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En el tráfico, tu decides cómo

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Luis Figueroa |
24 de octubre, 2025

Dime una forma eficiente y rápida para añadir más motos al tráfico de la ciudad de Guatemala (pausa de 5 segundos para pensar). Es la aplicación de la política conocida como “Hoy no circula”, o “Pico y placa”. Esta medida restringe la circulación de vehículos según el último dígito de la placa (par, o impar) en días específicos. ¿Qué puede hacer alguien si no tiene dinero para comprar dos autos y tener uno con placa par y otro impar? Pues compra una moto. ¿Y si la política se aplica a las motos? Pues, si puede, compra una segunda moto. En la CDMX, estudios han mostrado un incremento en la compra de autos usados tras la implementación de “Hoy no circula”. Te lo comento porque esta semana dos personas me mencionaron aquella política.

Sin opciones de transporte público eficientes y seguras, ¿qué crees que ocurriría en Guate? En Bogotá, aunque el sistema TransMilenio es robusto, no cubre todas las necesidades de movilidad, especialmente en zonas periféricas. El aumento constante de la población y el parque automotor en São Paulo, Bogotá y CDMX superan los supuestos beneficios de aquellas políticas. En muchos casos, existen privilegios para ciertos vehículos, como taxis, autos híbridos, políticos y burócratas, y la fiscalización suele ser inconsistente, lo que permite que algunos conductores evaden la norma. Las restricciones afectan más a los pobres, que dependen de vehículos antiguos y no pueden permitirse opciones como un segundo carro, o una segunda moto. Esto genera resentimientos y resistencia social, lo que limita el supuesto impacto positivo de la política.

Como no hay visos de que los políticos estatistas vayan a resolver el problema del tráfico, que ya es un problema político y de salud mental muy grave; es decir, como no hay visos de que se resuelva por medio del mercado de calles y del mercado de servicios, ¡a aguantarse!

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Lo que sí es cierto es que, en el tráfico y en otras situaciones incontrolables, lo que uno sí puede controlar es cómo las enfrenta. La vieja receta de mamá no falla: “pidan por favor y den las gracias”. La buena educación y la cortesía en el tráfico ayudan a llevarlo mejor. Bajar la ventanilla polarizada —para que el encuentro en el tráfico, a la hora de pedir por favor y dar las gracias, no sea entre dos máquinas anónimas, sino entre seres humanos que comparten circunstancias desafortunadas— también es una buena práctica.

Actuar desde el pensar y no desde el sentir es clave, tan clave como estar en el aquí y el ahora. Mucho del fastidio en el tráfico lo causan los que bloquean cruceros porque no calculan bien si van a poder pasar o no, o solo porque no les importa perjudicar a otros con tal de avanzar tres metros. Causan fastidio los que no dan paso porque no les da la gana, aunque sea evidente que los otros están en un predicamento, o en una necesidad de paso. Causan fastidio los que van hablando por teléfono, o texteando; esos no solo son fastidiosos, sino que son peligrosos. También son peligrosos los que van en el tráfico, como en una competencia o en una carrera. Son fastidiosos los motoristas incapaces de una cortesía como permitir el cambio de carril, sobre todo cuando detrás de ellos viene una retahíla de motos.

El genial Viktor Frankl, autor de El hombre en busca de sentido, enfatizó repetidamente la capacidad humana para trascender las circunstancias adversas. Su filosofía se basa en la idea de que, aunque no siempre podemos controlar lo que nos sucede, sí podemos decidir cómo responder a ello. Tengo amigos que escuchan pódcast en el tráfico y, a mí, me gusta cantar rancheras. Frankl escribió que no somos cosas entre otras cosas; “las cosas se determinan unas a otras, pero el hombre, en última instancia, se determina a sí mismo”.

Podemos elegir ser parte del problema, o parte de la solución. Cada pequeño gesto de cortesía, cada decisión de actuar con empatía, construye un mejor entorno. Así que, la próxima vez que estés atrapado en un embotellamiento, respira hondo y recuerda: el tráfico no te define, pero tu respuesta sí.

En el tráfico, tu decides cómo

Luis Figueroa |
24 de octubre, 2025
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Dime una forma eficiente y rápida para añadir más motos al tráfico de la ciudad de Guatemala (pausa de 5 segundos para pensar). Es la aplicación de la política conocida como “Hoy no circula”, o “Pico y placa”. Esta medida restringe la circulación de vehículos según el último dígito de la placa (par, o impar) en días específicos. ¿Qué puede hacer alguien si no tiene dinero para comprar dos autos y tener uno con placa par y otro impar? Pues compra una moto. ¿Y si la política se aplica a las motos? Pues, si puede, compra una segunda moto. En la CDMX, estudios han mostrado un incremento en la compra de autos usados tras la implementación de “Hoy no circula”. Te lo comento porque esta semana dos personas me mencionaron aquella política.

Sin opciones de transporte público eficientes y seguras, ¿qué crees que ocurriría en Guate? En Bogotá, aunque el sistema TransMilenio es robusto, no cubre todas las necesidades de movilidad, especialmente en zonas periféricas. El aumento constante de la población y el parque automotor en São Paulo, Bogotá y CDMX superan los supuestos beneficios de aquellas políticas. En muchos casos, existen privilegios para ciertos vehículos, como taxis, autos híbridos, políticos y burócratas, y la fiscalización suele ser inconsistente, lo que permite que algunos conductores evaden la norma. Las restricciones afectan más a los pobres, que dependen de vehículos antiguos y no pueden permitirse opciones como un segundo carro, o una segunda moto. Esto genera resentimientos y resistencia social, lo que limita el supuesto impacto positivo de la política.

Como no hay visos de que los políticos estatistas vayan a resolver el problema del tráfico, que ya es un problema político y de salud mental muy grave; es decir, como no hay visos de que se resuelva por medio del mercado de calles y del mercado de servicios, ¡a aguantarse!

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Lo que sí es cierto es que, en el tráfico y en otras situaciones incontrolables, lo que uno sí puede controlar es cómo las enfrenta. La vieja receta de mamá no falla: “pidan por favor y den las gracias”. La buena educación y la cortesía en el tráfico ayudan a llevarlo mejor. Bajar la ventanilla polarizada —para que el encuentro en el tráfico, a la hora de pedir por favor y dar las gracias, no sea entre dos máquinas anónimas, sino entre seres humanos que comparten circunstancias desafortunadas— también es una buena práctica.

Actuar desde el pensar y no desde el sentir es clave, tan clave como estar en el aquí y el ahora. Mucho del fastidio en el tráfico lo causan los que bloquean cruceros porque no calculan bien si van a poder pasar o no, o solo porque no les importa perjudicar a otros con tal de avanzar tres metros. Causan fastidio los que no dan paso porque no les da la gana, aunque sea evidente que los otros están en un predicamento, o en una necesidad de paso. Causan fastidio los que van hablando por teléfono, o texteando; esos no solo son fastidiosos, sino que son peligrosos. También son peligrosos los que van en el tráfico, como en una competencia o en una carrera. Son fastidiosos los motoristas incapaces de una cortesía como permitir el cambio de carril, sobre todo cuando detrás de ellos viene una retahíla de motos.

El genial Viktor Frankl, autor de El hombre en busca de sentido, enfatizó repetidamente la capacidad humana para trascender las circunstancias adversas. Su filosofía se basa en la idea de que, aunque no siempre podemos controlar lo que nos sucede, sí podemos decidir cómo responder a ello. Tengo amigos que escuchan pódcast en el tráfico y, a mí, me gusta cantar rancheras. Frankl escribió que no somos cosas entre otras cosas; “las cosas se determinan unas a otras, pero el hombre, en última instancia, se determina a sí mismo”.

Podemos elegir ser parte del problema, o parte de la solución. Cada pequeño gesto de cortesía, cada decisión de actuar con empatía, construye un mejor entorno. Así que, la próxima vez que estés atrapado en un embotellamiento, respira hondo y recuerda: el tráfico no te define, pero tu respuesta sí.

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