Empezando por el principio, el partido Semilla fue declarado nulo. O sea que ya no hay semilla, aunque el mal permanece, metido hasta las entrañas del gobierno.
La incapacidad de esta agrupación que nos gobierna es monumental. El robo de armas y municiones marca un antes y un después en su gestión. Aún no hay responsables sometidos a la justicia. Es inaudito esto.
Esta nueva primavera ha mostrado la putrefacción de los frutos que alguna vez nos alimentaron de paz, respeto y cumplimiento de la ley.
El florecimiento de esa semilla se ha convertido en una pesadilla. El país entero está sin rumbo. La primavera se convirtió en un otoño seco y demasiado largo.
El presidente parece no tener control del país. No hay liderazgo y lo envuelve el temor a la destitución. En sus mensajes casi pidió que se reconozca su autoridad.
Me pregunto, ¿cuál autoridad? El presidente no la tiene. ¿Quiénes están, entonces, dirigiendo el rumbo? Todo esto preocupa muchísimo pues no es posible navegar por las aguas del progreso y desarrollo si estas son turbias y turbulentas.
Es el presidente quien debe tomar las riendas, pero parece que no tiene la capacidad. Ojalá y no sea así para que pueda asumir su investidura y conducirnos hacia el desarrollo económico.
Guatemala es un país bendecido. El sector privado, incluyendo el informal, son quienes sostienen al país. Pero necesitamos liderazgo y un rumbo definido. Difícil de lograr con las autoridades actuales, pero no imposible. Por el bien de todos los chapines, ojalá haya una dirección firme hacia delante.
Empezando por el principio, el partido Semilla fue declarado nulo. O sea que ya no hay semilla, aunque el mal permanece, metido hasta las entrañas del gobierno.
La incapacidad de esta agrupación que nos gobierna es monumental. El robo de armas y municiones marca un antes y un después en su gestión. Aún no hay responsables sometidos a la justicia. Es inaudito esto.
Esta nueva primavera ha mostrado la putrefacción de los frutos que alguna vez nos alimentaron de paz, respeto y cumplimiento de la ley.
El florecimiento de esa semilla se ha convertido en una pesadilla. El país entero está sin rumbo. La primavera se convirtió en un otoño seco y demasiado largo.
El presidente parece no tener control del país. No hay liderazgo y lo envuelve el temor a la destitución. En sus mensajes casi pidió que se reconozca su autoridad.
Me pregunto, ¿cuál autoridad? El presidente no la tiene. ¿Quiénes están, entonces, dirigiendo el rumbo? Todo esto preocupa muchísimo pues no es posible navegar por las aguas del progreso y desarrollo si estas son turbias y turbulentas.
Es el presidente quien debe tomar las riendas, pero parece que no tiene la capacidad. Ojalá y no sea así para que pueda asumir su investidura y conducirnos hacia el desarrollo económico.
Guatemala es un país bendecido. El sector privado, incluyendo el informal, son quienes sostienen al país. Pero necesitamos liderazgo y un rumbo definido. Difícil de lograr con las autoridades actuales, pero no imposible. Por el bien de todos los chapines, ojalá haya una dirección firme hacia delante.
 EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE:
 EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: 