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El intento de los medios de ocultar la debilidad de Joe Biden no fue su primer ensayo

Después del debate, la complicidad de los medios con la narrativa falsa de la Casa Blanca ya no se podía ocultar. 

El presidente de EE. UU., Joe Biden, observa mientras participa en el primer debate presidencial de las elecciones de 2024 con el ex presidente de EE. UU. y candidato presidencial republicano Donald Trump en los estudios de CNN en Atlanta, Georgia, el 27 de junio de 2024. Foto de ANDREW Caballero-Reynolds / AFP.
Nicholas Virzi |
04 de julio, 2024

En el debate presidencial entre Donald Trump y Joe Biden, que se llevó a cabo el jueves, 27 de junio, el desempeño de Biden no se puede calificar de otra manera más que desastrosa. El impacto en las encuestas no se dejó esperar.

En una encuesta nacional de CNN que salió después del debate, Trump lideraba a Biden por 6 puntos, incluso cuando se incluía a los otros cuatro candidatos presidenciales que aparecerán en las boletas. Según PolyMarket, firma especializada en previsiones electorales, Trump es el favorito de ganar en todos los estados bisagra, que suman conjuntamente 77 votos en el Colegio Electoral. Se necesitan 270 votos para ganar la presidencia y RealClearPolitics estima que Trump ya cuenta con otros 219 votos electorales asegurados.

Después del debate, han salido una serie de llamados públicos por los principales medios, rogándole a Biden para que abandone su campaña de reelección. Por el desastroso desempeño de Biden, USAToday finalmente se atrevió a reportar cómo los consejos editoriales de los principales medios dedicados a prevenir la reelección de Trump le han exhortado a Biden retirarse de la campaña presidencial. Esta lista incluye a importantes medios como el New York Times, Atlanta Journal-Constitution, Chicago Tribune, Washington Post y The Economist.

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Esto es importante. Los medios masivos típicamente reciben sus puntos discursivos de la Casa Blanca. Antes del debate, ante los numerosos incidentes donde Biden se ha visto perdido físicamente, u oralmente, o se ha mostrado claramente debilitado, la postura de la Casa Blanca y sus medios alineados había sido que los videos evidenciando eso constituían “cheap fakes” (deshonestamente editados).

Después del debate, la complicidad de los medios con la narrativa falsa de la Casa Blanca ya no se podía ocultar. Otra teoría de conspiración de la derecha extrema se había confirmado y quedó evidenciada la complicidad de los grandes medios que, según Gallup, ha perdido la confianza entre gran parte del pueblo americano.

Hasta el momento del debate, el partido Demócrata había podido contar con el apoyo mediático generalizado para difundir su propaganda. Ejemplos de las mentiras de los medios abundan. Por su incesante repetición de las mentiras en contra de Trump, los medios han logrado que muchos votantes sigan creyendo que Trump habló a favor de los nazis, coludió con Rusia para robarse las elecciones en 2016, habló en contra de los veteranos caídos en combate, etc. Cada uno de esos puntos discursivos ha sido desmentido, sin embargo, un buen porcentaje del público votante en EE. UU. sigue creyendo esas falsedades y siguen enmarcando la narrativa en contra de Trump.

Igual de importante ha sido la colusión de los medios con los Demócratas para ocultar cualquier escandalosa noticia verídica que podría resultar dañina para Biden. Los numerosos casos de la manifiesta corrupción y tráfico de influencias de su red de corrupción familiar son solo un ejemplo.

No hay esperanza alguna que el Fiscal General de EE. UU. persiga los casos de interferencia en las elecciones que beneficiaron a su jefe, Joe Biden. Esa distinción el sistema de justicia Americana reserva para una sola persona, Donald Trump.

Aparte de eso, se debe de incluir el infame caso del laptop de Hunter Biden, cuya autenticidad el FBI había verificado en 2019. El laptop de Biden reveló que la familia Biden recibió, por lo menos, aproximadamente USD 11 millones de transferencias del extranjero (NBC News), depositados en varias cuentas de familiares de Joe Biden a nombre de empresas que jamás han producido un solo bien o servicio. El patrón de transferencias monetarias a la familia Biden causó que el sistema bancario de EE. UU. generará más de 150 reportes de actividades sospechosas.

Justo antes de las elecciones de 2020, Twitter y Facebook habían censurado el artículo del New York Post, el primer medio en revelar el escándalo del laptop del infierno, bajo la excusa que era desinformación rusa divulgada para interferir en las elecciones presidenciales de EE. UU. en 2020. Vale recalcar que el contenido del laptop de Hunter Biden fue admitido, este año, como evidencia en un caso legal contra el hijo de Joe Biden, en el cual fue encontrado culpable por un jurado de sus pares.

Esta falsa narrativa fue organizada y diseminada por los medios por Anthony Blinken, hoy Secretario de Estado. Blinken fue instrumental en organizar a cincuenta y un “exoperadores” de inteligencia de EE. UU. para que firmaran una carta abierta desmintiendo el reporte verídico del NY Post, justo antes de las elecciones presidenciales en 2020. Recientemente salieron reportes que algunos de los “ex” operadores de la CIA signatarios de la infame carta antes mencionada eran contratistas de la CIA en el momento que firmaron la carta. Esto, a todas luces, constituye una serie de ilegalidades. La CIA tiene prohibido espiar u operar dentro del territorio americano.

Dichas ilegalidades se cometieron con la intención de interferir y afectar las elecciones presidenciales de 2020. El Washington Times reportó que algunas encuestas revelaron que un 4.6 % de votantes hubiera cambiado su voto a favor de Trump si hubieran tenido la información verídica en el momento de votar, un margen suficiente para darle la victoria electoral en 2020. Sin embargo, no hay esperanza alguna que el Fiscal General de EE. UU. persiga los casos de interferencia en las elecciones que beneficiaron a su jefe, Joe Biden. Esa distinción el sistema de justicia Americana reserva para una sola persona, Donald Trump.

El intento de los medios de ocultar la debilidad de Joe Biden no fue su primer ensayo

Después del debate, la complicidad de los medios con la narrativa falsa de la Casa Blanca ya no se podía ocultar. 

Nicholas Virzi |
04 de julio, 2024
El presidente de EE. UU., Joe Biden, observa mientras participa en el primer debate presidencial de las elecciones de 2024 con el ex presidente de EE. UU. y candidato presidencial republicano Donald Trump en los estudios de CNN en Atlanta, Georgia, el 27 de junio de 2024. Foto de ANDREW Caballero-Reynolds / AFP.

En el debate presidencial entre Donald Trump y Joe Biden, que se llevó a cabo el jueves, 27 de junio, el desempeño de Biden no se puede calificar de otra manera más que desastrosa. El impacto en las encuestas no se dejó esperar.

En una encuesta nacional de CNN que salió después del debate, Trump lideraba a Biden por 6 puntos, incluso cuando se incluía a los otros cuatro candidatos presidenciales que aparecerán en las boletas. Según PolyMarket, firma especializada en previsiones electorales, Trump es el favorito de ganar en todos los estados bisagra, que suman conjuntamente 77 votos en el Colegio Electoral. Se necesitan 270 votos para ganar la presidencia y RealClearPolitics estima que Trump ya cuenta con otros 219 votos electorales asegurados.

Después del debate, han salido una serie de llamados públicos por los principales medios, rogándole a Biden para que abandone su campaña de reelección. Por el desastroso desempeño de Biden, USAToday finalmente se atrevió a reportar cómo los consejos editoriales de los principales medios dedicados a prevenir la reelección de Trump le han exhortado a Biden retirarse de la campaña presidencial. Esta lista incluye a importantes medios como el New York Times, Atlanta Journal-Constitution, Chicago Tribune, Washington Post y The Economist.

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Después del debate, la complicidad de los medios con la narrativa falsa de la Casa Blanca ya no se podía ocultar. Otra teoría de conspiración de la derecha extrema se había confirmado y quedó evidenciada la complicidad de los grandes medios que, según Gallup, ha perdido la confianza entre gran parte del pueblo americano.

Hasta el momento del debate, el partido Demócrata había podido contar con el apoyo mediático generalizado para difundir su propaganda. Ejemplos de las mentiras de los medios abundan. Por su incesante repetición de las mentiras en contra de Trump, los medios han logrado que muchos votantes sigan creyendo que Trump habló a favor de los nazis, coludió con Rusia para robarse las elecciones en 2016, habló en contra de los veteranos caídos en combate, etc. Cada uno de esos puntos discursivos ha sido desmentido, sin embargo, un buen porcentaje del público votante en EE. UU. sigue creyendo esas falsedades y siguen enmarcando la narrativa en contra de Trump.

Igual de importante ha sido la colusión de los medios con los Demócratas para ocultar cualquier escandalosa noticia verídica que podría resultar dañina para Biden. Los numerosos casos de la manifiesta corrupción y tráfico de influencias de su red de corrupción familiar son solo un ejemplo.

No hay esperanza alguna que el Fiscal General de EE. UU. persiga los casos de interferencia en las elecciones que beneficiaron a su jefe, Joe Biden. Esa distinción el sistema de justicia Americana reserva para una sola persona, Donald Trump.

Aparte de eso, se debe de incluir el infame caso del laptop de Hunter Biden, cuya autenticidad el FBI había verificado en 2019. El laptop de Biden reveló que la familia Biden recibió, por lo menos, aproximadamente USD 11 millones de transferencias del extranjero (NBC News), depositados en varias cuentas de familiares de Joe Biden a nombre de empresas que jamás han producido un solo bien o servicio. El patrón de transferencias monetarias a la familia Biden causó que el sistema bancario de EE. UU. generará más de 150 reportes de actividades sospechosas.

Justo antes de las elecciones de 2020, Twitter y Facebook habían censurado el artículo del New York Post, el primer medio en revelar el escándalo del laptop del infierno, bajo la excusa que era desinformación rusa divulgada para interferir en las elecciones presidenciales de EE. UU. en 2020. Vale recalcar que el contenido del laptop de Hunter Biden fue admitido, este año, como evidencia en un caso legal contra el hijo de Joe Biden, en el cual fue encontrado culpable por un jurado de sus pares.

Esta falsa narrativa fue organizada y diseminada por los medios por Anthony Blinken, hoy Secretario de Estado. Blinken fue instrumental en organizar a cincuenta y un “exoperadores” de inteligencia de EE. UU. para que firmaran una carta abierta desmintiendo el reporte verídico del NY Post, justo antes de las elecciones presidenciales en 2020. Recientemente salieron reportes que algunos de los “ex” operadores de la CIA signatarios de la infame carta antes mencionada eran contratistas de la CIA en el momento que firmaron la carta. Esto, a todas luces, constituye una serie de ilegalidades. La CIA tiene prohibido espiar u operar dentro del territorio americano.

Dichas ilegalidades se cometieron con la intención de interferir y afectar las elecciones presidenciales de 2020. El Washington Times reportó que algunas encuestas revelaron que un 4.6 % de votantes hubiera cambiado su voto a favor de Trump si hubieran tenido la información verídica en el momento de votar, un margen suficiente para darle la victoria electoral en 2020. Sin embargo, no hay esperanza alguna que el Fiscal General de EE. UU. persiga los casos de interferencia en las elecciones que beneficiaron a su jefe, Joe Biden. Esa distinción el sistema de justicia Americana reserva para una sola persona, Donald Trump.

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