EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: Continuidad en Europa y cambio en EE. UU.: retos, peligros y oportunidades
Independientemente del resultado, es evidente que el voto por la continuidad en Europa y el cambio en EE. UU. traerá nuevas dinámicas al escenario internacional
Durante el último período de gobierno del presidente Trump, una de las batallas que tuvo que pelear fue contra sus “aliados” en Europa. Las diferencias en políticas ambientales, de seguridad, migración, entre otras, llevaron a la Unión Europea (UE) y a Washington a un escenario de alta tensión que, con la proyectada victoria de Trump, podría retornar al escenario internacional.
Con el voto a favor de la continuidad de Ursula von der Leyen como presidenta de la rama ejecutiva de la UE y el previsto cambio de administración en EE. UU., se podría esperar que el tablero internacional se reordene y traigaconsigo nuevos retos, alianzas, enemigos y oportunidades.Por lo que, para evitar un desenlace desastroso, las plataformas de negociación y las instituciones internacionales serán puestas a prueba una vez más.
Contra corriente
A pesar de que los últimos procesos electorales celebrados en el continente europeo han estado marcados por una tendencia anti-incumbente, la candidata alemana del bloque de centroderecha logró nadar contra corriente y asegurar cinco años más en la Presidencia de la Comisión Europea. Desde su llegada a la rama ejecutiva en 2019, Von der Leyenno solo se convirtió en la primera mujer en liderar la Comisión, sino que también ha sido una de las defensoras más vocales de Ucrania, de la política verde europea y de las sanciones contra los “enemigos” del viejo continente, Rusia y China.
Sin embargo, así como la presidenta de la Comisión ha sido aplaudida por muchos logros, también ha sido criticada porla mayoría de los frentes conservadores, tanto de Europa, como de América. Durante la pandemia por la Covid-19, la UE fue uno de los bloques que más tardó en acceder a las vacunas y materiales de primera necesidad, lo cual hizo dudar a los europeos sobre las capacidades de liderazgo de Von der Leyen. Adicionalmente, una vez superada la crisis, los mecanismos de respuesta fueron cuestionados debido a la falta de transparencia en los contratos para la adquisición de los suministros.
A su vez, la política verde, que ha sido calificada por la presidenta como un éxito, solo ha empobrecido al sector agrícola europeo, ha generado disputas y quiebres en los bloques parlamentarios y ha empujado a la Comisión a tomar una posición más moderada.
Independientemente del resultado, es evidente que el voto por la continuidad en Europa y el cambio en EE. UU. traerá nuevas dinámicas al escenario internacional y que, dependiendo de las habilidades políticas de los líderes, podría poner en la cuerda floja la estabilidad del orden mundial o podría allanar el camino hacia una nueva era de pacificación.
Más allá de las fronteras europeas, a pesar de que sí ha habido cercanía entre la administración de Biden y Von der Leyen, la sombra de Trump empieza a acechar en el fondo. De acuerdo con el candidato republicano, Europa no solo trata a los EE. UU. violentamente, sino que también se aprovecha de los aportes que realizan los contribuyentes americanos para seguir enviando apoyo a Ucrania sin ningún tipo de control o responsabilidad.
Derivado de estos comentarios, se podría esperar que, si Trump gana las elecciones el próximo noviembre, las tensiones se agudicen y, para evitar un quiebre entre los dos bloques, la Comisión tenga que cambiar de rumbo en su agenda, particularmente en los temas de seguridad y cambio climático. De lo contrario, la economía de Europa podría empezar a sufrir las consecuencias de las tensiones comerciales, un incremento en los aranceles e incluso la carga financiera de seguir apoyando a Kyiv sin el respaldo americano.
Tras bambalinas
Ahora bien, este desfase entre los intereses de Von der Leyen y Trump podría abrir oportunidades para nuevas alianzas que podrían aliviar las tensiones internacionales.
Por ejemplo, Trump ha sido muy claro sobre su cercanía con el primer ministro húngaro, Viktor Orban, quien, pese a ser uno de los líderes marginados en las instituciones europeas, está a punto de asumir la Presidencia rotatoria del Consejo Europeo. Esta posición le dará a Trump un canal para influirindirectamente sobre las decisiones en Europa sin necesidad de una disputa con la Comisión. En otras palabras, Orban yTrump podrían encabezar una cruzada tras bambalinas a lo interno del gobierno de Von der Leyen.
Asimismo, este acercamiento podría abrir la oportunidad a una nueva ronda de negociaciones, tanto con Putin, como con Xi Jinping, debido a la cordialidad que los líderes han demostrado en el pasado.
Independientemente del resultado, es evidente que el voto por la continuidad en Europa y el cambio en EE. UU. traerá nuevas dinámicas al escenario internacional y que, dependiendo de las habilidades políticas de los líderes, podría poner en la cuerda floja la estabilidad del orden mundial o podría allanar el camino hacia una nueva era de pacificación.
Continuidad en Europa y cambio en EE. UU.: retos, peligros y oportunidades
Independientemente del resultado, es evidente que el voto por la continuidad en Europa y el cambio en EE. UU. traerá nuevas dinámicas al escenario internacional
Durante el último período de gobierno del presidente Trump, una de las batallas que tuvo que pelear fue contra sus “aliados” en Europa. Las diferencias en políticas ambientales, de seguridad, migración, entre otras, llevaron a la Unión Europea (UE) y a Washington a un escenario de alta tensión que, con la proyectada victoria de Trump, podría retornar al escenario internacional.
Con el voto a favor de la continuidad de Ursula von der Leyen como presidenta de la rama ejecutiva de la UE y el previsto cambio de administración en EE. UU., se podría esperar que el tablero internacional se reordene y traigaconsigo nuevos retos, alianzas, enemigos y oportunidades.Por lo que, para evitar un desenlace desastroso, las plataformas de negociación y las instituciones internacionales serán puestas a prueba una vez más.
Contra corriente
A pesar de que los últimos procesos electorales celebrados en el continente europeo han estado marcados por una tendencia anti-incumbente, la candidata alemana del bloque de centroderecha logró nadar contra corriente y asegurar cinco años más en la Presidencia de la Comisión Europea. Desde su llegada a la rama ejecutiva en 2019, Von der Leyenno solo se convirtió en la primera mujer en liderar la Comisión, sino que también ha sido una de las defensoras más vocales de Ucrania, de la política verde europea y de las sanciones contra los “enemigos” del viejo continente, Rusia y China.
Sin embargo, así como la presidenta de la Comisión ha sido aplaudida por muchos logros, también ha sido criticada porla mayoría de los frentes conservadores, tanto de Europa, como de América. Durante la pandemia por la Covid-19, la UE fue uno de los bloques que más tardó en acceder a las vacunas y materiales de primera necesidad, lo cual hizo dudar a los europeos sobre las capacidades de liderazgo de Von der Leyen. Adicionalmente, una vez superada la crisis, los mecanismos de respuesta fueron cuestionados debido a la falta de transparencia en los contratos para la adquisición de los suministros.
A su vez, la política verde, que ha sido calificada por la presidenta como un éxito, solo ha empobrecido al sector agrícola europeo, ha generado disputas y quiebres en los bloques parlamentarios y ha empujado a la Comisión a tomar una posición más moderada.
Independientemente del resultado, es evidente que el voto por la continuidad en Europa y el cambio en EE. UU. traerá nuevas dinámicas al escenario internacional y que, dependiendo de las habilidades políticas de los líderes, podría poner en la cuerda floja la estabilidad del orden mundial o podría allanar el camino hacia una nueva era de pacificación.
Más allá de las fronteras europeas, a pesar de que sí ha habido cercanía entre la administración de Biden y Von der Leyen, la sombra de Trump empieza a acechar en el fondo. De acuerdo con el candidato republicano, Europa no solo trata a los EE. UU. violentamente, sino que también se aprovecha de los aportes que realizan los contribuyentes americanos para seguir enviando apoyo a Ucrania sin ningún tipo de control o responsabilidad.
Derivado de estos comentarios, se podría esperar que, si Trump gana las elecciones el próximo noviembre, las tensiones se agudicen y, para evitar un quiebre entre los dos bloques, la Comisión tenga que cambiar de rumbo en su agenda, particularmente en los temas de seguridad y cambio climático. De lo contrario, la economía de Europa podría empezar a sufrir las consecuencias de las tensiones comerciales, un incremento en los aranceles e incluso la carga financiera de seguir apoyando a Kyiv sin el respaldo americano.
Tras bambalinas
Ahora bien, este desfase entre los intereses de Von der Leyen y Trump podría abrir oportunidades para nuevas alianzas que podrían aliviar las tensiones internacionales.
Por ejemplo, Trump ha sido muy claro sobre su cercanía con el primer ministro húngaro, Viktor Orban, quien, pese a ser uno de los líderes marginados en las instituciones europeas, está a punto de asumir la Presidencia rotatoria del Consejo Europeo. Esta posición le dará a Trump un canal para influirindirectamente sobre las decisiones en Europa sin necesidad de una disputa con la Comisión. En otras palabras, Orban yTrump podrían encabezar una cruzada tras bambalinas a lo interno del gobierno de Von der Leyen.
Asimismo, este acercamiento podría abrir la oportunidad a una nueva ronda de negociaciones, tanto con Putin, como con Xi Jinping, debido a la cordialidad que los líderes han demostrado en el pasado.
Independientemente del resultado, es evidente que el voto por la continuidad en Europa y el cambio en EE. UU. traerá nuevas dinámicas al escenario internacional y que, dependiendo de las habilidades políticas de los líderes, podría poner en la cuerda floja la estabilidad del orden mundial o podría allanar el camino hacia una nueva era de pacificación.
