El futuro con Donald Trump: Claves para enfrentar los vientos de cambio en el Norte
Ante el inminente cambio de los vientos del Norte, Guatemala tiene la oportunidad de demostrar su liderazgo regional
El pasado miércoles 6 de noviembre, Donald Trump fue declarado ganador de las elecciones, convirtiéndose en el 47.º presidente de Estados Unidos. Su regreso al poder es un hecho histórico, comparable solo al de Grover Cleveland, hasta hoy único presidente estadounidense elegido en períodos no consecutivos en 1893.
Más allá de la presidencia, los republicanos consolidaron una mayoría en ambas cámaras del Congreso, con 53 senadores frente a 47 demócratas y una posible mayoría de 222 escaños en la Cámara de Representantes. Este panorama otorga al Partido Republicano una mayoría sólida en ambas cámaras, evidenciando que, además de ganar el voto popular, los republicanos cuentan con un respaldo firme del pueblo estadounidense. Esto, sin duda, fortalecerá el poder de negociación del presidente Trump en sus relaciones internacionales, incluida Guatemala.
Por el contrario, Trump ha reunido un equipo de figuras de alto perfil y experiencia para acompañarlo en su mandato, en marcado contraste con los demócratas. El punto de inflexión de la campaña republicana fue el intento de asesinato del 13 de julio en Butler, Pensilvania. Tras este evento, Elon Musk y Robert Kennedy Jr. se unieron a su equipo. Musk, pionero en innovación tecnológica, estará a cargo de la eficiencia gubernamental de Trump, tiene considerado optimizar el gobierno federal con recortes del gasto de hasta 2 trillones de dólares, equivalentes al 30 % del presupuesto, mientras que Kennedy Jr., tras dejar su campaña presidencial, asumirá el liderazgo en la crisis de salud infantil.
Luego, se unieron Tulsi Gabbard, ex candidata a la nominación demócrata y veterana de la Guerra de Irak, además de Vivek Ramaswamy, empresario opositor de la cultura «woke» y defensor de la agenda de libre mercado, quien suena para liderar el Departamento de Comercio, abriendo un potencial de oportunidades en tratados comerciales y proyectos de Inversión Extranjera Directa para Guatemala.
El quinto integrante del equipo de soporte del presidente Trump es el nuevo vicepresidente, J.D. Vance, senador por Ohio y autor del libro Hillbilly, una elegía rural (2016). En su obra, Vance relata su infancia en condiciones de pobreza, sus dificultades para graduarse como abogado en Yale y su trayectoria como Marine durante la Guerra de Irak, experiencia que le proporcionó disciplina y una perspectiva clave para su vida y carrera. En cualquier negociación, Vance priorizará iniciativas comerciales que no aumenten la migración hacia Estados Unidos ni afecten empleos estadounidenses. A la par, Susie Wiles, estratega clave de la campaña, asumirá el rol de Jefa de Gabinete. Por su parte, Richard Grenell, ex embajador en Alemania, podría asumir como secretario de Estado, quien con su perspectiva de «diplomacia transaccional» enfocada en intercambios directos de beneficios, plantea desafíos y oportunidades para Guatemala. Es crucial prepararse con estrategias de negociación que garanticen beneficios mutuos para superar en influencia a otros países de la región.
Aprovechar este momento histórico no solo impulsará nuestro desarrollo y el enorme potencial dormido de nuestro país, sino que consolidará nuestra posición como un socio clave en la estrategia política y económica del hemisferio.
Para lo anterior, Guatemala debe considerar las siguientes estrategias para facilitar una negociación efectiva con Estados Unidos:
1. Fortalecer el control migratorio y reducir la presión migratoria hacia el norte: Guatemala puede contribuir a la narrativa de protección de fronteras, ofreciendo medidas concretas, como la expansión de los Acuerdos de Cooperación de Asilo (ACA), el refuerzo del control migratorio y la creación de zonas económicas especiales que impulsen el desarrollo en áreas rurales.
2. Alinear posturas en política internacional: Guatemala puede reforzar su posición como aliado estratégico de Estados Unidos al consolidar su apoyo a Taiwán, mantener su posición en foros internacionales como defensor de Israel y mostrar coherencia en su postura sobre Ucrania. Además, puede presentarse como un contrapeso clave frente a los gobiernos de izquierda autoritaria en América Latina, destacando como promotor de la democracia y el libre mercado.
3. Ser un destino clave para reshoring y nearshoring: En la narrativa de “América Primero”, Guatemala debe posicionarse como una alternativa viable para la relocalización de producción industrial, reduciendo la dependencia estadounidense de China. Esto incluye garantizar seguridad jurídica, simplificar la burocracia para inversionistas y reafirmar el compromiso con el acuerdo comercial CAFTA-DR como marco de comercio bilateral.
4. Contribuir a la seguridad de Estados Unidos: Guatemala puede fortalecer la cooperación en inteligencia, participar activamente en iniciativas regionales de seguridad y aumentar los controles fronterizos, posicionándose como un socio confiable en la lucha contra el crimen organizado.
5. Convertirse en el socio preferido de la región: Guatemala debe presentarse como el aliado más confiable de la región, destacándose por su estabilidad económica y su potencial, superando la falta de protagonismo de Costa Rica y las tensiones políticas con México y El Salvador.
Ante el inminente cambio de los vientos del Norte, Guatemala tiene la oportunidad de demostrar su liderazgo regional, su capacidad para proponer estrategias que sirvan a nuestros intereses comunes con Estados Unidos y nuestra suficiencia para construir una relación estratégica con nuestro vecino norteamericano. Aprovechar este momento histórico no solo impulsará nuestro desarrollo y el enorme potencial dormido de nuestro país, sino que consolidará nuestra posición como un socio clave en la estrategia política y económica del hemisferio.
PhD. José Ramiro Bolaños
El futuro con Donald Trump: Claves para enfrentar los vientos de cambio en el Norte
Ante el inminente cambio de los vientos del Norte, Guatemala tiene la oportunidad de demostrar su liderazgo regional
El pasado miércoles 6 de noviembre, Donald Trump fue declarado ganador de las elecciones, convirtiéndose en el 47.º presidente de Estados Unidos. Su regreso al poder es un hecho histórico, comparable solo al de Grover Cleveland, hasta hoy único presidente estadounidense elegido en períodos no consecutivos en 1893.
Más allá de la presidencia, los republicanos consolidaron una mayoría en ambas cámaras del Congreso, con 53 senadores frente a 47 demócratas y una posible mayoría de 222 escaños en la Cámara de Representantes. Este panorama otorga al Partido Republicano una mayoría sólida en ambas cámaras, evidenciando que, además de ganar el voto popular, los republicanos cuentan con un respaldo firme del pueblo estadounidense. Esto, sin duda, fortalecerá el poder de negociación del presidente Trump en sus relaciones internacionales, incluida Guatemala.
Por el contrario, Trump ha reunido un equipo de figuras de alto perfil y experiencia para acompañarlo en su mandato, en marcado contraste con los demócratas. El punto de inflexión de la campaña republicana fue el intento de asesinato del 13 de julio en Butler, Pensilvania. Tras este evento, Elon Musk y Robert Kennedy Jr. se unieron a su equipo. Musk, pionero en innovación tecnológica, estará a cargo de la eficiencia gubernamental de Trump, tiene considerado optimizar el gobierno federal con recortes del gasto de hasta 2 trillones de dólares, equivalentes al 30 % del presupuesto, mientras que Kennedy Jr., tras dejar su campaña presidencial, asumirá el liderazgo en la crisis de salud infantil.
Luego, se unieron Tulsi Gabbard, ex candidata a la nominación demócrata y veterana de la Guerra de Irak, además de Vivek Ramaswamy, empresario opositor de la cultura «woke» y defensor de la agenda de libre mercado, quien suena para liderar el Departamento de Comercio, abriendo un potencial de oportunidades en tratados comerciales y proyectos de Inversión Extranjera Directa para Guatemala.
El quinto integrante del equipo de soporte del presidente Trump es el nuevo vicepresidente, J.D. Vance, senador por Ohio y autor del libro Hillbilly, una elegía rural (2016). En su obra, Vance relata su infancia en condiciones de pobreza, sus dificultades para graduarse como abogado en Yale y su trayectoria como Marine durante la Guerra de Irak, experiencia que le proporcionó disciplina y una perspectiva clave para su vida y carrera. En cualquier negociación, Vance priorizará iniciativas comerciales que no aumenten la migración hacia Estados Unidos ni afecten empleos estadounidenses. A la par, Susie Wiles, estratega clave de la campaña, asumirá el rol de Jefa de Gabinete. Por su parte, Richard Grenell, ex embajador en Alemania, podría asumir como secretario de Estado, quien con su perspectiva de «diplomacia transaccional» enfocada en intercambios directos de beneficios, plantea desafíos y oportunidades para Guatemala. Es crucial prepararse con estrategias de negociación que garanticen beneficios mutuos para superar en influencia a otros países de la región.
Aprovechar este momento histórico no solo impulsará nuestro desarrollo y el enorme potencial dormido de nuestro país, sino que consolidará nuestra posición como un socio clave en la estrategia política y económica del hemisferio.
Para lo anterior, Guatemala debe considerar las siguientes estrategias para facilitar una negociación efectiva con Estados Unidos:
1. Fortalecer el control migratorio y reducir la presión migratoria hacia el norte: Guatemala puede contribuir a la narrativa de protección de fronteras, ofreciendo medidas concretas, como la expansión de los Acuerdos de Cooperación de Asilo (ACA), el refuerzo del control migratorio y la creación de zonas económicas especiales que impulsen el desarrollo en áreas rurales.
2. Alinear posturas en política internacional: Guatemala puede reforzar su posición como aliado estratégico de Estados Unidos al consolidar su apoyo a Taiwán, mantener su posición en foros internacionales como defensor de Israel y mostrar coherencia en su postura sobre Ucrania. Además, puede presentarse como un contrapeso clave frente a los gobiernos de izquierda autoritaria en América Latina, destacando como promotor de la democracia y el libre mercado.
3. Ser un destino clave para reshoring y nearshoring: En la narrativa de “América Primero”, Guatemala debe posicionarse como una alternativa viable para la relocalización de producción industrial, reduciendo la dependencia estadounidense de China. Esto incluye garantizar seguridad jurídica, simplificar la burocracia para inversionistas y reafirmar el compromiso con el acuerdo comercial CAFTA-DR como marco de comercio bilateral.
4. Contribuir a la seguridad de Estados Unidos: Guatemala puede fortalecer la cooperación en inteligencia, participar activamente en iniciativas regionales de seguridad y aumentar los controles fronterizos, posicionándose como un socio confiable en la lucha contra el crimen organizado.
5. Convertirse en el socio preferido de la región: Guatemala debe presentarse como el aliado más confiable de la región, destacándose por su estabilidad económica y su potencial, superando la falta de protagonismo de Costa Rica y las tensiones políticas con México y El Salvador.
Ante el inminente cambio de los vientos del Norte, Guatemala tiene la oportunidad de demostrar su liderazgo regional, su capacidad para proponer estrategias que sirvan a nuestros intereses comunes con Estados Unidos y nuestra suficiencia para construir una relación estratégica con nuestro vecino norteamericano. Aprovechar este momento histórico no solo impulsará nuestro desarrollo y el enorme potencial dormido de nuestro país, sino que consolidará nuestra posición como un socio clave en la estrategia política y económica del hemisferio.
PhD. José Ramiro Bolaños