¿Socialismo, la ideología de los criminales? No, ¿cómo va a ser eso? Dirán muchos. Si mucha gente “buena” abraza esas ideas y quieren mejorar la sociedad. No, usted debe estar equivocado.
¿Pero lo estoy?
LA TEORÍA
“En una palabra, nos acusáis de querer abolir vuestra propiedad. Efectivamente, eso es lo que queremos”.
¿Son estas las palabras de una “buena persona”, respetuosa de los derechos de los demás y de la ley o las de un maleante que pretende violar el derecho de propiedad de los otros y a quienes la ley les importa un comino?
¿Y qué pretenden hacer estas “buenas personas” cuando lleguen al poder?
“Sin embargo, para los países más avanzados las medidas siguientes podrán ser puestas en práctica: l° Expropiación de la propiedad territorial y aplicación de la renta a los gastos del Estado; 2° Impuesto fuertemente progresivo; 3° Abolición de la herencia; 4° Confiscación de la propiedad de los emigrados y rebeldes;”
¿Y quién pasa a ser el propietario de todos esos bienes que les robarán a sus legítimos dueños? Pues el Estado, responden ¿Y quién es el Estado? Evidentemente, la nueva casta de gobernantes, como los Castro en Cuba; los Ortega en Nicaragua; Chávez y Maduro en Venezuela; los Kirchner en Argentina, etc. Todavía resuenan las palabras de Chávez, reproducidas por las cadenas de televisión: «¿De quién es eso? Exprópiese ¿Y lo de allá? Exprópiese ¿Y lo de más allá? Exprópiese también.»
A propósito, los párrafos que he citado son del Manifiesto Comunista de Karl Marx y Friedrich Engels.
LA PRÁCTICA
Ejemplos de bandoleros queriendo justificar sus delitos en esta ideología los vemos por todos lados. Recientemente contemplamos a los militantes de CODECA (conocidos por hurtar energía eléctrica a los productores y distribuidores) bloquear carreteras para manifestar en contra de los funcionarios del Ministerio Público, exigiendo su destitución y, además, la nacionalización de las empresas productoras y distribuidoras de electricidad, bajo la excusa de que el servicio de energía eléctrica es un “derecho del ciudadano”. Pronto le seguiría la telefonía, porque “la intercomunicación es un derecho ciudadano”. Y después la agricultura, porque la “salud alimentaria es un derecho ciudadano”. Y así hasta haberse apoderado de todo y esclavizado al ciudadano.
Y ¿qué opinan los señores del gobierno actual de estos bloqueos? La diputada de Semilla, Andrea Reyes, nos ilustra pues, al referirse a esos bloqueos. En una entrevista que le hicieran en Libertópolis dijo: «Los bloqueos son una expresión del descontento… Qué importa si es legal o no es legal».
En la historia política de los EE. UU. (...) De estos siete, seis son Republicanos. El socialismo atrae a sus filas a aquellos que creen que pueden beneficiarse del despojo a otros y para quienes no importa si es legal o no es legal.
EL ÚLTIMO RECURSO
¿Y qué sucede cuando la sociedad no se rinde ante las exigencias de los criminales socialistas?
Pues recurren a la violencia, bloquean caminos, impiden la libre locomoción de los ciudadanos, destruyen propiedad pública y privada, etc. Lo hemos visto en nuestro país y también en otros como en Chile, Colombia, Francia y en Estados Unidos de Norteamérica.
Los socialistas del Partido Demócrata norteamericano trataron de quitar al presidente Trump inventando un caso de colusión con los rusos. Después le ganaron las elecciones con métodos que aquí no habrían sido aceptados (por nuestra desconfianza hispana), como el voto por correo y sin necesidad de identificación que acredite la ciudadanía. Luego quisieron incriminarlo en una supuesta toma violenta del Capitolio que también les falló, por ser una evidente mentira. Quisieron sacarlo de la competencia presidencial metiéndolo a la cárcel y arruinándolo financieramente. También eso les salió mal. El debate presidencial fue desastroso para los demócratas, quienes ahora divididos no logran ponerse de acuerdo en sustituir a Biden o no. Y la última noticia es el intento de asesinar al presidente Trump. En la historia política de los EE. UU. ha habido siete atentados contra presidentes: 1865, Lincoln; 1881, Garfield; 1901, McKinley; 1963, Kennedy, todos ellos asesinados; 1912, Roosevelt; 1981, Reagan, y hoy 2024, Trump, todos ellos heridos. De estos siete, seis son Republicanos.
El socialismo atrae a sus filas a aquellos que creen que pueden beneficiarse del despojo a otros y para quienes no importa si es legal o no es legal.
¿Socialismo, la ideología de los criminales? No, ¿cómo va a ser eso? Dirán muchos. Si mucha gente “buena” abraza esas ideas y quieren mejorar la sociedad. No, usted debe estar equivocado.
¿Pero lo estoy?
LA TEORÍA
“En una palabra, nos acusáis de querer abolir vuestra propiedad. Efectivamente, eso es lo que queremos”.
¿Son estas las palabras de una “buena persona”, respetuosa de los derechos de los demás y de la ley o las de un maleante que pretende violar el derecho de propiedad de los otros y a quienes la ley les importa un comino?
¿Y qué pretenden hacer estas “buenas personas” cuando lleguen al poder?
“Sin embargo, para los países más avanzados las medidas siguientes podrán ser puestas en práctica: l° Expropiación de la propiedad territorial y aplicación de la renta a los gastos del Estado; 2° Impuesto fuertemente progresivo; 3° Abolición de la herencia; 4° Confiscación de la propiedad de los emigrados y rebeldes;”
¿Y quién pasa a ser el propietario de todos esos bienes que les robarán a sus legítimos dueños? Pues el Estado, responden ¿Y quién es el Estado? Evidentemente, la nueva casta de gobernantes, como los Castro en Cuba; los Ortega en Nicaragua; Chávez y Maduro en Venezuela; los Kirchner en Argentina, etc. Todavía resuenan las palabras de Chávez, reproducidas por las cadenas de televisión: «¿De quién es eso? Exprópiese ¿Y lo de allá? Exprópiese ¿Y lo de más allá? Exprópiese también.»
A propósito, los párrafos que he citado son del Manifiesto Comunista de Karl Marx y Friedrich Engels.
LA PRÁCTICA
Ejemplos de bandoleros queriendo justificar sus delitos en esta ideología los vemos por todos lados. Recientemente contemplamos a los militantes de CODECA (conocidos por hurtar energía eléctrica a los productores y distribuidores) bloquear carreteras para manifestar en contra de los funcionarios del Ministerio Público, exigiendo su destitución y, además, la nacionalización de las empresas productoras y distribuidoras de electricidad, bajo la excusa de que el servicio de energía eléctrica es un “derecho del ciudadano”. Pronto le seguiría la telefonía, porque “la intercomunicación es un derecho ciudadano”. Y después la agricultura, porque la “salud alimentaria es un derecho ciudadano”. Y así hasta haberse apoderado de todo y esclavizado al ciudadano.
Y ¿qué opinan los señores del gobierno actual de estos bloqueos? La diputada de Semilla, Andrea Reyes, nos ilustra pues, al referirse a esos bloqueos. En una entrevista que le hicieran en Libertópolis dijo: «Los bloqueos son una expresión del descontento… Qué importa si es legal o no es legal».
En la historia política de los EE. UU. (...) De estos siete, seis son Republicanos. El socialismo atrae a sus filas a aquellos que creen que pueden beneficiarse del despojo a otros y para quienes no importa si es legal o no es legal.
EL ÚLTIMO RECURSO
¿Y qué sucede cuando la sociedad no se rinde ante las exigencias de los criminales socialistas?
Pues recurren a la violencia, bloquean caminos, impiden la libre locomoción de los ciudadanos, destruyen propiedad pública y privada, etc. Lo hemos visto en nuestro país y también en otros como en Chile, Colombia, Francia y en Estados Unidos de Norteamérica.
Los socialistas del Partido Demócrata norteamericano trataron de quitar al presidente Trump inventando un caso de colusión con los rusos. Después le ganaron las elecciones con métodos que aquí no habrían sido aceptados (por nuestra desconfianza hispana), como el voto por correo y sin necesidad de identificación que acredite la ciudadanía. Luego quisieron incriminarlo en una supuesta toma violenta del Capitolio que también les falló, por ser una evidente mentira. Quisieron sacarlo de la competencia presidencial metiéndolo a la cárcel y arruinándolo financieramente. También eso les salió mal. El debate presidencial fue desastroso para los demócratas, quienes ahora divididos no logran ponerse de acuerdo en sustituir a Biden o no. Y la última noticia es el intento de asesinar al presidente Trump. En la historia política de los EE. UU. ha habido siete atentados contra presidentes: 1865, Lincoln; 1881, Garfield; 1901, McKinley; 1963, Kennedy, todos ellos asesinados; 1912, Roosevelt; 1981, Reagan, y hoy 2024, Trump, todos ellos heridos. De estos siete, seis son Republicanos.
El socialismo atrae a sus filas a aquellos que creen que pueden beneficiarse del despojo a otros y para quienes no importa si es legal o no es legal.