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Saturno se devoró a sus hijos

Aunque la inacción por parte del gobierno empezaba a generar desesperación entre la población, este cambio de actitud tampoco ha sentado bien entre los férreos seguidores del partido de gobierno, a quienes les prometieron “que las cosas serían diferentes”.

Saturno de Francisco Goya
Marimaite Rayo |
28 de noviembre, 2024

Los últimos días han sido maratónicos para todos los diputados, tanto en trances políticos, como en errores legislativos, especialmente por parte del bloque oficialista. Sin embargo, más que una victoria política, como los oficialistas lo presentan, estas últimas sesiones han servido como el lienzo perfecto para que los diputados independientes pintaran con sus verdaderos colores.

En otras palabras, el desgaste y la falta de agilidad política los llevó a convertirse en lo que siempre juraron destruir y que ellos mismos bautizaron, el Pacto de Corruptos. Consecuentemente, así como Saturno devoró a sus hijos por miedo a ser destronado, el sistema oscuro e irregular que caracteriza a la política guatemalteca devoró a quienes prometieron destruirlo desde adentro, lo cual prueba que más que palabras, las acciones son necesarias.

Con palos y sin zanahorias

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En la política, la negociación lo es todo y, en la mayoría de los casos, se cuenta con dos herramientas esenciales, los palos y las zanahorias. Por un lado, los palos se vinculan al uso de estrategias amenazantes, negociaciones por debajo de la mesa y toda movida que implique el uso del poder duro. Por otro lado, las zanahorias tienen mayor relación con la búsqueda de consensos, la reciprocidad y aquellas estrategias que pretenden convencer en la luz de la verdad. Sin embargo, mientras que los palos podrían resultar muy costosos en el corto plazo, dado que podrían poner en juego la reputación de los políticos, en el largo plazo proporcionan lealtad y seguridad en los acuerdos. En cambio, las zanahorias pueden ser muy desgastantes y poco efectivas en términos de resultados. Como consecuencia, el desembocarse por una única herramienta podría tener resultados desastrosos para la gestión pública.

Así como Saturno, también conocido como Cronos en la mitología griega, mantenía una lucha constante contra el paso del tiempo, los políticos de Semilla solo necesitaban que se les alinearan los astros, el tiempo político y los incentivos (monetarios) para dejar de pelear contra las fuerzas del sistema y ser uno más entre el Pacto de Corruptos.  

En los primeros meses de la administración del partido Semilla, tanto el mandatario, como su bancada en el legislativo, optaron por las zanahorias o como al presidente Arévalo le gusta llamarlo, el juego de ajedrez. A pesar de que en un inicio parecía que esta actitud sería la más adecuada para la formación de consensos y la conciliación de posiciones, la falta de resultados evidenció el error en el cálculo político. En este sentido, la caída en la popularidad del gobierno fue la llamada de atención que necesitaban para cambiar la marcha.

No obstante, esta situación únicamente provocó una radicalización de posiciones entre los legisladores y una consecuente transformación de actitud apegada a las costumbres del pasado, como el hostigamiento, la amenaza y los trances políticos. Ahora bien, el peligro es que, contrario a la narrativa que había manejado el oficialismo, este cambio de comportamiento responde a intereses de partido, no de nación, por lo que tiene la capacidad de mermar la poca institucionalidad que queda en el país.

Adicionalmente, esta estrategia ha estado llena de contradicciones, lo cual es evidencia de la falta de experiencia entre los legisladores. En primer lugar, mientras que con una mano aprobaron la tan esperada Ley de Competencia, con la otra mano firmaron privilegios fiscales a favor del sector agropecuario. De forma similar, por un lado, reformaron la Ley Contra la Delincuencia Organizada para “cesar la persecución política”, por otro lado, aprobaron la Ley de la Policía Nacional Civil que faculta a los policías a actual al margen de las órdenes de los jueces.

Aunque la inacción por parte del gobierno empezaba a generar desesperación entre la población, este cambio de actitud tampoco ha sentado bien entre los férreos seguidores del partido de gobierno, a quienes les prometieron “que las cosas serían diferentes”. Consecuentemente, así como Saturno, también conocido como Cronos en la mitología griega, mantenía una lucha constante contra el paso del tiempo, los políticos de Semilla solo necesitaban que se les alinearan los astros, el tiempo político y los incentivos (monetarios) para dejar de pelear contra las fuerzas del sistema y ser uno más entre el Pacto de Corruptos.  

Saturno se devoró a sus hijos

Aunque la inacción por parte del gobierno empezaba a generar desesperación entre la población, este cambio de actitud tampoco ha sentado bien entre los férreos seguidores del partido de gobierno, a quienes les prometieron “que las cosas serían diferentes”.

Marimaite Rayo |
28 de noviembre, 2024
Saturno de Francisco Goya

Los últimos días han sido maratónicos para todos los diputados, tanto en trances políticos, como en errores legislativos, especialmente por parte del bloque oficialista. Sin embargo, más que una victoria política, como los oficialistas lo presentan, estas últimas sesiones han servido como el lienzo perfecto para que los diputados independientes pintaran con sus verdaderos colores.

En otras palabras, el desgaste y la falta de agilidad política los llevó a convertirse en lo que siempre juraron destruir y que ellos mismos bautizaron, el Pacto de Corruptos. Consecuentemente, así como Saturno devoró a sus hijos por miedo a ser destronado, el sistema oscuro e irregular que caracteriza a la política guatemalteca devoró a quienes prometieron destruirlo desde adentro, lo cual prueba que más que palabras, las acciones son necesarias.

Con palos y sin zanahorias

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En la política, la negociación lo es todo y, en la mayoría de los casos, se cuenta con dos herramientas esenciales, los palos y las zanahorias. Por un lado, los palos se vinculan al uso de estrategias amenazantes, negociaciones por debajo de la mesa y toda movida que implique el uso del poder duro. Por otro lado, las zanahorias tienen mayor relación con la búsqueda de consensos, la reciprocidad y aquellas estrategias que pretenden convencer en la luz de la verdad. Sin embargo, mientras que los palos podrían resultar muy costosos en el corto plazo, dado que podrían poner en juego la reputación de los políticos, en el largo plazo proporcionan lealtad y seguridad en los acuerdos. En cambio, las zanahorias pueden ser muy desgastantes y poco efectivas en términos de resultados. Como consecuencia, el desembocarse por una única herramienta podría tener resultados desastrosos para la gestión pública.

Así como Saturno, también conocido como Cronos en la mitología griega, mantenía una lucha constante contra el paso del tiempo, los políticos de Semilla solo necesitaban que se les alinearan los astros, el tiempo político y los incentivos (monetarios) para dejar de pelear contra las fuerzas del sistema y ser uno más entre el Pacto de Corruptos.  

En los primeros meses de la administración del partido Semilla, tanto el mandatario, como su bancada en el legislativo, optaron por las zanahorias o como al presidente Arévalo le gusta llamarlo, el juego de ajedrez. A pesar de que en un inicio parecía que esta actitud sería la más adecuada para la formación de consensos y la conciliación de posiciones, la falta de resultados evidenció el error en el cálculo político. En este sentido, la caída en la popularidad del gobierno fue la llamada de atención que necesitaban para cambiar la marcha.

No obstante, esta situación únicamente provocó una radicalización de posiciones entre los legisladores y una consecuente transformación de actitud apegada a las costumbres del pasado, como el hostigamiento, la amenaza y los trances políticos. Ahora bien, el peligro es que, contrario a la narrativa que había manejado el oficialismo, este cambio de comportamiento responde a intereses de partido, no de nación, por lo que tiene la capacidad de mermar la poca institucionalidad que queda en el país.

Adicionalmente, esta estrategia ha estado llena de contradicciones, lo cual es evidencia de la falta de experiencia entre los legisladores. En primer lugar, mientras que con una mano aprobaron la tan esperada Ley de Competencia, con la otra mano firmaron privilegios fiscales a favor del sector agropecuario. De forma similar, por un lado, reformaron la Ley Contra la Delincuencia Organizada para “cesar la persecución política”, por otro lado, aprobaron la Ley de la Policía Nacional Civil que faculta a los policías a actual al margen de las órdenes de los jueces.

Aunque la inacción por parte del gobierno empezaba a generar desesperación entre la población, este cambio de actitud tampoco ha sentado bien entre los férreos seguidores del partido de gobierno, a quienes les prometieron “que las cosas serían diferentes”. Consecuentemente, así como Saturno, también conocido como Cronos en la mitología griega, mantenía una lucha constante contra el paso del tiempo, los políticos de Semilla solo necesitaban que se les alinearan los astros, el tiempo político y los incentivos (monetarios) para dejar de pelear contra las fuerzas del sistema y ser uno más entre el Pacto de Corruptos.  

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