El egoísmo racional es la aplicación de la virtud de laracionalidad a preocuparse del interés propio, es decir, preocuparse de lo quele es provechoso a uno a largo plazo. O sea, buscar el provecho personal paraflorecer. Ahora la pregunta es ¿qué significa florecer?
Florecer es prosperar, es vivir en buena condición, esfuncionar en forma que uno mejora su perspectiva de supervivencia. Lanaturaleza de la vida misma nos muestra lo que significa florecer al mostrarlas características que representan una buena vida.
Un signo obvio de buena vida es la salud, visible tanto enplantas, como en animales, que se manifiesta en el crecimiento, del tamaño, dehojas, flores o frutas en las plantas; y de músculos en los animales. Laapariencia también testifica que tan bien está un organismo. En la planta: ¿sonsus hojas fuertes o frágiles, delgadas y quebradizas o gruesas y fuertes?
“Florecer” designa una buena vida. Una vida es buena y unapersona florece cuando la serie de acciones que constituyen su vida sedesarrollan de acuerdo a un curso que promueve su vida. Florecer se refiere auna vida biológica que tiene un carácter particular: está marcada por el tipode actividad y crecimiento que avivan y fomentan la supervivencia. Florecerrepresenta enfrentar bien las demandas de la vida. El florecimiento se veimpulsado por el fortalecimiento de las capacidades de una persona para actuarsegún requiera la vida.
Florecer es algo que la persona hace, y no algo que tiene. Comoflorecer es una función de cómo una persona dirige su vida, el florecimiento esresultado de las propias acciones de la persona. Exactamente, florecer constituyeesas acciones, más bien, que el resultado de estas. Al actuar según lo demanda la vida, unapersona consigue la recompensa de florecer, es decir, de seguir viviendo, deextender el proceso de involucrarse en esas actividades que hacen la vidabuena. De hecho, vivir bien, constituye florecer.
Como florecer es vivir bien, y como la vida que vive cadapersona es la suya, sólo ella puede vivirla bien. El florecimiento debe serauto generado. El que una persona florezca o no depende esencialmente de ella. Elflorecimiento es, inevitablemente, una función de cómo un individuo vive suvida.
El florecimiento es comparable a como concebía Aristótelesla “eudamonía”: “La eudamonía es necesariamente el resultado del esfuerzopersonal”. No es algo que otra persona pueda darle a uno. Vivir es florecer.Pensar que debemos escoger entre la vida y el florecimiento como el fin últimode la moral es aceptar una falsa alternativa. “Vida” y “florecimiento” son dosperspectivas del mismo fenómeno. “Florecimiento” es cierta característica de lavida y no un objetivo separado. Una persona necesita florecer; el florecimientono es un adorno opcional, sino que una necesidad.
“El mantenimiento de la vida yla búsqueda de la felicidad no son dos asuntos separados. Tener uno su vidacomo valor último, y la felicidad de uno como propósito último son dos aspectosdel mismo logro. Existencialmente, la actividad de buscar fines racionales esla actividad de mantener uno su vida; psicológicamente, su resultado,recompensa y concomitante como un estado emocional de felicidad.”
[Ayn Rand. La Virtud delEgoísmo.]
Por “felicidad”, Rand se refiere al componente emotivo delflorecimiento. El florecimiento es la actividad que una persona hace, y elsentimiento que da esa actividad promotora de vida es la felicidad.
Como los valores objetivos, es decir, valores que fomentanla vida, se consiguen mediante acciones promotoras de vida, por medio deacciones acordes a un código moralbasado en la vida, el camino a la felicidad o el sentimiento que da elflorecimiento, y el camino a la vida, son uno y el mismo, porque, como afirmaRand: “la felicidad es el estado de consciencia que viene de conseguir uno susvalores.”
Si el sentimiento del florecimiento es la satisfacción queuno experimenta de conseguir los valores que promueven la propia vida,entonces, una persona no se ve en la necesidad de elegir entre caminosalternativos: uno que lleva a la conservación de la vida, y otro que conduce ala felicidad. Más bien, el buscar vivir es buscar florecer, y la vida que unobusca y que establece la norma del valor y de la moralidad es una vida floreciente,una vida en su forma ideal, en su punto máximo.
La distinción entre calidad y cantidad de vida es unadicotomía falsa. La idea de que el florecimiento se trata de la calidad devida, con deseos y no con necesidades es un error. ¿Pero de qué se diferenciala calidad de vida? En realidad la calidad no se puede separar de la cantidad,ni tratar separadamente, como si existieran independientemente. Cuando hablamosde calidad y cantidad de vida, es una cuestión de perspectiva del mismofenómeno: la vida de una persona. Una persona no puede tener calidad de vidasin tener alguna cantidad, ni cantidad sin alguna calidad, sea esta deseable oindeseable. Lo que la gente considera calidad versus cantidad de vida, enrealidad es sobre una diferencia de grado en la calidad de vida, y no en unaruptura de la calidad. Por lo mismo no existe tal cosa como florecer comoopuesto a vivir, o algo que sustituye vivir. Tampoco es el florecer algo queestá añadido por encima a la vida. Más bien, “florecer” es la condición queidealmente tiene una vida. Lo que fomenta la vida establece los términos de loque constituye una cualitativamente buena vida.
La otra distinción que puede distorsionar nuestracomprensión de la relación entre vida y florecimiento es la que se da entrenecesidad y deseo. Las personas normalmente conciben la necesidad como esencialy el deseo como opcional, adornos que son gratos pero innecesarios, cosas sinlas que uno puede vivir. Pan y techo, son cosas esenciales que todos debentener; caviar y una casa de playa no. Muchas comodidades, conveniencias yplaceres a los que estamos acostumbrados, parecen caer en la clase de deseosinnecesarios. Cosas como la música, las películas, los deportes, las fiestas,los regalos de navidad, o ropa de calidad, casas más espaciosas, comida másexótica, etc., parecen prescindibles. Así que si la vida depende de las cosasque necesitamos, y el florecimiento, de las cosas que deseamos, estas imponenprescripciones morales diferentes. Pero para satisfacer las necesidades másbásicas de comida, cobijo, vestido, una persona necesita otras cosas, como eltiempo, conocimiento y habilidades para producir comida, cobijo, vestido o eldinero para conseguirlos. Necesita un trabajo para ganar el dinero; educación yentrenamiento para conseguir el trabajo; esfuerzo y disciplina para adquirirlas habilidades relevantes; y practicarlas suficientemente para conservar sutrabajo. Estas son necesidades también. La salud es una condición necesariapara satisfacer estas necesidades, y a la vez, es otra necesidad. Unaenfermedad mental puede obstaculizar e impedir la satisfacción de otrasnecesidades, así que la salud mental, también es otra necesidad. Como vemos,hay diferentes tipos de necesidades. Algunas son primarias y otras derivadas.También hay necesidades externas e internas. Necesitamos oxígeno y comida, asícomo el buen funcionamiento de nuestros órganos.
La persona también tiene necesidades espirituales, es decir,psicológicas, necesidades que conciernen a su mente. (No me refiero amísticas). Estas necesidades cubren cosas como arte, amigos, esperanza,inspiración, un sentido de propósito y dirección y creer en el valor y laeficacia propia. Tales cosas son necesidades, ya que su ausencia debilita laaptitud para sobrevivir. Por ejemplo, la depresión desmotiva el deseo de vivirde la persona. Pero es obvio que las necesidades varían en complejidad. Algunasse pueden satisfacer fácilmente, mientras que otras dependen de pasoscoordenados. También las necesidades difieren en frecuencia. También varían enurgencia, que es un factor de lo que está en juego y del tiempo: de la gravedadde lo que está en juego y de la velocidad con que debe satisfacerse. Entre máscorto el tiempo y más es lo que está en juego, más urgente es. Lo importanteaquí es notar que existen varios tipos y niveles de necesidades que oscurecenla diferenciación entre necesidades y deseos. Al reconocer el rango denecesidades físicas y psicológicas, por ejemplo, ejercicio, descanso,nutrición, sexo, bienes materiales, productividad, relaciones sociales,románticas, artísticas, intelectuales, la necesidad de variedad, así como la desimplicidad, urgencia, frecuencia, etc., demuestra que el término necesidadcubre mucho más y un ámbito más amplio y variado que lo que normalmentesuponemos.
Muchas personas consideran superfluas cosas como el correoelectrónico, los teléfonos celulares, los automóviles, y los mecanismos decontrol ambiental. Estas conveniencias, dicen, son lujos de los que podemosprescindir. Muchas personas han vivido por siglos sin ellos. Esto indica quelas necesidades se identifican en relación a un contexto de lo que estádisponible. Lo que consideramos esencial ha escalado a través de los años. Lasnecesidades son más elásticas de lo que muchas veces suponemos. Por lo tanto lalínea divisoria entre necesidades y deseos no es fija de manera tal, quepodamos con confianza asignarle un estatus subordinado a los deseos.
El florecimiento es un fenómeno objetivo, a pesar de quediferentes cosas hacen felices a diferentes personas. Sin embargo, el que unapersona piense que está floreciendo no garantiza que en efecto sea así. El quelo sea depende de la relación que sus acciones tengan con la promoción de suvida. Primero el florecimiento es contextual. Lo que constituye elflorecimiento de un individuo depende de sus habilidades particulares,conocimiento y circunstancias. Una persona florece en tanto haga lo mejor quepueda para llevar su vida en una manera que avance, que promueva, que beneficiesu propia vida. Pero lo mejor de una persona puede diferir de lo mejor de otra;y lo mejor de esta persona puede diferir de su mejor en otra época, cuando sushabilidades y conocimiento no estaban tan bien desarrollados. Una persona puedeflorecer antes de llegar a ser tan bueno como pueda llegar a ser. La funciónprincipal de una ética normativa es identificar los meta-valores que sonnecesarios en la vida de cada quien.
El egoísmo racional es la aplicación de la virtud de laracionalidad a preocuparse del interés propio, es decir, preocuparse de lo quele es provechoso a uno a largo plazo. O sea, buscar el provecho personal paraflorecer. Ahora la pregunta es ¿qué significa florecer?
Florecer es prosperar, es vivir en buena condición, esfuncionar en forma que uno mejora su perspectiva de supervivencia. Lanaturaleza de la vida misma nos muestra lo que significa florecer al mostrarlas características que representan una buena vida.
Un signo obvio de buena vida es la salud, visible tanto enplantas, como en animales, que se manifiesta en el crecimiento, del tamaño, dehojas, flores o frutas en las plantas; y de músculos en los animales. Laapariencia también testifica que tan bien está un organismo. En la planta: ¿sonsus hojas fuertes o frágiles, delgadas y quebradizas o gruesas y fuertes?
“Florecer” designa una buena vida. Una vida es buena y unapersona florece cuando la serie de acciones que constituyen su vida sedesarrollan de acuerdo a un curso que promueve su vida. Florecer se refiere auna vida biológica que tiene un carácter particular: está marcada por el tipode actividad y crecimiento que avivan y fomentan la supervivencia. Florecerrepresenta enfrentar bien las demandas de la vida. El florecimiento se veimpulsado por el fortalecimiento de las capacidades de una persona para actuarsegún requiera la vida.
Florecer es algo que la persona hace, y no algo que tiene. Comoflorecer es una función de cómo una persona dirige su vida, el florecimiento esresultado de las propias acciones de la persona. Exactamente, florecer constituyeesas acciones, más bien, que el resultado de estas. Al actuar según lo demanda la vida, unapersona consigue la recompensa de florecer, es decir, de seguir viviendo, deextender el proceso de involucrarse en esas actividades que hacen la vidabuena. De hecho, vivir bien, constituye florecer.
Como florecer es vivir bien, y como la vida que vive cadapersona es la suya, sólo ella puede vivirla bien. El florecimiento debe serauto generado. El que una persona florezca o no depende esencialmente de ella. Elflorecimiento es, inevitablemente, una función de cómo un individuo vive suvida.
El florecimiento es comparable a como concebía Aristótelesla “eudamonía”: “La eudamonía es necesariamente el resultado del esfuerzopersonal”. No es algo que otra persona pueda darle a uno. Vivir es florecer.Pensar que debemos escoger entre la vida y el florecimiento como el fin últimode la moral es aceptar una falsa alternativa. “Vida” y “florecimiento” son dosperspectivas del mismo fenómeno. “Florecimiento” es cierta característica de lavida y no un objetivo separado. Una persona necesita florecer; el florecimientono es un adorno opcional, sino que una necesidad.
“El mantenimiento de la vida yla búsqueda de la felicidad no son dos asuntos separados. Tener uno su vidacomo valor último, y la felicidad de uno como propósito último son dos aspectosdel mismo logro. Existencialmente, la actividad de buscar fines racionales esla actividad de mantener uno su vida; psicológicamente, su resultado,recompensa y concomitante como un estado emocional de felicidad.”
[Ayn Rand. La Virtud delEgoísmo.]
Por “felicidad”, Rand se refiere al componente emotivo delflorecimiento. El florecimiento es la actividad que una persona hace, y elsentimiento que da esa actividad promotora de vida es la felicidad.
Como los valores objetivos, es decir, valores que fomentanla vida, se consiguen mediante acciones promotoras de vida, por medio deacciones acordes a un código moralbasado en la vida, el camino a la felicidad o el sentimiento que da elflorecimiento, y el camino a la vida, son uno y el mismo, porque, como afirmaRand: “la felicidad es el estado de consciencia que viene de conseguir uno susvalores.”
Si el sentimiento del florecimiento es la satisfacción queuno experimenta de conseguir los valores que promueven la propia vida,entonces, una persona no se ve en la necesidad de elegir entre caminosalternativos: uno que lleva a la conservación de la vida, y otro que conduce ala felicidad. Más bien, el buscar vivir es buscar florecer, y la vida que unobusca y que establece la norma del valor y de la moralidad es una vida floreciente,una vida en su forma ideal, en su punto máximo.
La distinción entre calidad y cantidad de vida es unadicotomía falsa. La idea de que el florecimiento se trata de la calidad devida, con deseos y no con necesidades es un error. ¿Pero de qué se diferenciala calidad de vida? En realidad la calidad no se puede separar de la cantidad,ni tratar separadamente, como si existieran independientemente. Cuando hablamosde calidad y cantidad de vida, es una cuestión de perspectiva del mismofenómeno: la vida de una persona. Una persona no puede tener calidad de vidasin tener alguna cantidad, ni cantidad sin alguna calidad, sea esta deseable oindeseable. Lo que la gente considera calidad versus cantidad de vida, enrealidad es sobre una diferencia de grado en la calidad de vida, y no en unaruptura de la calidad. Por lo mismo no existe tal cosa como florecer comoopuesto a vivir, o algo que sustituye vivir. Tampoco es el florecer algo queestá añadido por encima a la vida. Más bien, “florecer” es la condición queidealmente tiene una vida. Lo que fomenta la vida establece los términos de loque constituye una cualitativamente buena vida.
La otra distinción que puede distorsionar nuestracomprensión de la relación entre vida y florecimiento es la que se da entrenecesidad y deseo. Las personas normalmente conciben la necesidad como esencialy el deseo como opcional, adornos que son gratos pero innecesarios, cosas sinlas que uno puede vivir. Pan y techo, son cosas esenciales que todos debentener; caviar y una casa de playa no. Muchas comodidades, conveniencias yplaceres a los que estamos acostumbrados, parecen caer en la clase de deseosinnecesarios. Cosas como la música, las películas, los deportes, las fiestas,los regalos de navidad, o ropa de calidad, casas más espaciosas, comida másexótica, etc., parecen prescindibles. Así que si la vida depende de las cosasque necesitamos, y el florecimiento, de las cosas que deseamos, estas imponenprescripciones morales diferentes. Pero para satisfacer las necesidades másbásicas de comida, cobijo, vestido, una persona necesita otras cosas, como eltiempo, conocimiento y habilidades para producir comida, cobijo, vestido o eldinero para conseguirlos. Necesita un trabajo para ganar el dinero; educación yentrenamiento para conseguir el trabajo; esfuerzo y disciplina para adquirirlas habilidades relevantes; y practicarlas suficientemente para conservar sutrabajo. Estas son necesidades también. La salud es una condición necesariapara satisfacer estas necesidades, y a la vez, es otra necesidad. Unaenfermedad mental puede obstaculizar e impedir la satisfacción de otrasnecesidades, así que la salud mental, también es otra necesidad. Como vemos,hay diferentes tipos de necesidades. Algunas son primarias y otras derivadas.También hay necesidades externas e internas. Necesitamos oxígeno y comida, asícomo el buen funcionamiento de nuestros órganos.
La persona también tiene necesidades espirituales, es decir,psicológicas, necesidades que conciernen a su mente. (No me refiero amísticas). Estas necesidades cubren cosas como arte, amigos, esperanza,inspiración, un sentido de propósito y dirección y creer en el valor y laeficacia propia. Tales cosas son necesidades, ya que su ausencia debilita laaptitud para sobrevivir. Por ejemplo, la depresión desmotiva el deseo de vivirde la persona. Pero es obvio que las necesidades varían en complejidad. Algunasse pueden satisfacer fácilmente, mientras que otras dependen de pasoscoordenados. También las necesidades difieren en frecuencia. También varían enurgencia, que es un factor de lo que está en juego y del tiempo: de la gravedadde lo que está en juego y de la velocidad con que debe satisfacerse. Entre máscorto el tiempo y más es lo que está en juego, más urgente es. Lo importanteaquí es notar que existen varios tipos y niveles de necesidades que oscurecenla diferenciación entre necesidades y deseos. Al reconocer el rango denecesidades físicas y psicológicas, por ejemplo, ejercicio, descanso,nutrición, sexo, bienes materiales, productividad, relaciones sociales,románticas, artísticas, intelectuales, la necesidad de variedad, así como la desimplicidad, urgencia, frecuencia, etc., demuestra que el término necesidadcubre mucho más y un ámbito más amplio y variado que lo que normalmentesuponemos.
Muchas personas consideran superfluas cosas como el correoelectrónico, los teléfonos celulares, los automóviles, y los mecanismos decontrol ambiental. Estas conveniencias, dicen, son lujos de los que podemosprescindir. Muchas personas han vivido por siglos sin ellos. Esto indica quelas necesidades se identifican en relación a un contexto de lo que estádisponible. Lo que consideramos esencial ha escalado a través de los años. Lasnecesidades son más elásticas de lo que muchas veces suponemos. Por lo tanto lalínea divisoria entre necesidades y deseos no es fija de manera tal, quepodamos con confianza asignarle un estatus subordinado a los deseos.
El florecimiento es un fenómeno objetivo, a pesar de quediferentes cosas hacen felices a diferentes personas. Sin embargo, el que unapersona piense que está floreciendo no garantiza que en efecto sea así. El quelo sea depende de la relación que sus acciones tengan con la promoción de suvida. Primero el florecimiento es contextual. Lo que constituye elflorecimiento de un individuo depende de sus habilidades particulares,conocimiento y circunstancias. Una persona florece en tanto haga lo mejor quepueda para llevar su vida en una manera que avance, que promueva, que beneficiesu propia vida. Pero lo mejor de una persona puede diferir de lo mejor de otra;y lo mejor de esta persona puede diferir de su mejor en otra época, cuando sushabilidades y conocimiento no estaban tan bien desarrollados. Una persona puedeflorecer antes de llegar a ser tan bueno como pueda llegar a ser. La funciónprincipal de una ética normativa es identificar los meta-valores que sonnecesarios en la vida de cada quien.