Constantemente vemos y leemos comentarios, ataques y hasta insultos en las redes sociales. En la abrumadora mayoría de los casos, estos van dirigidos hacia el sector empresarial, a los que somos “de derecha”, a organizaciones empresariales y a personas específicas que opinan favorablemente a lo que consideramos justo y correcto.
Hay infinidad de los llamados “net centers”, que no son más que una persona o un grupo, que están “alborotando el hormiguero”. Estos que están atrás permanecen en el anonimato. Sin embargo, logran colocar sus mensajes en la agenda nacional gracias a tantos “netcenteros” y al uso de herramientas informáticas.
Estos que están “atrás” realmente, ¿quiénes son? Más importante aún, ¿quién o quiénes los financian? Hay muchas teorías al respecto. Una que se mantiene es que es el gobierno que busca lograr alguna desestabilización para luego imponer restricciones o empujar alguna ley en el Congreso.
“Los de atrás” que organizan los bloqueos, las marchas, los que dañan edificios públicos y pintan paredes, seguramente no son los “informáticos”. Estos son gente de choque que disfruta destruyendo e insultando. También reciben un pago por sus “servicios”.
El resto de nosotros la vamos pasando, trabajando, cumpliendo con nuestras obligaciones lo mejor posible y, por supuesto, pagando impuestos. Estos retornan en servicios públicos deficientes y corruptos.
Ahora que tenemos un gobierno de tendencia a la izquierda, los de atrás se han multiplicado. Su objetivo es destruir al sector privado (lo incluye a usted y a mi, estimado lector). Mientras más trabas y problemas haya, más justificación tendrán para agrandar el gobierno pues será “necesario” tener más control.
Una buena forma de defendernos es a lo que yo llamo “estrategia cucaracha”: les ponemos la luz encima. Como cobardes que son esos de atrás, se esconderán mientras logran reubicarse o cambiar de método y estrategia. Es una batalla sin fin pero efectiva.
La mayor estrategia cucaracha debe ir enfocada en el gobierno central. La inexperiencia y la incapacidad los han conducido a cometer muchos errores. Pero, están aprendiendo. Tenemos poco tiempo para descubrir a todos los de atrás y así defender nuestra vida, nuestra propiedad y nuestra libertad.
Constantemente vemos y leemos comentarios, ataques y hasta insultos en las redes sociales. En la abrumadora mayoría de los casos, estos van dirigidos hacia el sector empresarial, a los que somos “de derecha”, a organizaciones empresariales y a personas específicas que opinan favorablemente a lo que consideramos justo y correcto.
Hay infinidad de los llamados “net centers”, que no son más que una persona o un grupo, que están “alborotando el hormiguero”. Estos que están atrás permanecen en el anonimato. Sin embargo, logran colocar sus mensajes en la agenda nacional gracias a tantos “netcenteros” y al uso de herramientas informáticas.
Estos que están “atrás” realmente, ¿quiénes son? Más importante aún, ¿quién o quiénes los financian? Hay muchas teorías al respecto. Una que se mantiene es que es el gobierno que busca lograr alguna desestabilización para luego imponer restricciones o empujar alguna ley en el Congreso.
“Los de atrás” que organizan los bloqueos, las marchas, los que dañan edificios públicos y pintan paredes, seguramente no son los “informáticos”. Estos son gente de choque que disfruta destruyendo e insultando. También reciben un pago por sus “servicios”.
El resto de nosotros la vamos pasando, trabajando, cumpliendo con nuestras obligaciones lo mejor posible y, por supuesto, pagando impuestos. Estos retornan en servicios públicos deficientes y corruptos.
Ahora que tenemos un gobierno de tendencia a la izquierda, los de atrás se han multiplicado. Su objetivo es destruir al sector privado (lo incluye a usted y a mi, estimado lector). Mientras más trabas y problemas haya, más justificación tendrán para agrandar el gobierno pues será “necesario” tener más control.
Una buena forma de defendernos es a lo que yo llamo “estrategia cucaracha”: les ponemos la luz encima. Como cobardes que son esos de atrás, se esconderán mientras logran reubicarse o cambiar de método y estrategia. Es una batalla sin fin pero efectiva.
La mayor estrategia cucaracha debe ir enfocada en el gobierno central. La inexperiencia y la incapacidad los han conducido a cometer muchos errores. Pero, están aprendiendo. Tenemos poco tiempo para descubrir a todos los de atrás y así defender nuestra vida, nuestra propiedad y nuestra libertad.