EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: El día de ayer se inauguró en Forum Majadas la Feria Internacional del Libro -FILGUA-, número XXI, la cual ha sido dedicada al escritor Francisco Pérez de Antón, Premio Nacional de Literatura 2011. Como siempre, la agenda es tupida, con una oferta de actividades variada, pensada para que todos los públicos encuentren algo de su interés y puedan participar. Resaltan en ella, cómo no, conferencias y actos dedicados a Pérez de Antón, pero también otro sinnúmero de propuestas, como una interesante conferencia que dará el investigador británico Gerald Martin el próximo lunes 8, a las 9,30, en la que disertará sobre uno de sus temas favoritos: Miguel Ángel Asturias.
Aunque en el trascurso de los 10 días que dura FILGUA se van sumando a los anaqueles libros y más libros, en este espacio resalto mis recomendaciones, a manera de guía práctica para quien no quiera llegar del todo a ciegas (aunque yo lo prefiero así). En el local de la librería KitaPenas, el que encontrará siempre lleno de compradores jóvenes, le recomiendo darse una vuelta por los estantes de la editorial Acantilado, que suele presentar títulos de mucho interés cultural soberbiamente editados o los de “Libros del Asteoide”, editorial que le suele apostar a la literatura traducida pero de autores no tan conocidos, aunque por supuesto, sacó de forma muy hermosa «Hamnet», de Maggie O’Farrell, que es una novela que no se puede perder el amante de la buena literatura.
En el Fondo de Cultura Económica, que nos tiene acostumbrados a sus variadas colecciones muy cuidadas como la negra de historia, en la que se encuentran dos títulos imperdibles, ambos de la historiadora Stacey Schiff: «Las brujas», una soberbia investigación sobre el juicio a las brujas de Salem, recién traducido al español y «Cleopatra», una biografía de esta fascinante figura política de los Ptolomeo. En la colección de antropología y arqueología se pueden encontrar las últimas producciones sobre los mayas, que siempre resultan interesantes para quien desee conocer la historia guatemalteca más remota.
En la Tipografía Nacional, además de libros de literatura guatemalteca a precios más que razonables y accesibles resalta una obra de las que ya se ven pocas por su utilidad y conveniencia: «Fechas importantes de la Historia de Guatemala», preparado por Jorge Adalberto Rodríguez Tánchez, a quien le debemos de agradecer un tomo hermoso y exhaustivo en sus 828 páginas en las que a modo de almanaque o efemérides nos va llevando de la mano por la historia patria, día a día del calendario.
En la editorial Cultura, además de una colección de literatura guatemalteca contemporánea, con hermosas portadas diseñadas por Ruido, artista gráfico, también están los volúmenes dedicados a nuestra herencia cultural, uno dedicado a nuestro pasado prehispánico titulado «Raíces», otro llamado «Takalik Abaj», dedicado al sitio arqueológico homónimo, otro sobre el Teatro Nacional y uno más sobre el Palacio Nacional de la Cultura, todos hermosamente diagramados, con bellas fotografías, diagramas y demás aparato pedagógico que hacen que sean tomos para disfrutarse, en versión rústica y en versión de lujo todos.
En el local de Catafixia encontrará una cuidada selección de libros de otras editoriales, dentro de los que resaltan los de la estadounidense Joan Didion o el interesante «Triunfo electoral y derrota política. Ríos Montt y las raíces del fraude de 1974», de Rodrigo Véliz Estrada, publicado por la UNAM-CIALC y todo el catálogo de Catafixia, en los que resaltan por su belleza los tres tomos de «La Sacralidad de todo», una fascinante colección de ensayos desde todas las perspectivas posibles sobre la Semana Santa en Guatemala, y una bella edición en la que se recupera el interesante ensayo de Carlos Wyld Ospina «El Autócrata».
En F&G Editores el catálogo siempre es amplio e interesante, resaltando la hermosa colección dedicada a Miguel Ángel Asturias, en las que se han estado reeditando todos los libros de nuestro genial Premio Nobel. También recomiendo una historia de la inmigración belga a Guatemala, presentada en un bello volumen. En Sophos, siempre conviene pasearse por el local porque las últimas novedades editoriales locales y extranjeras estarán esperando en sus mesas y anaqueles. En DeMuseo, la oferta también es amplia y variada, en la que yo resaltaría los tomos de Galaxia Gutemberg, recomendando especialmente los tres tomos de las hermosas novelas de Vasili Grossman, «El pueblo es inmortal», «Stalingrado» y «Vida y destino», las tres en sus ediciones definitivas, en las que se recupera en distinto tono de tinta los pasajes que la censura soviética obligó a suprimir a su autor, resultando un ejercicio sumamente interesante para entender cómo operan los mecanismos de la censura en los regímenes totalitarios.
Por último, para terminar estas recomendaciones y dejar que el lector se pasee por los pasillos de FILGUA, no deje de visitar los locales de la Cámara del Libro de El Salvador, Honduras y Costa Rica, en los que encontrará títulos muy interesantes de historia y literatura locales, aunque debamos extrañar este año a la Cámara nicaragüense del libro y a la cubana, que solían sorprender con sus títulos a precios muy módicos.
De la librera: Un paseo por FILGUA
El día de ayer se inauguró en Forum Majadas la Feria Internacional del Libro -FILGUA-, número XXI, la cual ha sido dedicada al escritor Francisco Pérez de Antón, Premio Nacional de Literatura 2011. Como siempre, la agenda es tupida, con una oferta de actividades variada, pensada para que todos los públicos encuentren algo de su interés y puedan participar. Resaltan en ella, cómo no, conferencias y actos dedicados a Pérez de Antón, pero también otro sinnúmero de propuestas, como una interesante conferencia que dará el investigador británico Gerald Martin el próximo lunes 8, a las 9,30, en la que disertará sobre uno de sus temas favoritos: Miguel Ángel Asturias.
Aunque en el trascurso de los 10 días que dura FILGUA se van sumando a los anaqueles libros y más libros, en este espacio resalto mis recomendaciones, a manera de guía práctica para quien no quiera llegar del todo a ciegas (aunque yo lo prefiero así). En el local de la librería KitaPenas, el que encontrará siempre lleno de compradores jóvenes, le recomiendo darse una vuelta por los estantes de la editorial Acantilado, que suele presentar títulos de mucho interés cultural soberbiamente editados o los de “Libros del Asteoide”, editorial que le suele apostar a la literatura traducida pero de autores no tan conocidos, aunque por supuesto, sacó de forma muy hermosa «Hamnet», de Maggie O’Farrell, que es una novela que no se puede perder el amante de la buena literatura.
En el Fondo de Cultura Económica, que nos tiene acostumbrados a sus variadas colecciones muy cuidadas como la negra de historia, en la que se encuentran dos títulos imperdibles, ambos de la historiadora Stacey Schiff: «Las brujas», una soberbia investigación sobre el juicio a las brujas de Salem, recién traducido al español y «Cleopatra», una biografía de esta fascinante figura política de los Ptolomeo. En la colección de antropología y arqueología se pueden encontrar las últimas producciones sobre los mayas, que siempre resultan interesantes para quien desee conocer la historia guatemalteca más remota.
En la Tipografía Nacional, además de libros de literatura guatemalteca a precios más que razonables y accesibles resalta una obra de las que ya se ven pocas por su utilidad y conveniencia: «Fechas importantes de la Historia de Guatemala», preparado por Jorge Adalberto Rodríguez Tánchez, a quien le debemos de agradecer un tomo hermoso y exhaustivo en sus 828 páginas en las que a modo de almanaque o efemérides nos va llevando de la mano por la historia patria, día a día del calendario.
En la editorial Cultura, además de una colección de literatura guatemalteca contemporánea, con hermosas portadas diseñadas por Ruido, artista gráfico, también están los volúmenes dedicados a nuestra herencia cultural, uno dedicado a nuestro pasado prehispánico titulado «Raíces», otro llamado «Takalik Abaj», dedicado al sitio arqueológico homónimo, otro sobre el Teatro Nacional y uno más sobre el Palacio Nacional de la Cultura, todos hermosamente diagramados, con bellas fotografías, diagramas y demás aparato pedagógico que hacen que sean tomos para disfrutarse, en versión rústica y en versión de lujo todos.
En el local de Catafixia encontrará una cuidada selección de libros de otras editoriales, dentro de los que resaltan los de la estadounidense Joan Didion o el interesante «Triunfo electoral y derrota política. Ríos Montt y las raíces del fraude de 1974», de Rodrigo Véliz Estrada, publicado por la UNAM-CIALC y todo el catálogo de Catafixia, en los que resaltan por su belleza los tres tomos de «La Sacralidad de todo», una fascinante colección de ensayos desde todas las perspectivas posibles sobre la Semana Santa en Guatemala, y una bella edición en la que se recupera el interesante ensayo de Carlos Wyld Ospina «El Autócrata».
En F&G Editores el catálogo siempre es amplio e interesante, resaltando la hermosa colección dedicada a Miguel Ángel Asturias, en las que se han estado reeditando todos los libros de nuestro genial Premio Nobel. También recomiendo una historia de la inmigración belga a Guatemala, presentada en un bello volumen. En Sophos, siempre conviene pasearse por el local porque las últimas novedades editoriales locales y extranjeras estarán esperando en sus mesas y anaqueles. En DeMuseo, la oferta también es amplia y variada, en la que yo resaltaría los tomos de Galaxia Gutemberg, recomendando especialmente los tres tomos de las hermosas novelas de Vasili Grossman, «El pueblo es inmortal», «Stalingrado» y «Vida y destino», las tres en sus ediciones definitivas, en las que se recupera en distinto tono de tinta los pasajes que la censura soviética obligó a suprimir a su autor, resultando un ejercicio sumamente interesante para entender cómo operan los mecanismos de la censura en los regímenes totalitarios.
Por último, para terminar estas recomendaciones y dejar que el lector se pasee por los pasillos de FILGUA, no deje de visitar los locales de la Cámara del Libro de El Salvador, Honduras y Costa Rica, en los que encontrará títulos muy interesantes de historia y literatura locales, aunque debamos extrañar este año a la Cámara nicaragüense del libro y a la cubana, que solían sorprender con sus títulos a precios muy módicos.
