Desde la semana pasada se ha compartido decenas de veces un vídeo de dos jóvenes que seguro varios hemos visto, que algunos dicen es “normal” y por supuesto que no lo es y por eso es necesario que tanto colegios, como padres de familia reflexionen sobre lo que se debe cambiar para evitar que esto siga ocurriendo.
Por eso es que debemos a comprender lo complicadas que son este tipo de acciones para muchos que lo vivimos porque tal vez antes no comprendíamos, o nos negábamos a ver las consecuencias que podríamos producir en el futuro.
En una sociedad violenta como la nuestra, a veces se hace tan complejo comprender que no son “normales” los comportamientos de agresión que vemosen diferentes escenarios, eso también tiene una serie de complicaciones y comportamientos que los mismos jóvenes enfrentan y que pueden provocar daños con consecuencias terribles.
Desde el hogar, tenemos mucho que aprender y desaprender, empezando por darnos cuenta cual es el comportamiento de nuestros hijos en el colegio o escuela y decidir romper con la cultura de golpes, y conocer si nuestro hijo es abusador o abusado y tomar cartas en el asunto ya que debemos comprender que es necesario eliminar todo tipo de conducta violenta.
Creo que hemos visto muchos casos en los medios de comunicación en donde el “Bullying” se ha convertido en un problema complejo y que muchas veces se vive y sufre en silencio, que por supuesto tiene consecuencias graves con los que solo generamos un trauma que con los años cuesta sanar.
Es claro que los centros educativos también tienen mucho que ver ya que son ellos los que al lado de los padres conocen a sus alumnos y saben sobre los problemas que aquejan a los jóvenes.
Este evento lamentable que es una muestra de la violencia en la que enfrentamos los guatemaltecos el diario vivir, me anima a decir que debemos mejorar muchas cosas pero una de ellas, es el trasmitir desde nuestros espacios a los jóvenes que la violencia solo crea más problemas y desgracias en un país arto de desgracias.
El llamado a los padres y colegios es a que seamos capaces de identificar las condiciones en las que se encuentran nuestros adolescentes y que seamos capaces de instruirlos para que dejen por un lado la conducta violencia para que se genere un ambiente en que las hostilidades de los jóvenes se vean condicionadas a la conducta de resolución de conflictos y que sean otras vías las que busquemos para resolver nuestras diferencias.
Por ello es que instó también a no normalizar las conductas violentas que pueden dar pie a las olas de violencia que después son un problema sin solución en Guatemala. Recordemos que si queremos cambiar a Guatemala, debemos empezar desde lo más pequeño hasta lo más grande.
La violencia no es normal, cambiemos ese pensamiento, rechacemos toda conducta violenta y empecemos por el cambio en nuestros jóvenes.
Desde la semana pasada se ha compartido decenas de veces un vídeo de dos jóvenes que seguro varios hemos visto, que algunos dicen es “normal” y por supuesto que no lo es y por eso es necesario que tanto colegios, como padres de familia reflexionen sobre lo que se debe cambiar para evitar que esto siga ocurriendo.
Por eso es que debemos a comprender lo complicadas que son este tipo de acciones para muchos que lo vivimos porque tal vez antes no comprendíamos, o nos negábamos a ver las consecuencias que podríamos producir en el futuro.
En una sociedad violenta como la nuestra, a veces se hace tan complejo comprender que no son “normales” los comportamientos de agresión que vemosen diferentes escenarios, eso también tiene una serie de complicaciones y comportamientos que los mismos jóvenes enfrentan y que pueden provocar daños con consecuencias terribles.
Desde el hogar, tenemos mucho que aprender y desaprender, empezando por darnos cuenta cual es el comportamiento de nuestros hijos en el colegio o escuela y decidir romper con la cultura de golpes, y conocer si nuestro hijo es abusador o abusado y tomar cartas en el asunto ya que debemos comprender que es necesario eliminar todo tipo de conducta violenta.
Creo que hemos visto muchos casos en los medios de comunicación en donde el “Bullying” se ha convertido en un problema complejo y que muchas veces se vive y sufre en silencio, que por supuesto tiene consecuencias graves con los que solo generamos un trauma que con los años cuesta sanar.
Es claro que los centros educativos también tienen mucho que ver ya que son ellos los que al lado de los padres conocen a sus alumnos y saben sobre los problemas que aquejan a los jóvenes.
Este evento lamentable que es una muestra de la violencia en la que enfrentamos los guatemaltecos el diario vivir, me anima a decir que debemos mejorar muchas cosas pero una de ellas, es el trasmitir desde nuestros espacios a los jóvenes que la violencia solo crea más problemas y desgracias en un país arto de desgracias.
El llamado a los padres y colegios es a que seamos capaces de identificar las condiciones en las que se encuentran nuestros adolescentes y que seamos capaces de instruirlos para que dejen por un lado la conducta violencia para que se genere un ambiente en que las hostilidades de los jóvenes se vean condicionadas a la conducta de resolución de conflictos y que sean otras vías las que busquemos para resolver nuestras diferencias.
Por ello es que instó también a no normalizar las conductas violentas que pueden dar pie a las olas de violencia que después son un problema sin solución en Guatemala. Recordemos que si queremos cambiar a Guatemala, debemos empezar desde lo más pequeño hasta lo más grande.
La violencia no es normal, cambiemos ese pensamiento, rechacemos toda conducta violenta y empecemos por el cambio en nuestros jóvenes.