Dueñez Empresaria. Querencia familiar... ¿de todos?
Las grandes decisiones de las empresas familiares no siempre se pueden tomar entre todos.
De nuevo trabajando en España, nos alegra mucho. Hacía tiempo que no lo hacíamos con una familia española. Ratificamos otra vez la enorme calidad de empresarios que hay en este país.
Al término del ejercicio de Diseño de la Estrategia de Creación de Valor nos congratulamos por las conclusiones obtenidas: valientes decisiones de concentración y abandono, diseño de caminos de liderazgo competitivo a construir, ambicioso proyecto de fortalecimiento de la Dueñez compartida. Sin duda, lograremos transformar esta organización y detonar el valor de su patrimonio.
Pero no todo es miel sobre hojuelas. Después de esbozar las grandes jugadas discontinuas que detonarán el valor de este grupo, acordamos que trabajaremos en definir en equipo la Querencia familiar que les mantendrá unidos con una visión común de futuro. La mayoría de ellos desbordan en entusiasmo por los cambios que están emprendiendo, pero uno de los miembros de la familia está en desacuerdo con todo. No está alineado con nada de lo que los demás buscan.
Este familiar siempre se ha mostrado inconforme y discordante. Profundizamos un poco en sus comportamientos anteriores y nos damos cuenta que esa ha sido la misma tónica desde siempre. ¿Qué hacemos cuando uno o varios miembros de la familia no parecen dispuestos a dialogar y formar parte del equipo?
Los ejercicios de Querencia familiar frecuentemente demandan sentarse seriamente a manejar las discrepancias. Esto es normal. Aún en las mejores familias se presentan diferencias serias que ameritan un trabajo profundo de conciliación, de diálogo, de negociación. La capacidad de saber ponerse de acuerdo, aún en los temas más críticos, suele convertirse en una ventaja competitiva de las empresas de familia.
No todas las familias empresarias desarrollan esta habilidad. Solo esta carencia puede determinar la viabilidad para continuar creando valor en armonía a través de las generaciones. Por lo general, se requiere de ayuda profesional y entrenamiento para fortalecer esta cualidad.
Pero a veces el obstáculo para avanzar no es un asunto de cultura familiar o de falta de entrenamiento para mejorar la calidad de diálogo. En ocasiones son uno o dos miembros concretos quienes muestran una especial dificultad para integrarse y aprender a adaptarse al resto del equipo.
Estos miembros parecen ser incapaces de sintonizarse en positivo para hacer un esfuerzo de cambiar y evolucionar. Su conducta es consistentemente disfuncional e incluso puede empeorar con el tiempo. Estos son los llamados personajes tóxicos de las empresas familiares.
Es crucial identificar estos comportamientos para poder decidir el curso de acción a seguir. Los miembros tóxicos de familias empresarias suelen actuar recuriendo a la manipulación, la queja por todo, la hipercrítica y la manifestación de posturas dramáticas. Esto causa daños al ambiente organizacional y a la dinámica de interacción familiar. Todo esto entorpece los procesos de institucionalización y dificulta el desarrollo profesional saludable.
Nuestra posición ante estas personalidades se centra en establecer reglas y límites de cómo abordarlos. Si el resto de la familia esta convencida de que vale la pena esforzarse por integrarlos, pues habrá que trabajar en ello. Pero en el momento en que los límites se hayan sobrepasado, tal vez amerite llegar a medidas más drásticas, como limitar su participación en la toma de decisiones o incluso buscar formas de negociación para que salgan del grupo.
La Querencia familiar es una herramienta de visualización en equipo para trabajar en armonía por un futuro común, sí. Pero los que participan en el proceso son los que cumplen con tres condiciones: disposición a seguir juntos actuando con confianza y respeto hacia los demás, esforzarse por mejorar la calidad de diálogo con una comunicación abierta y honesta, respetar los acuerdos que conjuntamente tomen.
Buscaremos trabajar en la querencia familiar con todos los que cumplan estas condiciones. Esperemos que esta empresa continúe prosperando en armonía.
Dueñez Empresaria. Querencia familiar... ¿de todos?
Las grandes decisiones de las empresas familiares no siempre se pueden tomar entre todos.
De nuevo trabajando en España, nos alegra mucho. Hacía tiempo que no lo hacíamos con una familia española. Ratificamos otra vez la enorme calidad de empresarios que hay en este país.
Al término del ejercicio de Diseño de la Estrategia de Creación de Valor nos congratulamos por las conclusiones obtenidas: valientes decisiones de concentración y abandono, diseño de caminos de liderazgo competitivo a construir, ambicioso proyecto de fortalecimiento de la Dueñez compartida. Sin duda, lograremos transformar esta organización y detonar el valor de su patrimonio.
Pero no todo es miel sobre hojuelas. Después de esbozar las grandes jugadas discontinuas que detonarán el valor de este grupo, acordamos que trabajaremos en definir en equipo la Querencia familiar que les mantendrá unidos con una visión común de futuro. La mayoría de ellos desbordan en entusiasmo por los cambios que están emprendiendo, pero uno de los miembros de la familia está en desacuerdo con todo. No está alineado con nada de lo que los demás buscan.
Este familiar siempre se ha mostrado inconforme y discordante. Profundizamos un poco en sus comportamientos anteriores y nos damos cuenta que esa ha sido la misma tónica desde siempre. ¿Qué hacemos cuando uno o varios miembros de la familia no parecen dispuestos a dialogar y formar parte del equipo?
Los ejercicios de Querencia familiar frecuentemente demandan sentarse seriamente a manejar las discrepancias. Esto es normal. Aún en las mejores familias se presentan diferencias serias que ameritan un trabajo profundo de conciliación, de diálogo, de negociación. La capacidad de saber ponerse de acuerdo, aún en los temas más críticos, suele convertirse en una ventaja competitiva de las empresas de familia.
No todas las familias empresarias desarrollan esta habilidad. Solo esta carencia puede determinar la viabilidad para continuar creando valor en armonía a través de las generaciones. Por lo general, se requiere de ayuda profesional y entrenamiento para fortalecer esta cualidad.
Pero a veces el obstáculo para avanzar no es un asunto de cultura familiar o de falta de entrenamiento para mejorar la calidad de diálogo. En ocasiones son uno o dos miembros concretos quienes muestran una especial dificultad para integrarse y aprender a adaptarse al resto del equipo.
Estos miembros parecen ser incapaces de sintonizarse en positivo para hacer un esfuerzo de cambiar y evolucionar. Su conducta es consistentemente disfuncional e incluso puede empeorar con el tiempo. Estos son los llamados personajes tóxicos de las empresas familiares.
Es crucial identificar estos comportamientos para poder decidir el curso de acción a seguir. Los miembros tóxicos de familias empresarias suelen actuar recuriendo a la manipulación, la queja por todo, la hipercrítica y la manifestación de posturas dramáticas. Esto causa daños al ambiente organizacional y a la dinámica de interacción familiar. Todo esto entorpece los procesos de institucionalización y dificulta el desarrollo profesional saludable.
Nuestra posición ante estas personalidades se centra en establecer reglas y límites de cómo abordarlos. Si el resto de la familia esta convencida de que vale la pena esforzarse por integrarlos, pues habrá que trabajar en ello. Pero en el momento en que los límites se hayan sobrepasado, tal vez amerite llegar a medidas más drásticas, como limitar su participación en la toma de decisiones o incluso buscar formas de negociación para que salgan del grupo.
La Querencia familiar es una herramienta de visualización en equipo para trabajar en armonía por un futuro común, sí. Pero los que participan en el proceso son los que cumplen con tres condiciones: disposición a seguir juntos actuando con confianza y respeto hacia los demás, esforzarse por mejorar la calidad de diálogo con una comunicación abierta y honesta, respetar los acuerdos que conjuntamente tomen.
Buscaremos trabajar en la querencia familiar con todos los que cumplan estas condiciones. Esperemos que esta empresa continúe prosperando en armonía.
EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: