EL JÚBILO
¿Quién no se alegró con el triunfo de los competidores de tiro guatemaltecos? ¿Quién no se llenó de júbilo al ver a Adriana Ruano ganar medalla de oro olímpica en Tiro con Armas de Caza? ¿Quién no se llenó de felicidad cuando Jean Pierre Brol ganó medalla de bronce? ¿Quién no se entusiasmó al notar que Adriana impuso un récord olímpico? ¿Y quién no se emocionó al oír el himno nacional durante la premiación de Adriana?
¡Felicitaciones a ambos atletas! ¡Verdaderamente grandes! Gracias por hacernos el día.
LA INDIGNACIÓN
Lamentablemente, estas Olimpiadas de París 2024 se han caracterizado por ofrecer una de cal y otra de arena. Después de una ceremonia de apertura vergonzosa, zampándole a todo el mundo los antivalores ‘woke’, el Comité Olímpico Internacional ha consentido la participación de “hombres” en el boxeo femenino, avalando la mayor injusticia posible. A pesar de que la IBA (International Boxing Association) descalificó en el Campeonato Mundial de Boxeo de Estambul a Imane Khelif y a Lin Yu-ting por tener cromosomas XY, es decir, por ser biológicamente varones, ellos compiten en estas olimpíadas contra mujeres en categorías femeninas. Que son varones lo confirmó el presidente de la IBA, Umar Kremlev, a la Tass News en 2023, enfatizando que ambos boxeadores tenían cromosomas XY.
La IBA tiene un único criterio de elegibilidad para participar en categorías femeninas y es tener cromosomas XX. Si comprueba a través de una prueba de verificación de sexo que el aspirante tiene cromosomas XY y que, por lo tanto, es varón, queda descalificado como fue con Khelif y Yu-ting, a quienes además se les detectó ventajas competitivas por ello.
El vicepresidente europeo de la Organización Mundial de Boxeo, István Kovács, advirtió al Comité Olímpico Internacional sobre varios boxeadores varones que competirían en las categorías femeninas. Confirmó que Imane Khelif es hombre y que fue demostrado que tiene cromosomas XY. Enfatizó que la diferencia de fuerza entre varones y mujeres pone en peligro a las boxeadoras si se ven obligadas a boxear contra hombres. Los directores del COI hicieron caso omiso de las advertencias.
¿POR QUÉ?
Porque el COI suspendió a la IBA y tiene su propia “Unidad de Boxeo”, que define los criterios de elegibilidad para participar: edad, peso y nacionalidad solamente. Si en el pasaporte de un fulano dice que es mujer, pues se le inscribe en la categoría femenina. No hay necesidad de confirmarlo. No importa si tiene rasgos masculinos. Qué más da si se ve como hombre, anda como hombre, se comporta como hombre (como cuando Khelif aprovechó la ocasión para manosearle un seno a Angela Carini al ella salir del cuadrilátero). No interesa si tiene cromosomas XY. Al fin y al cabo, ¿quién puede definir hoy día que es ‘mujer’?
ANTECEDENTE Y CONSECUENTE FRANCÉS
El antecedente de esta demencia epistémica de constructivismo y relativismo cultural y personal lo encontramos en el polilogismo marxista, expresado en las ideas de Jean-Francois Lyotard que los metarrelatos han muerto, razonando que la razón ya no es válida; en Michel Foucault con su afirmación que el conocimiento es producto del poder político y cultural, donde el individuo, con sus características, está determinado por este, obviando que sus aserciones, por tanto, deben también estar igualmente determinadas; en Jaques Derrida a quien según su teoría podemos interpretarlo como se nos de la gana con toda autoridad, y en Gianni Vattimo, cuya teoría describe que todos los conceptos y todas las culturas son igualmente válidas, cada una con su propia verdad y, por tanto, no hay una verdad ni valores objetivos ni absolutos que deban ser aceptados por todos, pretendiendo que se acepte su afirmación como verdad absoluta.
Por eso el COI considera los conceptos de hombre y mujer como construcciones ideológicas burguesas, producto de los valores de la Ilustración, que por tanto deben ser revertidos. La deconstrucción de estos conceptos que retratan la realidad, pretendiendo que la realidad se acomode a caprichos, destruye la competencia justa, el ‘fair play’, uno de los más altos valores deportivos.
Es karma que las Olimpiadas francesas serán recordadas como las peores, donde se condenó a la desaparición al boxeo olímpico.
EL JÚBILO
¿Quién no se alegró con el triunfo de los competidores de tiro guatemaltecos? ¿Quién no se llenó de júbilo al ver a Adriana Ruano ganar medalla de oro olímpica en Tiro con Armas de Caza? ¿Quién no se llenó de felicidad cuando Jean Pierre Brol ganó medalla de bronce? ¿Quién no se entusiasmó al notar que Adriana impuso un récord olímpico? ¿Y quién no se emocionó al oír el himno nacional durante la premiación de Adriana?
¡Felicitaciones a ambos atletas! ¡Verdaderamente grandes! Gracias por hacernos el día.
LA INDIGNACIÓN
Lamentablemente, estas Olimpiadas de París 2024 se han caracterizado por ofrecer una de cal y otra de arena. Después de una ceremonia de apertura vergonzosa, zampándole a todo el mundo los antivalores ‘woke’, el Comité Olímpico Internacional ha consentido la participación de “hombres” en el boxeo femenino, avalando la mayor injusticia posible. A pesar de que la IBA (International Boxing Association) descalificó en el Campeonato Mundial de Boxeo de Estambul a Imane Khelif y a Lin Yu-ting por tener cromosomas XY, es decir, por ser biológicamente varones, ellos compiten en estas olimpíadas contra mujeres en categorías femeninas. Que son varones lo confirmó el presidente de la IBA, Umar Kremlev, a la Tass News en 2023, enfatizando que ambos boxeadores tenían cromosomas XY.
La IBA tiene un único criterio de elegibilidad para participar en categorías femeninas y es tener cromosomas XX. Si comprueba a través de una prueba de verificación de sexo que el aspirante tiene cromosomas XY y que, por lo tanto, es varón, queda descalificado como fue con Khelif y Yu-ting, a quienes además se les detectó ventajas competitivas por ello.
El vicepresidente europeo de la Organización Mundial de Boxeo, István Kovács, advirtió al Comité Olímpico Internacional sobre varios boxeadores varones que competirían en las categorías femeninas. Confirmó que Imane Khelif es hombre y que fue demostrado que tiene cromosomas XY. Enfatizó que la diferencia de fuerza entre varones y mujeres pone en peligro a las boxeadoras si se ven obligadas a boxear contra hombres. Los directores del COI hicieron caso omiso de las advertencias.
¿POR QUÉ?
Porque el COI suspendió a la IBA y tiene su propia “Unidad de Boxeo”, que define los criterios de elegibilidad para participar: edad, peso y nacionalidad solamente. Si en el pasaporte de un fulano dice que es mujer, pues se le inscribe en la categoría femenina. No hay necesidad de confirmarlo. No importa si tiene rasgos masculinos. Qué más da si se ve como hombre, anda como hombre, se comporta como hombre (como cuando Khelif aprovechó la ocasión para manosearle un seno a Angela Carini al ella salir del cuadrilátero). No interesa si tiene cromosomas XY. Al fin y al cabo, ¿quién puede definir hoy día que es ‘mujer’?
ANTECEDENTE Y CONSECUENTE FRANCÉS
El antecedente de esta demencia epistémica de constructivismo y relativismo cultural y personal lo encontramos en el polilogismo marxista, expresado en las ideas de Jean-Francois Lyotard que los metarrelatos han muerto, razonando que la razón ya no es válida; en Michel Foucault con su afirmación que el conocimiento es producto del poder político y cultural, donde el individuo, con sus características, está determinado por este, obviando que sus aserciones, por tanto, deben también estar igualmente determinadas; en Jaques Derrida a quien según su teoría podemos interpretarlo como se nos de la gana con toda autoridad, y en Gianni Vattimo, cuya teoría describe que todos los conceptos y todas las culturas son igualmente válidas, cada una con su propia verdad y, por tanto, no hay una verdad ni valores objetivos ni absolutos que deban ser aceptados por todos, pretendiendo que se acepte su afirmación como verdad absoluta.
Por eso el COI considera los conceptos de hombre y mujer como construcciones ideológicas burguesas, producto de los valores de la Ilustración, que por tanto deben ser revertidos. La deconstrucción de estos conceptos que retratan la realidad, pretendiendo que la realidad se acomode a caprichos, destruye la competencia justa, el ‘fair play’, uno de los más altos valores deportivos.
Es karma que las Olimpiadas francesas serán recordadas como las peores, donde se condenó a la desaparición al boxeo olímpico.