Tuve la oportunidad de participar en la primera reunión del año de la recién conformada Mancomunidad de los municipios de Retalhuleu, quienes han escogido el nombre muy acertado de “Mancomunidad del Sí Se puede” (MANSISEPU).
Esta Mancomunidad ha decidido acompañarse por el expertise y buenas prácticas que existen en otros territorios, acogiendo la ayuda del sector empresarial organizado, de la municipalidad de Guatemala y de distintas áreas de trabajo de la iniciativa “Guatemala No Se Detiene”.
El grupo de alcaldes ha priorizado la medición de indicadores que evalúen el avance en temas de competitividad, teniendo como punto de partida un Plan de Ordenamiento Territorial de toda el área mancomunada. Adicionalmente, han identificado el turismo asociado a la actividad del IRTRA como principal motor económico de la zona. Y, finalmente, reconocen que la inversión productiva para la generación de empleo es el distintivo que les permitirá posicionarse como un ejemplo a seguir en el país.
Y sobre estos puntos quiero compartir algunas reflexiones:
Aunque de las diez Ciudades incluidas en la Política Nacional de Competitividad, Guatemágica es la octava ciudad rankeada en términos de competitividad, han sido capaces de incrementar en un 36 % la productividad local en tan solo 5 años, pasando de 4715 dólares per cápita al año en 2019, a 6425 dólares per cápita al año en 2024. Entre los indicadores de competitividad que sostienen esta mejoría están la inversión en formación técnica de la población joven; el incremento de la formalidad medida por la afiliación al IGSS; el dinamismo del sistema financiero en cuanto a niveles de ahorro y crédito, y la estabilidad económica que se ha dado gracias a la reducción de la pobreza y la desigualdad.
Guatemágica no solo quiere ser el motor del turismo en Guatemala, sino un lugar donde se pueda vivir, crecer e invertir.
Asimismo, desde 2018 el grupo de siete municipios conturbados en el área de Retalhuleu (y que adicionan a Mazatenango y Coatepeque) posicionó el nombre “Guatemágica” como marca para su Ciudad, reconociendo el turismo de parques de diversiones como el centro de su estrategia de desarrollo. He podido ser testigo del crecimiento que el territorio ha tenido en los últimos ocho años, lo cual hoy se puede constatar con mayor inversión pública y privada, no solo en el área de confluencia de los parques del IRTRA, sino de todos los negocios que se vuelven parte de la cadena de valor. Esta situación hizo que en 2024 Retalhuleu fuera el segundo destino turístico más visitado en Guatemala, solo después de Antigua Guatemala.
Ahora bien, esto no sucede por accidente. Quisiera tener acceso a los montos de inversión que se han hecho en Retalhuleu en años recientes, pero es una cifra que no se encuentra fácilmente disponible. Pero lo que sí puedo compartir es que las estimaciones de nuevas inversiones privadas en los próximos cinco años rondan los 170 millones de dólares (sin incluir los planes de ampliación de carreteras, la instalación de nuevos parques industriales y la construcción de un Aeropuerto Internacional), lo que podría traducirse en alrededor de 14 000 nuevos empleos en distintos sectores de la economía. Hoy ya empieza a sentirse este impacto y no es sorpresa ver afuera de comercios, hoteles y restaurantes rótulos solicitando empleados en varias áreas relacionadas con la atención y servicios al turista. Para muestra un botón: de acuerdo con autoridades del IRTRA, en este momento hay una demanda insatisfecha de alrededor de 500 empleados en la construcción, ampliación y remodelación de los parques, pero fácilmente podría triplicarse esta cifra si se consideran los planes de expansión.
Una jornada llena de compromisos fue el resultado de presentar una agenda de trabajo bastante bien estructurada y de esta forma lograr que la MANSISEPU muestre logros en el corto plazo. No obstante, mi mayor satisfacción se deriva del entusiasmo que suscita la ambición de las metas que se han puesto. En ningún momento hubo negativas o excusas, sino todo lo contrario. Bajo el eslogan de “Sí Se Puede” se hace notar el legado que trae consigo la operación del IRTRA en Retalhuleu y que ha motivado un cambio de actitud en todos los habitantes de la zona, mostrando que Guatemágica no solo quiere ser el motor del turismo en Guatemala, sino un lugar donde se pueda vivir, crecer e invertir.
Tuve la oportunidad de participar en la primera reunión del año de la recién conformada Mancomunidad de los municipios de Retalhuleu, quienes han escogido el nombre muy acertado de “Mancomunidad del Sí Se puede” (MANSISEPU).
Esta Mancomunidad ha decidido acompañarse por el expertise y buenas prácticas que existen en otros territorios, acogiendo la ayuda del sector empresarial organizado, de la municipalidad de Guatemala y de distintas áreas de trabajo de la iniciativa “Guatemala No Se Detiene”.
El grupo de alcaldes ha priorizado la medición de indicadores que evalúen el avance en temas de competitividad, teniendo como punto de partida un Plan de Ordenamiento Territorial de toda el área mancomunada. Adicionalmente, han identificado el turismo asociado a la actividad del IRTRA como principal motor económico de la zona. Y, finalmente, reconocen que la inversión productiva para la generación de empleo es el distintivo que les permitirá posicionarse como un ejemplo a seguir en el país.
Y sobre estos puntos quiero compartir algunas reflexiones:
Aunque de las diez Ciudades incluidas en la Política Nacional de Competitividad, Guatemágica es la octava ciudad rankeada en términos de competitividad, han sido capaces de incrementar en un 36 % la productividad local en tan solo 5 años, pasando de 4715 dólares per cápita al año en 2019, a 6425 dólares per cápita al año en 2024. Entre los indicadores de competitividad que sostienen esta mejoría están la inversión en formación técnica de la población joven; el incremento de la formalidad medida por la afiliación al IGSS; el dinamismo del sistema financiero en cuanto a niveles de ahorro y crédito, y la estabilidad económica que se ha dado gracias a la reducción de la pobreza y la desigualdad.
Guatemágica no solo quiere ser el motor del turismo en Guatemala, sino un lugar donde se pueda vivir, crecer e invertir.
Asimismo, desde 2018 el grupo de siete municipios conturbados en el área de Retalhuleu (y que adicionan a Mazatenango y Coatepeque) posicionó el nombre “Guatemágica” como marca para su Ciudad, reconociendo el turismo de parques de diversiones como el centro de su estrategia de desarrollo. He podido ser testigo del crecimiento que el territorio ha tenido en los últimos ocho años, lo cual hoy se puede constatar con mayor inversión pública y privada, no solo en el área de confluencia de los parques del IRTRA, sino de todos los negocios que se vuelven parte de la cadena de valor. Esta situación hizo que en 2024 Retalhuleu fuera el segundo destino turístico más visitado en Guatemala, solo después de Antigua Guatemala.
Ahora bien, esto no sucede por accidente. Quisiera tener acceso a los montos de inversión que se han hecho en Retalhuleu en años recientes, pero es una cifra que no se encuentra fácilmente disponible. Pero lo que sí puedo compartir es que las estimaciones de nuevas inversiones privadas en los próximos cinco años rondan los 170 millones de dólares (sin incluir los planes de ampliación de carreteras, la instalación de nuevos parques industriales y la construcción de un Aeropuerto Internacional), lo que podría traducirse en alrededor de 14 000 nuevos empleos en distintos sectores de la economía. Hoy ya empieza a sentirse este impacto y no es sorpresa ver afuera de comercios, hoteles y restaurantes rótulos solicitando empleados en varias áreas relacionadas con la atención y servicios al turista. Para muestra un botón: de acuerdo con autoridades del IRTRA, en este momento hay una demanda insatisfecha de alrededor de 500 empleados en la construcción, ampliación y remodelación de los parques, pero fácilmente podría triplicarse esta cifra si se consideran los planes de expansión.
Una jornada llena de compromisos fue el resultado de presentar una agenda de trabajo bastante bien estructurada y de esta forma lograr que la MANSISEPU muestre logros en el corto plazo. No obstante, mi mayor satisfacción se deriva del entusiasmo que suscita la ambición de las metas que se han puesto. En ningún momento hubo negativas o excusas, sino todo lo contrario. Bajo el eslogan de “Sí Se Puede” se hace notar el legado que trae consigo la operación del IRTRA en Retalhuleu y que ha motivado un cambio de actitud en todos los habitantes de la zona, mostrando que Guatemágica no solo quiere ser el motor del turismo en Guatemala, sino un lugar donde se pueda vivir, crecer e invertir.