EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: El boom del comercio internacional
En el mundo globalizado del siglo XXI, es posible mantener el optimismo, con precaución.
El 2024 enfrentó múltiples retos que impactaron en la economía y el comercio global. Los efectos de las decisiones tomadas en el sector público de cada país se han extendido a las preocupaciones del sector productivo. Entre estos, las tensas relaciones entre China y Estados Unidos, los efectos del European Green Deal, las elecciones estadounidenses y las sanciones rusas —y el área de oportunidad que esto significó para India y China—. Adicionalmente, en el panorama regional se dieron las elecciones en Venezuela, las negociaciones entre Mercosur y la Unión Europea, la gran inversión china, las reformas medioambientalistas de Lula y las amplias reformas estatales de Milei.
Las grandes organizaciones económicas internacionales, como el Fondo Monetario Internacional, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y la Organización Mundial del Comercio coinciden en sus expectativas positivas para los flujos comerciales de finales de 2024, que considero se extenderán a 2025. Muchos de los escenarios mencionados —y aquellos no mencionados— sucedieron y tuvieron sus primeros efectos en lo ya cursado de 2024. No obstante, no se puede esperar cambios sustanciales en el cambio de año, sino un seguimiento con los efectos más importantes impactando el primer semestre de este. Las decisiones institucionales basadas en el presente se ejecutarán en el próximo año como medidas de resiliencia ante los riesgos de los cambios globales, utilizando como base las amenazas y oportunidades vistas en la actualidad.
Para finales de 2024 y 2025 se previó una baja en la inflación que permitirá que los bancos centrales reduzcan las tasas de interés, así como también se estima un crecimiento en los flujos comerciales globales del 3 % y un aumento en el volumen de bienes de entre el 2.6 % y el 3.3 %. Todo esto es posible dado el crecimiento económico que la mayoría de los países están viviendo, incluso aquellos aún considerados pobres y en vías de desarrollo. Las economías más grandes ya han superado el impacto de la guerra Rusia-Ucrania y de la COVID-19. Asimismo, existe evidencia de crecimiento en las MENA, Asia y Norteamérica.
Los problemas geopolíticos han producido retos para los sectores económicos, pero han dejado un área de oportunidad para nuevos actores —empresas o países— que toman la oportunidad para incrementar su competitividad y colaborar o remplazar a aquellos más afectados y menos resilientes. Esto contribuye al alcance de mayor participación, especialización y crecimiento económico. Esta mirada optimista da lugar al boom del comercio internacional.
Existen también amenazas que pueden obstaculizar el crecimiento esperado, como la crisis del Mar Rojo que ha incrementado costos para ciertos sectores; la amenaza de bajos niveles de agua en puntos clave, como el Canal de Panamá y el Canal de Suez, y los conflictos geopolíticos que a lo largo de los últimos años han dividido al mundo y creado nuevos bandos. No obstante, en el mundo globalizado del siglo XXI, es posible mantener el optimismo, con precaución.
Gran parte de los problemas geopolíticos han producido retos para los sectores económicos, pero han dejado un área de oportunidad para nuevos actores —empresas o países— que toman la oportunidad para incrementar su competitividad y colaborar o remplazar a aquellos más afectados y menos resilientes. Esto contribuye al alcance de mayor participación, especialización y crecimiento económico. Esta mirada optimista da lugar al boom del comercio internacional.
El boom del comercio internacional
En el mundo globalizado del siglo XXI, es posible mantener el optimismo, con precaución.
El 2024 enfrentó múltiples retos que impactaron en la economía y el comercio global. Los efectos de las decisiones tomadas en el sector público de cada país se han extendido a las preocupaciones del sector productivo. Entre estos, las tensas relaciones entre China y Estados Unidos, los efectos del European Green Deal, las elecciones estadounidenses y las sanciones rusas —y el área de oportunidad que esto significó para India y China—. Adicionalmente, en el panorama regional se dieron las elecciones en Venezuela, las negociaciones entre Mercosur y la Unión Europea, la gran inversión china, las reformas medioambientalistas de Lula y las amplias reformas estatales de Milei.
Las grandes organizaciones económicas internacionales, como el Fondo Monetario Internacional, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y la Organización Mundial del Comercio coinciden en sus expectativas positivas para los flujos comerciales de finales de 2024, que considero se extenderán a 2025. Muchos de los escenarios mencionados —y aquellos no mencionados— sucedieron y tuvieron sus primeros efectos en lo ya cursado de 2024. No obstante, no se puede esperar cambios sustanciales en el cambio de año, sino un seguimiento con los efectos más importantes impactando el primer semestre de este. Las decisiones institucionales basadas en el presente se ejecutarán en el próximo año como medidas de resiliencia ante los riesgos de los cambios globales, utilizando como base las amenazas y oportunidades vistas en la actualidad.
Para finales de 2024 y 2025 se previó una baja en la inflación que permitirá que los bancos centrales reduzcan las tasas de interés, así como también se estima un crecimiento en los flujos comerciales globales del 3 % y un aumento en el volumen de bienes de entre el 2.6 % y el 3.3 %. Todo esto es posible dado el crecimiento económico que la mayoría de los países están viviendo, incluso aquellos aún considerados pobres y en vías de desarrollo. Las economías más grandes ya han superado el impacto de la guerra Rusia-Ucrania y de la COVID-19. Asimismo, existe evidencia de crecimiento en las MENA, Asia y Norteamérica.
Los problemas geopolíticos han producido retos para los sectores económicos, pero han dejado un área de oportunidad para nuevos actores —empresas o países— que toman la oportunidad para incrementar su competitividad y colaborar o remplazar a aquellos más afectados y menos resilientes. Esto contribuye al alcance de mayor participación, especialización y crecimiento económico. Esta mirada optimista da lugar al boom del comercio internacional.
Existen también amenazas que pueden obstaculizar el crecimiento esperado, como la crisis del Mar Rojo que ha incrementado costos para ciertos sectores; la amenaza de bajos niveles de agua en puntos clave, como el Canal de Panamá y el Canal de Suez, y los conflictos geopolíticos que a lo largo de los últimos años han dividido al mundo y creado nuevos bandos. No obstante, en el mundo globalizado del siglo XXI, es posible mantener el optimismo, con precaución.
Gran parte de los problemas geopolíticos han producido retos para los sectores económicos, pero han dejado un área de oportunidad para nuevos actores —empresas o países— que toman la oportunidad para incrementar su competitividad y colaborar o remplazar a aquellos más afectados y menos resilientes. Esto contribuye al alcance de mayor participación, especialización y crecimiento económico. Esta mirada optimista da lugar al boom del comercio internacional.
