciertas políticas. En lugar de cerrar el Banco Central, optó por dotarlo de fondos, comprando millones de dólares en reservas. En vez de eliminar el peso trabajó en fortalecer su valor, apreciándolo más del 70%. Estas acciones demuestran su capacidad para moderar posturas extremas y adaptarse a las realidades económicas y políticas del país.
Algunos pensarán que exagero al plantearlo como poseedor de valentía y templanza, pero consideren que durante su ceremonia de asunción, junto al rabino Simón Axel Wahnish pidió a Dios sabiduría, coraje y templanza, subrayando la importancia de la virtud en su gobierno.
Vemos pues querido lector, que la virtud es esencial para la transformación de los individuos y de una nación. Puedo anticiparles entonces que la virtud del individuo es el sistema moral que permite construir una mejor sociedad, el capitalismo su modelo económico asociado y la república el sistema político que lo mantiene. Esta afirmación la analizaremos mejor la próxima semana.
PhD. José Ramiro Bolaños
