El presidente dio declaraciones en las que ratificó la atención de los pueblos indígenas “como una prioridad del gobierno” y “recalcó el propósito del diálogo para definir una agenda viable de desarrollo y bienestar de las comunidades guatemaltecas” (Fuente:https://bernardoarevalo.presidencia.gob.gt/reforma-de-ley-para-atender-deuda-historica-con-pueblos-indigenas-presidente-arevalo/). Definitivamente, la atención a las comunidades menos favorecidas siempre debe ser una prioridad. Sin embargo, esto suele ser un tema mediático más que una realidad y, mucho menos, una solución a las grandes carencias que hay en las áreas rurales de nuestra Guate.
Según dice la Constitución, el presidente es de todos los guatemaltecos, por lo que debería priorizar acciones que beneficien a todo el país.
Una de ellas es la infraestructura. Esta implica, no solo las carreteras a lo largo y ancho de Guate, sino que los miles de caminos rurales que hacen falta, y carreteras que agilicen y faciliten el comercio en todo el país y no solo en las áreas cuya población es mayormente indígena.
Sí, es urgente atender todas esas falencias, no solo de comunicación, sino de salud, transporte y, muy importante, de educación. Es imposible salir del tercermundismo si no se atienden.
Como presidente de todos los guatemaltecos, tiene la obligación de priorizar sus acciones para todos, no solo para determinadas regiones. Se refirió a la “deuda histórica” con las comunidades indígenas. Sí, la hay en cuanto al desarrollo de todas esas regiones en abandono, pero la deuda es con toda Guatemala.
El presidente olvidó que hay deudas dramáticas, como la educación, que ha estado bajo los designios de un nefasto personaje. La calidad educativa tiene que mejorar de manera urgente.
Arévalo, perdón, el presidente, tampoco se refirió a la salud y al flagelo de la desnutrición. Son dos prioridades urgentes y fundamentales para que nuestro país tenga un mejor futuro.
Hay muchos más temas por resolver, pero, mientras continúe priorizando acciones basadas en identidad y no en salud, educación e infraestructura, seguiremos en el rezago que, pareciera, ser la agenda del país.
El presidente dio declaraciones en las que ratificó la atención de los pueblos indígenas “como una prioridad del gobierno” y “recalcó el propósito del diálogo para definir una agenda viable de desarrollo y bienestar de las comunidades guatemaltecas” (Fuente:https://bernardoarevalo.presidencia.gob.gt/reforma-de-ley-para-atender-deuda-historica-con-pueblos-indigenas-presidente-arevalo/). Definitivamente, la atención a las comunidades menos favorecidas siempre debe ser una prioridad. Sin embargo, esto suele ser un tema mediático más que una realidad y, mucho menos, una solución a las grandes carencias que hay en las áreas rurales de nuestra Guate.
Según dice la Constitución, el presidente es de todos los guatemaltecos, por lo que debería priorizar acciones que beneficien a todo el país.
Una de ellas es la infraestructura. Esta implica, no solo las carreteras a lo largo y ancho de Guate, sino que los miles de caminos rurales que hacen falta, y carreteras que agilicen y faciliten el comercio en todo el país y no solo en las áreas cuya población es mayormente indígena.
Sí, es urgente atender todas esas falencias, no solo de comunicación, sino de salud, transporte y, muy importante, de educación. Es imposible salir del tercermundismo si no se atienden.
Como presidente de todos los guatemaltecos, tiene la obligación de priorizar sus acciones para todos, no solo para determinadas regiones. Se refirió a la “deuda histórica” con las comunidades indígenas. Sí, la hay en cuanto al desarrollo de todas esas regiones en abandono, pero la deuda es con toda Guatemala.
El presidente olvidó que hay deudas dramáticas, como la educación, que ha estado bajo los designios de un nefasto personaje. La calidad educativa tiene que mejorar de manera urgente.
Arévalo, perdón, el presidente, tampoco se refirió a la salud y al flagelo de la desnutrición. Son dos prioridades urgentes y fundamentales para que nuestro país tenga un mejor futuro.
Hay muchos más temas por resolver, pero, mientras continúe priorizando acciones basadas en identidad y no en salud, educación e infraestructura, seguiremos en el rezago que, pareciera, ser la agenda del país.