Un medio de comunicación publicó una breve nota respecto a un paso ciego para cruzar la frontera a El Salvador. Lo primero que se viene a la mente es cuántos más pasos ciegos habrá, no solo en esa frontera sino en todas. Me parece que serán muchos.
Lo segundo que se me vino a la mente es cuántos “pasos ciegos” hay en las miles de oficinas y dependencias gubernamentales que hay en todo el país. Me refiero a la evasión de cruzar esos pasos para lograr un trámite, un favor o simplemente para evitar la enredada y corrupta tramitología, a todo nivel.
Si se redujera la infinidad de controles que existen, seguramente habría muchos menos pasos ciegos. De pronto habría más transparencia y menos corrupción pues cada trámite y permiso sería más sencillo.
En el pasado ha habido intentos de reducir la tramitología. Se han logrado avances en SAT, por ejemplo, en el pago de algunos impuestos y en trámites administrativos. Sin embargo, la burocracia sigue siendo gigantesca. Lo peor es que la financiamos con el producto de nuestro trabajo.
Paralelo a esto ha habido intentos de deslegizlar. No se ha logrado. La misma burocracia se resiste porque habría reducción de ésta. El beneficio sería para el país, pero esto no es de importancia para quienes buscan mantener, y hasta crecer, el aparato burocrático.
La razón de esto es mantener empleos y control sobre nosotros los tributarios. Pero ese control realmente es una irrealidad.
Insisto, el costo de cada paso ciego es muy alto para nosotros los tributarios y para el país. Ojalá algún día tengamos un gobierno cuya prioridad sea esta.
Un medio de comunicación publicó una breve nota respecto a un paso ciego para cruzar la frontera a El Salvador. Lo primero que se viene a la mente es cuántos más pasos ciegos habrá, no solo en esa frontera sino en todas. Me parece que serán muchos.
Lo segundo que se me vino a la mente es cuántos “pasos ciegos” hay en las miles de oficinas y dependencias gubernamentales que hay en todo el país. Me refiero a la evasión de cruzar esos pasos para lograr un trámite, un favor o simplemente para evitar la enredada y corrupta tramitología, a todo nivel.
Si se redujera la infinidad de controles que existen, seguramente habría muchos menos pasos ciegos. De pronto habría más transparencia y menos corrupción pues cada trámite y permiso sería más sencillo.
En el pasado ha habido intentos de reducir la tramitología. Se han logrado avances en SAT, por ejemplo, en el pago de algunos impuestos y en trámites administrativos. Sin embargo, la burocracia sigue siendo gigantesca. Lo peor es que la financiamos con el producto de nuestro trabajo.
Paralelo a esto ha habido intentos de deslegizlar. No se ha logrado. La misma burocracia se resiste porque habría reducción de ésta. El beneficio sería para el país, pero esto no es de importancia para quienes buscan mantener, y hasta crecer, el aparato burocrático.
La razón de esto es mantener empleos y control sobre nosotros los tributarios. Pero ese control realmente es una irrealidad.
Insisto, el costo de cada paso ciego es muy alto para nosotros los tributarios y para el país. Ojalá algún día tengamos un gobierno cuya prioridad sea esta.
EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: