Política
Política
Empresa
Empresa
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial
Videos
Videos

Paradojas a la Trump 

La clave del éxito de Trump se encuentra en un juego de balance muy delicado

Foto por Joe Raedle / Getty Images via AFP
Marimaite Rayo |
12 de diciembre, 2024

En menos de un mes, Estados Unidos tendrá más que un nuevo presidente, ya que, de acuerdo con las promesas de Trump, su administración transformará radicalmente el gobierno americano. Asimismo, tomando en cuenta las últimas declaraciones que el presidente electo ha hecho en plataformas internacionales, también promete reconfigurar el escenario mundial. Todo con el objetivo de Make America Great Again. 

Ahora bien, cuando las promesas y declaraciones se analizan a profundidad es posible encontrar contradicciones importantes. Por ello, Trump corre el riesgo de que, al tener tantas prioridades de reforma, al final, termine teniendo ninguna, lo cual llevaría al país a un estancamiento social, económico y político. Asimismo, hay que tomar en cuenta que, a diferencia de su primer período de gobierno, esta vez Trump avanza con la carta de la venganza por delante, a fin de saldar cuentas con todos aquellos que alguna vez llamó aliados. Consecuentemente, esta estrategia se transformará en una forma de hacer política de tipo confrontativo, lo cual dificultará la formación de consensos y conciliación entre los diversos sectores del país y que son necesarios para poner en marcha su ambicioso plan transformador. 

Enemigos enfrentados

SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER

Para Trump, uno de sus grandes enemigos siempre ha sido lo que los americanos denominan el Deep State, el cual hace referencia a un andamiaje intricado de agencias y procesos burocráticos que, no solo oscurecen la gestión pública, sino que también la hacen ineficiente y cara. Es más, de acuerdo con el presidente electo, durante su primer período de gobierno, muchos de los cambios que prometió no fueron posibles por la dominancia de este “enemigo”. Por ello, una de sus propuestas centrales es la construcción del Departamento de Eficiencia Gubernamental, el cual tendría el mandato de “desmantelar la burocracia gubernamental, eliminar regulación excesiva, cortar los gastos innecesarios y reestructurar las agencias federales”. 

Asimismo, el otro gran enemigo de Trump, y su vehículo de campaña, es la porosidad de las fronteras, tanto comerciales, como migratorias. Por ello, sus otros dos ejes de política pública serían el incremento de los aranceles y tarifas comerciales, con el objetivo de “potenciar” la producción nacional, y el aumento de las restricciones a la migración ilegal y el fortalecimiento de las fronteras físicas del país. 

La clave del éxito de Trump se encuentra en un juego de balance muy delicado, en donde políticas que buscan objetivos contrarios podrían poner en riesgo la gobernabilidad del país y la estabilidad de su administración.

Ahora bien, a primera vista pareciera que todas estas prioridades siguen una misma línea política que busca restablecer el papel de Estados Unidos como una potencia. Sin embargo, al mismo tiempo, estas estrategias encierran muchas contradicciones que dejan a las políticas enfrentadas. 

En primer lugar, la creación de un departamento específico para aumentar la eficiencia de la gestión pública es una contradicción en sí misma. De acuerdo con muchas teorías de la elección pública, cada vez que se aumentan las instancias de gobierno se abre la puerta a que exista la captura regulatoria, en donde aquellas personas que pretendían ser reguladas terminan capturando la agencia y la moldean de acuerdo con sus intereses, por lo que no cumplen con su objetivo inicial. Asimismo, sería ingenuo pensar que las personas a cargo de este departamento no tengan incentivos propios que no se alineen con las intenciones originales. Por ende, crear más burocracia para desmantelar la burocracia, parece ridículo. 

Adicionalmente, otra contradicción fundamental en estos postulados tiene que ver con la doble vía que tendrá que recorrer la administración de Trump, dado que, por un lado, buscará reducir el tamaño del Estado para hacerlo más eficiente, pero, por otro lado, necesariamente deberá acrecentar las funciones del Estado, particularmente las fuerzas de seguridad, si quiere fortalecer sus fronteras. 

Así pues, esto demuestra que la clave del éxito de Trump se encuentra en un juego de balance muy delicado, en donde políticas que buscan objetivos contrarios podrían poner en riesgo la gobernabilidad del país y la estabilidad de su administración.

Paradojas a la Trump 

La clave del éxito de Trump se encuentra en un juego de balance muy delicado

Marimaite Rayo |
12 de diciembre, 2024
Foto por Joe Raedle / Getty Images via AFP

En menos de un mes, Estados Unidos tendrá más que un nuevo presidente, ya que, de acuerdo con las promesas de Trump, su administración transformará radicalmente el gobierno americano. Asimismo, tomando en cuenta las últimas declaraciones que el presidente electo ha hecho en plataformas internacionales, también promete reconfigurar el escenario mundial. Todo con el objetivo de Make America Great Again. 

Ahora bien, cuando las promesas y declaraciones se analizan a profundidad es posible encontrar contradicciones importantes. Por ello, Trump corre el riesgo de que, al tener tantas prioridades de reforma, al final, termine teniendo ninguna, lo cual llevaría al país a un estancamiento social, económico y político. Asimismo, hay que tomar en cuenta que, a diferencia de su primer período de gobierno, esta vez Trump avanza con la carta de la venganza por delante, a fin de saldar cuentas con todos aquellos que alguna vez llamó aliados. Consecuentemente, esta estrategia se transformará en una forma de hacer política de tipo confrontativo, lo cual dificultará la formación de consensos y conciliación entre los diversos sectores del país y que son necesarios para poner en marcha su ambicioso plan transformador. 

Enemigos enfrentados

SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER

Para Trump, uno de sus grandes enemigos siempre ha sido lo que los americanos denominan el Deep State, el cual hace referencia a un andamiaje intricado de agencias y procesos burocráticos que, no solo oscurecen la gestión pública, sino que también la hacen ineficiente y cara. Es más, de acuerdo con el presidente electo, durante su primer período de gobierno, muchos de los cambios que prometió no fueron posibles por la dominancia de este “enemigo”. Por ello, una de sus propuestas centrales es la construcción del Departamento de Eficiencia Gubernamental, el cual tendría el mandato de “desmantelar la burocracia gubernamental, eliminar regulación excesiva, cortar los gastos innecesarios y reestructurar las agencias federales”. 

Asimismo, el otro gran enemigo de Trump, y su vehículo de campaña, es la porosidad de las fronteras, tanto comerciales, como migratorias. Por ello, sus otros dos ejes de política pública serían el incremento de los aranceles y tarifas comerciales, con el objetivo de “potenciar” la producción nacional, y el aumento de las restricciones a la migración ilegal y el fortalecimiento de las fronteras físicas del país. 

La clave del éxito de Trump se encuentra en un juego de balance muy delicado, en donde políticas que buscan objetivos contrarios podrían poner en riesgo la gobernabilidad del país y la estabilidad de su administración.

Ahora bien, a primera vista pareciera que todas estas prioridades siguen una misma línea política que busca restablecer el papel de Estados Unidos como una potencia. Sin embargo, al mismo tiempo, estas estrategias encierran muchas contradicciones que dejan a las políticas enfrentadas. 

En primer lugar, la creación de un departamento específico para aumentar la eficiencia de la gestión pública es una contradicción en sí misma. De acuerdo con muchas teorías de la elección pública, cada vez que se aumentan las instancias de gobierno se abre la puerta a que exista la captura regulatoria, en donde aquellas personas que pretendían ser reguladas terminan capturando la agencia y la moldean de acuerdo con sus intereses, por lo que no cumplen con su objetivo inicial. Asimismo, sería ingenuo pensar que las personas a cargo de este departamento no tengan incentivos propios que no se alineen con las intenciones originales. Por ende, crear más burocracia para desmantelar la burocracia, parece ridículo. 

Adicionalmente, otra contradicción fundamental en estos postulados tiene que ver con la doble vía que tendrá que recorrer la administración de Trump, dado que, por un lado, buscará reducir el tamaño del Estado para hacerlo más eficiente, pero, por otro lado, necesariamente deberá acrecentar las funciones del Estado, particularmente las fuerzas de seguridad, si quiere fortalecer sus fronteras. 

Así pues, esto demuestra que la clave del éxito de Trump se encuentra en un juego de balance muy delicado, en donde políticas que buscan objetivos contrarios podrían poner en riesgo la gobernabilidad del país y la estabilidad de su administración.

¿Quiere recibir notificaciones de alertas?