“Fraude” es lo que hemos escuchado en los últimos días cuando hablamos del Proceso Electoral 2019. Pero el camino para generar el escenario a lo que llamaríamos “fraude” empezó años atrás.
Algunos partidos políticos y candidatos empezaron a promover este discurso, quizás creyendo poder colarse a una segunda vuelta. El llamado “fraude” sin duda empezó por el descontento ante los resultados electorales 2019 colocando a la UNE y a Vamos en segunda vuelta, sin embargo, estos resultados fueron consecuencia de muchas decisiones tomadas en el pasado.
Los ciudadanos también lo fomentaron, acusando a la UNE de generar el fraude, por el miedo que ella llegue al poder. Ha existido sin duda alguna una clase política a la que le ha convenido reclamar este fraude electoral.
Yo jamás le llamaría fraude a lo que vivimos en los pasados días, lamentablemente la serie de crisis que veníamos viviendo desde años atrás terminó por agudizarse con las elecciones 2019 en lugar de solucionarse.
La Plaza en el 2015 ¿un fraude?
En las manifestaciones del 2015 una de las consignas más fuertes eran las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos. Dichas reformas eran necesarias, sin duda, pero no de la forma en la que fueron llevadas a cabo.
Lamentablemente hace 3 años los diputados le dieron vuelta a lo que los ciudadanos esperábamos sería un cambio profundo en el sistema, buscando beneficiar a sus partidos políticos y hoy vemos las consecuencias.
Por supuesto los principales promotores de dichas reformas fueron dos diputados de la UNE, Mario Taracena presidente del Congreso en aquel entonces y Oscar Argueta quién era presidente de la Comisión de Asuntos Electorales en ese momento.
Lamentablemente el Proceso Electoral en lugar de resolver la crisis, la agudizó y todas las esperanzas de generar un cambio se desvanecieron.
Las reformas a la Ley Electoral
Varias reformas a la Ley Electoral fueron la causa de la coyuntura que tenemos hoy. Vivimos un Proceso Electoral incierto, sin reglas poco claras que desencadenaron un escenario poco favorable.
Hace 12 días fueron las Elecciones Generales y aun no conocemos todos los resultados oficiales, esto como consecuencia de malas decisiones.
El Proceso Electoral era el escenario perfecto para analizar si las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos fueron efectivas y evaluar a los principales actores, entre ellos el Tribunal Supremo Electoral que sin duda dejó mucho que desear.
Distribución en medios de comunicación
En este proceso electoral las empresas de medios de comunicación debían registrarse para poder publicar propaganda electoral.
Los partidos políticos además tenían prohibido hacer propaganda en redes sociales, lo cuál es vital para cualquier campaña política. Esto en lugar de significar un avance, causó un retroceso, pues en pleno siglo XXI las redes sociales son vitales para transmitir información.
Esto limitó en mucho sentidos a partidos políticos pequeños para que pudieran darse a conocer. Por supuesto favoreció partidos grandes, con estructuras mucho más organizadas que partidos que acababan de nacer. Menos propaganda dificulto reconocer más los rostros.
¿Quienes salieron beneficiados? Partidos Políticos que en años anteriores ya habían acumulado capital político, como por ejemplo la UNE. Además de candidatos que ya se habían postulado en varias ocasiones como lo fue Alejandro Giammattei.
Reforma al voto nulo, un pequeño fraude
El voto nulo es algo que emocionó muchísimo a los ciudadanos guatemaltecos. La idea de poder manifestar un voto que reflejara la molestia hacia los candidatos presentados en la planilla llamó la atención de los guatemaltecos. Pero como siempre el voto nulo era un disfraz para favorecer a ciertas figuras políticas.
El voto nulo solo tendía validez si lograba el 50% +1 del total de votos válidamente emitidos (recordemos esto bajo la suma de votos de partidos políticos+votos nulos+ votos blancos).
Si este escenario sucedía, esto determinaría la repetición de las elecciones y era aplicable para elección de presidente, diputados y alcaldes (dependiendo de la planilla que logré esta cantidad de votos nulos).
Si el voto nulo no lograba la cantidad de 50%+1 (lo cual era muy poco probable que esto sucediera), todos los votos nulos serían descartados y perderían validez.
Al no tomar en cuenta los votos nulos y los blancos para calcular al ganador, sino únicamente los votos válidos emitidos (es decir los votos emitidos directamente a los partidos políticos) esto favorecía al partido con más votos a favor.
El voto nulo en el Proceso Electoral 2019
Aterrizando el ejemplo: la UNE pasará a segunda vuelta con 1, 112, 939 votos, mientras Vamos con el 608, 083 de los votos. Para determinar los porcentajes se hace sobre los votos válidos que son 4, 378, 271. Bajo esta premisa la UNE pasará con el 25.42% de los votos a segunda vuelta y Vamos con el 13.88%.
Los votos válidamente emitidos (en donde entra en conteo los votos nulos y blancos) fueron 5, 040, 423. Si los porcentajes se determinaran bajo este universo de votos la UNE pasaría a segunda vuelta con el 22.08% y Vamos con el 12.06%.
Existe una diferencia de 3% para la UNE si se realiza el porcentaje sobre los votos válidamente emitidos. El engaño en este Proceso Electoral fue haber fomentado el voto nulo como si realmente fuera a tener un impacto en el Proceso Electoral.
Si hubiéramos tenido un escenario con más votos nulos, esto pudo haber favorecido al partido puntero (en este caso la UNE) y obtener una victoria en primera vuelta.
Y por si esto fue poco, si el voto nulo hubiera logrado el triunfo y hubiera existido una repetición de elecciones, la ley no obligaba a los partidos políticos a presentar a nuevos candidatos.
Esta reforma se creó para favorecer a los Partidos Políticos y no al ciudadano como debía ser.
Financiamiento
Las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP), contemplaron en ellas un gran control al financiamiento electoral de los partidos políticos por el temor a la corrupción que este pudiera generar. Las mismas restaban responsabilidad a los partidos sobre el financiamiento que recibían.
Todas las personas que querían ser financistas debían registrarse ante la Unidad Especializada de Control y Fiscalización de las Finanzas de los Partidos Políticos. Este trámite sin duda alguna ahuyentó la participación de las personas.
El control y las reformas al Financiamiento Electoral hizo que existiera mucho temor de parte del financiamiento privado, específicamente de empresas a invertir en las diversas campañas.
Esto sin duda alguna generó un distanciamiento al Proceso Electoral 2019, sin financiamiento privado los ciudadanos pierden cierta incidencia en la política de su país.
Esto obliga algunos partidos a buscar otro tipo de financiamiento, como por ejemplo, proveniente del crimen organizado. Definitivamente la limitante de financiamiento favoreció, como dije con anterioridad, a partidos políticos que ya contaban con capital político por participar en procesos electorales previos y privó a los partidos pequeños la oportunidad de contar con un poco más de capital.
TSE centralizado más no fortalecido
El gran actor que definitivamente dejó muchísimo que desear fue el Tribunal Supremo Electoral. Había que suponer que con las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos el TSE tendría muchos desafíos y lamentablemente no supo enfrentarlos. Pero no por eso podemos decir que cooperó para generar algún tipo de fraude.
Las reformas al Tribunal Supremo Electoral nos dieron un TSE centralizado más no fortalecido. De la región centroamericana, Guatemala es el país que ocupa el primer lugar en cuanto asignación presupuestaria se refiere para los procesos electorales.
El Tribunal Supremo Electoral contaba con el 0.5% del Presupuesto General de la Nación, pero al parecer ni estos recursos son suficientes para poder hacer un buen trabajo.
Se debe trabajar en una reforma al TSE a profundidad. Debemos buscar un cambio en el Tribunal Supremo Electoral para que no se encuentre tan centralizado en sus funciones, con una separación de las mismas.
El fortalecimiento institucional es indispensable y para eso también necesitamos de magistrados independientes para que el TSE pueda cumplir adecuadamente con sus mandatos constitucionales.
Si en algo se coincide es que el Tribunal Supremo Electoral necesita una reforma a profundidad en este siguiente período.
Entonces ¿Fraude?
Imposible hablar de fraude en este Proceso Electoral. ¿Por qué? debemos tener en cuenta que nuestras elecciones descansan en los ciudadanos voluntarios.
Con las Juntas Electorales y las Juntas Receptoras de Votos y el trabajo ciudadano, son los mismos guatemaltecos quienes se convierten en autoridades fiscalizadoras del Proceso.
El modelo utilizado por décadas es completamente transparente, desconfiar del Proceso Electoral es desconfiar a la vez de los ciudadanos que participan en el.
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“Fraude” es lo que hemos escuchado en los últimos días cuando hablamos del Proceso Electoral 2019. Pero el camino para generar el escenario a lo que llamaríamos “fraude” empezó años atrás.
Algunos partidos políticos y candidatos empezaron a promover este discurso, quizás creyendo poder colarse a una segunda vuelta. El llamado “fraude” sin duda empezó por el descontento ante los resultados electorales 2019 colocando a la UNE y a Vamos en segunda vuelta, sin embargo, estos resultados fueron consecuencia de muchas decisiones tomadas en el pasado.
Los ciudadanos también lo fomentaron, acusando a la UNE de generar el fraude, por el miedo que ella llegue al poder. Ha existido sin duda alguna una clase política a la que le ha convenido reclamar este fraude electoral.
Yo jamás le llamaría fraude a lo que vivimos en los pasados días, lamentablemente la serie de crisis que veníamos viviendo desde años atrás terminó por agudizarse con las elecciones 2019 en lugar de solucionarse.
La Plaza en el 2015 ¿un fraude?
En las manifestaciones del 2015 una de las consignas más fuertes eran las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos. Dichas reformas eran necesarias, sin duda, pero no de la forma en la que fueron llevadas a cabo.
Lamentablemente hace 3 años los diputados le dieron vuelta a lo que los ciudadanos esperábamos sería un cambio profundo en el sistema, buscando beneficiar a sus partidos políticos y hoy vemos las consecuencias.
Por supuesto los principales promotores de dichas reformas fueron dos diputados de la UNE, Mario Taracena presidente del Congreso en aquel entonces y Oscar Argueta quién era presidente de la Comisión de Asuntos Electorales en ese momento.
Lamentablemente el Proceso Electoral en lugar de resolver la crisis, la agudizó y todas las esperanzas de generar un cambio se desvanecieron.
Las reformas a la Ley Electoral
Varias reformas a la Ley Electoral fueron la causa de la coyuntura que tenemos hoy. Vivimos un Proceso Electoral incierto, sin reglas poco claras que desencadenaron un escenario poco favorable.
Hace 12 días fueron las Elecciones Generales y aun no conocemos todos los resultados oficiales, esto como consecuencia de malas decisiones.
El Proceso Electoral era el escenario perfecto para analizar si las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos fueron efectivas y evaluar a los principales actores, entre ellos el Tribunal Supremo Electoral que sin duda dejó mucho que desear.
Distribución en medios de comunicación
En este proceso electoral las empresas de medios de comunicación debían registrarse para poder publicar propaganda electoral.
Los partidos políticos además tenían prohibido hacer propaganda en redes sociales, lo cuál es vital para cualquier campaña política. Esto en lugar de significar un avance, causó un retroceso, pues en pleno siglo XXI las redes sociales son vitales para transmitir información.
Esto limitó en mucho sentidos a partidos políticos pequeños para que pudieran darse a conocer. Por supuesto favoreció partidos grandes, con estructuras mucho más organizadas que partidos que acababan de nacer. Menos propaganda dificulto reconocer más los rostros.
¿Quienes salieron beneficiados? Partidos Políticos que en años anteriores ya habían acumulado capital político, como por ejemplo la UNE. Además de candidatos que ya se habían postulado en varias ocasiones como lo fue Alejandro Giammattei.
Reforma al voto nulo, un pequeño fraude
El voto nulo es algo que emocionó muchísimo a los ciudadanos guatemaltecos. La idea de poder manifestar un voto que reflejara la molestia hacia los candidatos presentados en la planilla llamó la atención de los guatemaltecos. Pero como siempre el voto nulo era un disfraz para favorecer a ciertas figuras políticas.
El voto nulo solo tendía validez si lograba el 50% +1 del total de votos válidamente emitidos (recordemos esto bajo la suma de votos de partidos políticos+votos nulos+ votos blancos).
Si este escenario sucedía, esto determinaría la repetición de las elecciones y era aplicable para elección de presidente, diputados y alcaldes (dependiendo de la planilla que logré esta cantidad de votos nulos).
Si el voto nulo no lograba la cantidad de 50%+1 (lo cual era muy poco probable que esto sucediera), todos los votos nulos serían descartados y perderían validez.
Al no tomar en cuenta los votos nulos y los blancos para calcular al ganador, sino únicamente los votos válidos emitidos (es decir los votos emitidos directamente a los partidos políticos) esto favorecía al partido con más votos a favor.
El voto nulo en el Proceso Electoral 2019
Aterrizando el ejemplo: la UNE pasará a segunda vuelta con 1, 112, 939 votos, mientras Vamos con el 608, 083 de los votos. Para determinar los porcentajes se hace sobre los votos válidos que son 4, 378, 271. Bajo esta premisa la UNE pasará con el 25.42% de los votos a segunda vuelta y Vamos con el 13.88%.
Los votos válidamente emitidos (en donde entra en conteo los votos nulos y blancos) fueron 5, 040, 423. Si los porcentajes se determinaran bajo este universo de votos la UNE pasaría a segunda vuelta con el 22.08% y Vamos con el 12.06%.
Existe una diferencia de 3% para la UNE si se realiza el porcentaje sobre los votos válidamente emitidos. El engaño en este Proceso Electoral fue haber fomentado el voto nulo como si realmente fuera a tener un impacto en el Proceso Electoral.
Si hubiéramos tenido un escenario con más votos nulos, esto pudo haber favorecido al partido puntero (en este caso la UNE) y obtener una victoria en primera vuelta.
Y por si esto fue poco, si el voto nulo hubiera logrado el triunfo y hubiera existido una repetición de elecciones, la ley no obligaba a los partidos políticos a presentar a nuevos candidatos.
Esta reforma se creó para favorecer a los Partidos Políticos y no al ciudadano como debía ser.
Financiamiento
Las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP), contemplaron en ellas un gran control al financiamiento electoral de los partidos políticos por el temor a la corrupción que este pudiera generar. Las mismas restaban responsabilidad a los partidos sobre el financiamiento que recibían.
Todas las personas que querían ser financistas debían registrarse ante la Unidad Especializada de Control y Fiscalización de las Finanzas de los Partidos Políticos. Este trámite sin duda alguna ahuyentó la participación de las personas.
El control y las reformas al Financiamiento Electoral hizo que existiera mucho temor de parte del financiamiento privado, específicamente de empresas a invertir en las diversas campañas.
Esto sin duda alguna generó un distanciamiento al Proceso Electoral 2019, sin financiamiento privado los ciudadanos pierden cierta incidencia en la política de su país.
Esto obliga algunos partidos a buscar otro tipo de financiamiento, como por ejemplo, proveniente del crimen organizado. Definitivamente la limitante de financiamiento favoreció, como dije con anterioridad, a partidos políticos que ya contaban con capital político por participar en procesos electorales previos y privó a los partidos pequeños la oportunidad de contar con un poco más de capital.
TSE centralizado más no fortalecido
El gran actor que definitivamente dejó muchísimo que desear fue el Tribunal Supremo Electoral. Había que suponer que con las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos el TSE tendría muchos desafíos y lamentablemente no supo enfrentarlos. Pero no por eso podemos decir que cooperó para generar algún tipo de fraude.
Las reformas al Tribunal Supremo Electoral nos dieron un TSE centralizado más no fortalecido. De la región centroamericana, Guatemala es el país que ocupa el primer lugar en cuanto asignación presupuestaria se refiere para los procesos electorales.
El Tribunal Supremo Electoral contaba con el 0.5% del Presupuesto General de la Nación, pero al parecer ni estos recursos son suficientes para poder hacer un buen trabajo.
Se debe trabajar en una reforma al TSE a profundidad. Debemos buscar un cambio en el Tribunal Supremo Electoral para que no se encuentre tan centralizado en sus funciones, con una separación de las mismas.
El fortalecimiento institucional es indispensable y para eso también necesitamos de magistrados independientes para que el TSE pueda cumplir adecuadamente con sus mandatos constitucionales.
Si en algo se coincide es que el Tribunal Supremo Electoral necesita una reforma a profundidad en este siguiente período.
Entonces ¿Fraude?
Imposible hablar de fraude en este Proceso Electoral. ¿Por qué? debemos tener en cuenta que nuestras elecciones descansan en los ciudadanos voluntarios.
Con las Juntas Electorales y las Juntas Receptoras de Votos y el trabajo ciudadano, son los mismos guatemaltecos quienes se convierten en autoridades fiscalizadoras del Proceso.
El modelo utilizado por décadas es completamente transparente, desconfiar del Proceso Electoral es desconfiar a la vez de los ciudadanos que participan en el.
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