EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: En estos escasos seis meses de gobierno hemos visto un poco de todo, pero lo principal ha sido una improvisación monumental. Se refuerza más el hecho que no había preparación alguna para gobernar.
No siendo suficiente, la incompetencia se manifiesta en cada acto, cada discurso, cada acción. Sumado al desconocimiento del manejo de “la cosa pública”, estamos viviendo una debacle que, por más que el gobernante quiera justificar sus actos, o la falta de ellos, no hay ningún rumbo definido.
Me sorprendió que anunciara que el Aeropuerto Internacional La Aurora (AILA) sería remodelado. Fue un minuto de gloria que terminó cuando “saltó la liebre”. Lo hará una vez obtenga la ampliación presupuestaria ¡Qué talito!
Parecía que, a pesar de su ideología, apoyaría al ejército. Anunció que daría el bono a los veteranos. Nuevamente, dijo que lo hará una vez obtenga la ampliación presupuestaria.
Perdón por repetir, pero el nombre del juego sigue siendo dinero, siempre. La incompetencia se manifiesta en cada acto, en cada discurso, en cada acción.
Ninguno de nosotros lo sabe todo. Por ello, debemos tener la humildad de reconocerlo y, consecuentemente, rodearnos de quienes nos pueden guiar. Hacemos lo mismo con quienes nos relacionamos y así logramos una convivencia y solidaridad que se expande a lo largo y ancho de nuestra Guate, excepto en el gobierno.
El poder embriaga, obnubila, interfiere en el pensamiento crítico y toma posesión del ego y de la soberbia. Esto nos deja a todos en un segundo plano, a pesar de que es con nuestro dinero que “la clase política” funciona.
¿Qué hacemos? Mantener el ojo de águila sobre ellos y denunciar todo lo que, a nuestro criterio, no está bien ¡Las redes sociales son lo máximo! Nuestra labor de fiscalización y de denuncia es lo que logrará detener, lo más posible, cualquier amenaza a nuestra vida, a nuestra propiedad y a nuestra libertad.
En estos escasos seis meses de gobierno hemos visto un poco de todo, pero lo principal ha sido una improvisación monumental. Se refuerza más el hecho que no había preparación alguna para gobernar.
No siendo suficiente, la incompetencia se manifiesta en cada acto, cada discurso, cada acción. Sumado al desconocimiento del manejo de “la cosa pública”, estamos viviendo una debacle que, por más que el gobernante quiera justificar sus actos, o la falta de ellos, no hay ningún rumbo definido.
Me sorprendió que anunciara que el Aeropuerto Internacional La Aurora (AILA) sería remodelado. Fue un minuto de gloria que terminó cuando “saltó la liebre”. Lo hará una vez obtenga la ampliación presupuestaria ¡Qué talito!
Parecía que, a pesar de su ideología, apoyaría al ejército. Anunció que daría el bono a los veteranos. Nuevamente, dijo que lo hará una vez obtenga la ampliación presupuestaria.
Perdón por repetir, pero el nombre del juego sigue siendo dinero, siempre. La incompetencia se manifiesta en cada acto, en cada discurso, en cada acción.
Ninguno de nosotros lo sabe todo. Por ello, debemos tener la humildad de reconocerlo y, consecuentemente, rodearnos de quienes nos pueden guiar. Hacemos lo mismo con quienes nos relacionamos y así logramos una convivencia y solidaridad que se expande a lo largo y ancho de nuestra Guate, excepto en el gobierno.
El poder embriaga, obnubila, interfiere en el pensamiento crítico y toma posesión del ego y de la soberbia. Esto nos deja a todos en un segundo plano, a pesar de que es con nuestro dinero que “la clase política” funciona.
¿Qué hacemos? Mantener el ojo de águila sobre ellos y denunciar todo lo que, a nuestro criterio, no está bien ¡Las redes sociales son lo máximo! Nuestra labor de fiscalización y de denuncia es lo que logrará detener, lo más posible, cualquier amenaza a nuestra vida, a nuestra propiedad y a nuestra libertad.
