El próximo año, según diversas notas de prensa, se elegirán o nombrarán los siguientes cargos: Tribunal Supremo Electoral, Corte de Constitucionalidad, Ministerio Público, Contralor General de Cuentas, Superintendente de Bancos, Banco de Guatemala y rector de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Ojalá y esto no fuera cierto, pues es, como se titula este artículo, el poder completo.
Si tuviéramos una auténtica República, esto no sería un grito de alarma, pues cada elección o nombramiento se haría sin injerencias políticas. Este no es nuestro caso, por lo que nuestra vida en libertad y la permanencia de la República están amenazadas.
Tenemos ahora un gobierno de marcada tendencia hacia la izquierda. Teniendo el poderío completo, la amenaza es significativa.
Se supone que estos cargos son nombrados o electos de acuerdo a procedimientos establecidos en ley. Hay todo un andamiaje que lo sustenta, pero, ¿realmente existe?
Desde siempre, y en todo lugar, las fuerzas ocultas están presentes. Los cabildeos, compadrazgos, ofrecimientos, promesas y, sobre todo, compromisos, amenazan con la autenticidad de cada uno de estos nombramientos o elecciones. Reitero que la tendencia a la izquierda de las autoridades actuales (en su mayoría), ponen en riesgo el futuro de nuestra Guatemala.
Como país habíamos logrado mantenernos en el lado derecho ideológico. Con matices zurdos aquí y allá, hemos mantenido el sistema democrático y republicano. Pero con estas coincidencias en fechas de renovación de cargos, veo una amenaza real de mantener nuestra vida en libertad.
Es muy poco lo que podemos hacer como ciudadanos, más allá de denunciar y señalar lo que no nos parece correcto. Nos tocará convertirnos en halcones para ver los procesos y denunciar cualquier amenaza de violación a los procesos de elección o de nombramientos.
Guatemala nos necesita más que nunca. Mantener nuestra vida en libertad, alejada de esa ideología de izquierda, es nuestra misión.
El próximo año, según diversas notas de prensa, se elegirán o nombrarán los siguientes cargos: Tribunal Supremo Electoral, Corte de Constitucionalidad, Ministerio Público, Contralor General de Cuentas, Superintendente de Bancos, Banco de Guatemala y rector de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Ojalá y esto no fuera cierto, pues es, como se titula este artículo, el poder completo.
Si tuviéramos una auténtica República, esto no sería un grito de alarma, pues cada elección o nombramiento se haría sin injerencias políticas. Este no es nuestro caso, por lo que nuestra vida en libertad y la permanencia de la República están amenazadas.
Tenemos ahora un gobierno de marcada tendencia hacia la izquierda. Teniendo el poderío completo, la amenaza es significativa.
Se supone que estos cargos son nombrados o electos de acuerdo a procedimientos establecidos en ley. Hay todo un andamiaje que lo sustenta, pero, ¿realmente existe?
Desde siempre, y en todo lugar, las fuerzas ocultas están presentes. Los cabildeos, compadrazgos, ofrecimientos, promesas y, sobre todo, compromisos, amenazan con la autenticidad de cada uno de estos nombramientos o elecciones. Reitero que la tendencia a la izquierda de las autoridades actuales (en su mayoría), ponen en riesgo el futuro de nuestra Guatemala.
Como país habíamos logrado mantenernos en el lado derecho ideológico. Con matices zurdos aquí y allá, hemos mantenido el sistema democrático y republicano. Pero con estas coincidencias en fechas de renovación de cargos, veo una amenaza real de mantener nuestra vida en libertad.
Es muy poco lo que podemos hacer como ciudadanos, más allá de denunciar y señalar lo que no nos parece correcto. Nos tocará convertirnos en halcones para ver los procesos y denunciar cualquier amenaza de violación a los procesos de elección o de nombramientos.
Guatemala nos necesita más que nunca. Mantener nuestra vida en libertad, alejada de esa ideología de izquierda, es nuestra misión.