Ahora que el presidente de los Estados Unidos tiene en la mira poner impuestos a las remesas, quizás sea una buena oportunidad para reconsiderar lo que son las remesas y qué representan para el país.
La palabra remesa significa, sencillamente, el envío o recepción de un conjunto de cosas a la vez. En el caso de las remesas a las que nos referimos, son el envío de dinero desde el extranjero y su recepción en Guatemala, el cual en su enorme mayoría es dinero que han ganado migrantes guatemaltecos que residen ilegalmente en los Estados Unidos.
En 2024, según datos oficiales del Banco Mundial, las remesas representaron el 20 % del Producto Interno Bruto (PIB) del país. A pesar de que tanto el Banco Mundial como el Fondo Monetario Internacional señalan que el PIB es un valor monetario de los bienes y servicios producidos dentro de las fronteras de un país, en Guatemala, el Banco de Guatemala también mide lo producido fuera del país e incluye a las remesas como parte del PIB, reflejando la idea de que se ve al migrante como un producto de exportación.
Ya de por sí, poner al migrante como producto de exportación está mal, y no digo que no se mida el flujo de dinero que representan todas las remesas, sino que digo que seguramente se puede poner y medir de diferente forma. Entonces, me pregunto por qué el Banco de Guatemala mete las remesas dentro del PIB; y la verdad, lo que más me inclino a concluir es que lo hace porque, mientras la situación del país siga de mal en peor y más gente se vea anima o forzada a migrar y mandar dólares al país, mejor se ven los resultados de la economía nacional.
Pensemos que solo en 2024 las remesas crecieron un 8.6 %, y aunque es claro que puede que los migrantes hayan decidido o podido mandar más dinero, una parte de ese número refleja un incremento en la migración ilegal, lo que significa que las condiciones económicas en el país no logran retener a esos guatemaltecos.
Es por los migrantes que debemos mejorar las condiciones económicas y de seguridad en el país, pero también es por lo que estamos acá.
Este punto último es precisamente lo que debemos ver y reflexionar sobre lo que significan las remesas para Guatemala. El migrante ilegal aporta a la economía guatemalteca, literalmente, miles de millones de dólares al año, con lo cual no solo se compran terrenos o se construyen casas, sino que se dinamiza toda la economía del país.
Aunque esto último es bueno, muy bueno para todos los que estamos en Guatemala, se debe advertir que como estrategia a largo plazo es muy mala, porque no podemos esperar que la migración siga creciendo. ¿Hasta qué? ¿Hasta que toda Guatemala esté en Estados Unidos?
Estimado lector, debemos reconocer que la realidad nacional no está propiciando las condiciones mínimas necesarias para que nuestros compatriotas se queden y mucho menos regresen al país; y esto es grave. Es necesario hablar con los gobernantes y exigirles planes de mediano y largo plazo, que no requieran bloqueos para ser considerados ni solo estimen la apariencia que quieren reportar cada año sobre los datos del PIB.
Es indispensable desarrollar las condiciones para que todos gocemos de la seguridad y capacidad para invertir en el país. El presidente de Estados Unidos tiene entre sus cartas un impuesto a las remesas que por el momento es relativamente bajo, pero ¿y si pusiera un impuesto del 50 %, qué pasaría con nuestra economía nacional?
Es por los migrantes que debemos mejorar las condiciones económicas y de seguridad en el país, pero también es por lo que estamos acá. No es bueno estar en la posición en la que estamos.
Remesas, remesas y menos remesas
Ahora que el presidente de los Estados Unidos tiene en la mira poner impuestos a las remesas, quizás sea una buena oportunidad para reconsiderar lo que son las remesas y qué representan para el país.
La palabra remesa significa, sencillamente, el envío o recepción de un conjunto de cosas a la vez. En el caso de las remesas a las que nos referimos, son el envío de dinero desde el extranjero y su recepción en Guatemala, el cual en su enorme mayoría es dinero que han ganado migrantes guatemaltecos que residen ilegalmente en los Estados Unidos.
En 2024, según datos oficiales del Banco Mundial, las remesas representaron el 20 % del Producto Interno Bruto (PIB) del país. A pesar de que tanto el Banco Mundial como el Fondo Monetario Internacional señalan que el PIB es un valor monetario de los bienes y servicios producidos dentro de las fronteras de un país, en Guatemala, el Banco de Guatemala también mide lo producido fuera del país e incluye a las remesas como parte del PIB, reflejando la idea de que se ve al migrante como un producto de exportación.
Ya de por sí, poner al migrante como producto de exportación está mal, y no digo que no se mida el flujo de dinero que representan todas las remesas, sino que digo que seguramente se puede poner y medir de diferente forma. Entonces, me pregunto por qué el Banco de Guatemala mete las remesas dentro del PIB; y la verdad, lo que más me inclino a concluir es que lo hace porque, mientras la situación del país siga de mal en peor y más gente se vea anima o forzada a migrar y mandar dólares al país, mejor se ven los resultados de la economía nacional.
Pensemos que solo en 2024 las remesas crecieron un 8.6 %, y aunque es claro que puede que los migrantes hayan decidido o podido mandar más dinero, una parte de ese número refleja un incremento en la migración ilegal, lo que significa que las condiciones económicas en el país no logran retener a esos guatemaltecos.
Es por los migrantes que debemos mejorar las condiciones económicas y de seguridad en el país, pero también es por lo que estamos acá.
Este punto último es precisamente lo que debemos ver y reflexionar sobre lo que significan las remesas para Guatemala. El migrante ilegal aporta a la economía guatemalteca, literalmente, miles de millones de dólares al año, con lo cual no solo se compran terrenos o se construyen casas, sino que se dinamiza toda la economía del país.
Aunque esto último es bueno, muy bueno para todos los que estamos en Guatemala, se debe advertir que como estrategia a largo plazo es muy mala, porque no podemos esperar que la migración siga creciendo. ¿Hasta qué? ¿Hasta que toda Guatemala esté en Estados Unidos?
Estimado lector, debemos reconocer que la realidad nacional no está propiciando las condiciones mínimas necesarias para que nuestros compatriotas se queden y mucho menos regresen al país; y esto es grave. Es necesario hablar con los gobernantes y exigirles planes de mediano y largo plazo, que no requieran bloqueos para ser considerados ni solo estimen la apariencia que quieren reportar cada año sobre los datos del PIB.
Es indispensable desarrollar las condiciones para que todos gocemos de la seguridad y capacidad para invertir en el país. El presidente de Estados Unidos tiene entre sus cartas un impuesto a las remesas que por el momento es relativamente bajo, pero ¿y si pusiera un impuesto del 50 %, qué pasaría con nuestra economía nacional?
Es por los migrantes que debemos mejorar las condiciones económicas y de seguridad en el país, pero también es por lo que estamos acá. No es bueno estar en la posición en la que estamos.