Política
Política
Empresa
Empresa
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial
Videos
Videos

Por sus obras los conocerás

Foto por Anna Moneymaker / AFP
Carolina Castellanos |
27 de junio, 2025

No pretendo escribir algo relacionado con las Escrituras, solo menciono la famosa frase que titula este artículo. Sí me quiero referir a algunos funcionarios cuyas acciones, o falta de estas, los describen “de cuerpo entero”, como dice el viejo refrán. 

Por un lado, tenemos al presidente de la República. Ostenta el cargo “por azar” y de esa forma gobierna. Como dirían los patojos, “no le atina a una”. Las deficiencias en su gestión son notorias, por lo que trascienden día con día. Si bien es usual que se critique negativamente a los funcionarios importantes, con el presidente “no hay pierde”, como también se expresan los patojos. 

Las quejas y críticas negativas abundan. Cada una suma a la anterior y resta en la calificación de la gestión actual. Esto causa pérdida de credibilidad y, con ello, el detrimento de su gestión.  

SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER

Por otro lado, tenemos a la señora fiscal general. Sus detractores no cesan de criticarla. Quienes apoyamos su gestión, estando conscientes de las limitaciones, sabemos que tiene la ley en la mano y la aplica acordemente. Esto es más de lo que hemos tenido con quienes han ostentado este cargo en el pasado. 

El presidente ha dejado mucho que desear. La sombra del fraude lo ha acompañado desde el inicio de su gestión. Ahora, ya poco importa, pues ya no hay nada que hacer más que aguantar y trabajar el doble. Sin embargo, sí podemos, y hasta debemos, señalar lo que no nos parece correcto, sea de quién se trate. 

La gestión fiscalizadora que todos hacemos es de gran importancia. Es el mecanismo que tenemos para presionar por cambios, acciones concretas y decididas, apegadas a la ley. Definitivamente, cualquier crítica estará sujeta a las opiniones de muchos, pero es la forma de expresar libremente nuestra opinión y, con ello, incidir de alguna forma en las decisiones que tomen los funcionarios. Después de todo, nosotros pagamos sus salarios. Somos los mandantes. 

En estos tiempos de redes sociales, medios de comunicación abundantes y diversidad de analistas, programas de televisión, radio, escritos, electrónicos, ya no hay excusa para no estar enterados. Así mismo, esa diversidad nos permite opinar y conocer a quienes están incidiendo en nuestras vidas. 

Quienes nos gobiernan, a cualquier nivel, tienen que escucharnos. Tenemos que incidir o “se saldrán con la suya”. No se vale. Nosotros les pagamos su salario.

Por sus obras los conocerás

Carolina Castellanos |
27 de junio, 2025
Foto por Anna Moneymaker / AFP

No pretendo escribir algo relacionado con las Escrituras, solo menciono la famosa frase que titula este artículo. Sí me quiero referir a algunos funcionarios cuyas acciones, o falta de estas, los describen “de cuerpo entero”, como dice el viejo refrán. 

Por un lado, tenemos al presidente de la República. Ostenta el cargo “por azar” y de esa forma gobierna. Como dirían los patojos, “no le atina a una”. Las deficiencias en su gestión son notorias, por lo que trascienden día con día. Si bien es usual que se critique negativamente a los funcionarios importantes, con el presidente “no hay pierde”, como también se expresan los patojos. 

Las quejas y críticas negativas abundan. Cada una suma a la anterior y resta en la calificación de la gestión actual. Esto causa pérdida de credibilidad y, con ello, el detrimento de su gestión.  

SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER

Por otro lado, tenemos a la señora fiscal general. Sus detractores no cesan de criticarla. Quienes apoyamos su gestión, estando conscientes de las limitaciones, sabemos que tiene la ley en la mano y la aplica acordemente. Esto es más de lo que hemos tenido con quienes han ostentado este cargo en el pasado. 

El presidente ha dejado mucho que desear. La sombra del fraude lo ha acompañado desde el inicio de su gestión. Ahora, ya poco importa, pues ya no hay nada que hacer más que aguantar y trabajar el doble. Sin embargo, sí podemos, y hasta debemos, señalar lo que no nos parece correcto, sea de quién se trate. 

La gestión fiscalizadora que todos hacemos es de gran importancia. Es el mecanismo que tenemos para presionar por cambios, acciones concretas y decididas, apegadas a la ley. Definitivamente, cualquier crítica estará sujeta a las opiniones de muchos, pero es la forma de expresar libremente nuestra opinión y, con ello, incidir de alguna forma en las decisiones que tomen los funcionarios. Después de todo, nosotros pagamos sus salarios. Somos los mandantes. 

En estos tiempos de redes sociales, medios de comunicación abundantes y diversidad de analistas, programas de televisión, radio, escritos, electrónicos, ya no hay excusa para no estar enterados. Así mismo, esa diversidad nos permite opinar y conocer a quienes están incidiendo en nuestras vidas. 

Quienes nos gobiernan, a cualquier nivel, tienen que escucharnos. Tenemos que incidir o “se saldrán con la suya”. No se vale. Nosotros les pagamos su salario.

¿Quiere recibir notificaciones de alertas?