Ya llevamos dos semanas de campaña electoral. A pesar de las grandes limitacionespublicitarias impuestas en la ley electoral y de partidos políticos (LEPP), loscandidatos han utilizado los diversos medios disponibles como son los postes dealumbrado eléctrico, medios digitales, presentaciones en diferentes foros,etc. Quedan dos meses y medio para que logren transmitir sus planes ylas famosas promesas de campaña que, generalmente, son vagas y demasiadoambiciosas.
Uno de los más usados es el de la famosa “igualdad”. Empezaron con la LEPP pretendiendo que todoslos partidos políticos tuvieran el mismo espacio publicitario. Es tan enredadoel asunto que ahora tenemos muy limitadas las oportunidades de escuchar laspropuestas de los candidatos. O sea, porquerer ser “equitativos”, nos pasaron llevando a los votantes.
“Los ricos tienen mucho y hay que quitarles para dárselo a lospobres. Es injusto que unos tengan másque otros”. ¿Quién dispone cuánto dineroes tener “mucho”? ¿A quién se lo va a quitar? Peor aún, ¿quiénes serán los “afortunados” que van a recibir dineroregalado? La defensa de la propiedad privada es uno de los pilaresfundamentales que debe proveer el gobierno. De lo contrario, ¿cómo vamos atrabajar para mejorar nuestro nivel de vida, sea cual sea, si tenemos laamenaza constante que el gobierno nos lo va a quitar?
El más popular ahora es “la lucha contra la corrupción”. ¿Sabe usted que Castro y Chávez llegaron alpoder ofreciendo acabar con ese flagelo? ¿Quiere usted vivir como en Cuba oVenezuela? Yo no. Es un engaño, como los mensajes anteriores que describí. La corrupción no se acaba metiendo gente a lacárcel. ¿O cree usted que el tener a losex gobernantes en la cárcel eliminó la corrupción? ¿Cree que el haber acusado yencarcelado a algunos empresarios, funcionarios de gobierno y otros, hizo quese redujera o terminara la corrupción? ¡Para nada! ¿Hay jueces corruptos en la cárcel? No, siguen trabajandotan campantes como antes. ¡Este problema sigue peor que nunca! ¿Quién ha resultado ser una de las líderes enactos corruptos? Ella misma, la quehabla y habla de acabar con el “pacto de corruptos”. ¿Acabaría ella consigomisma? Por supuesto que no.
“¡Voy a reducir la pobreza!” es otro slogan favorito de lospolíticos. Primero, no dicen cómo. Segundo,lo único que han hecho es regalar cosas a algunos pocos, en detrimento delresto del país (ese es el problema con los privilegios). Veamos el famoso corredor seco. ¿Qué han hecho los gobernantes pararesolverlo de una vez por todas? Esomero: ¡nada!
“Voy a regalar tierra a los que no tienen”. Sería, en todo caso, tierras propiedad delEstado. ¿A quiénes se las dará? ¿Cómodecidirán si usted es uno de los favorecidos? Efectivamente, lo serán aquellosque les sirvan para sus propósitos maléficos. ¿Y si mejor detienende una vez por todas la invasión de tierras? Eso generaría más empleos, reduciendo la pobreza y mejorando el nivel devida de quienes laboran en las fincas.
No se deje engañar con los mismos mensajes de siempre, atractivospero engañosos. Es mejor escuchar cómo van promover inversión para que hayaempleos, cómo van a mejorar la educación, en vez de darle millones al sindicatode maestros. Pregunte cómo van a mejorarlos servicios de salud, las carreteras (su construcción y reparación generanmuchos empleos) y, por supuesto, cómo van a hacer para que los funcionarios degobierno dejen de pedir dinero para “agilizar” trámites, extender permisos,comprar medicinas, y un largo etcétera.
Pregunte, piense, analice y decida. Tenemos el poder en nuestras manos: ¡el voto!
Ya llevamos dos semanas de campaña electoral. A pesar de las grandes limitacionespublicitarias impuestas en la ley electoral y de partidos políticos (LEPP), loscandidatos han utilizado los diversos medios disponibles como son los postes dealumbrado eléctrico, medios digitales, presentaciones en diferentes foros,etc. Quedan dos meses y medio para que logren transmitir sus planes ylas famosas promesas de campaña que, generalmente, son vagas y demasiadoambiciosas.
Uno de los más usados es el de la famosa “igualdad”. Empezaron con la LEPP pretendiendo que todoslos partidos políticos tuvieran el mismo espacio publicitario. Es tan enredadoel asunto que ahora tenemos muy limitadas las oportunidades de escuchar laspropuestas de los candidatos. O sea, porquerer ser “equitativos”, nos pasaron llevando a los votantes.
“Los ricos tienen mucho y hay que quitarles para dárselo a lospobres. Es injusto que unos tengan másque otros”. ¿Quién dispone cuánto dineroes tener “mucho”? ¿A quién se lo va a quitar? Peor aún, ¿quiénes serán los “afortunados” que van a recibir dineroregalado? La defensa de la propiedad privada es uno de los pilaresfundamentales que debe proveer el gobierno. De lo contrario, ¿cómo vamos atrabajar para mejorar nuestro nivel de vida, sea cual sea, si tenemos laamenaza constante que el gobierno nos lo va a quitar?
El más popular ahora es “la lucha contra la corrupción”. ¿Sabe usted que Castro y Chávez llegaron alpoder ofreciendo acabar con ese flagelo? ¿Quiere usted vivir como en Cuba oVenezuela? Yo no. Es un engaño, como los mensajes anteriores que describí. La corrupción no se acaba metiendo gente a lacárcel. ¿O cree usted que el tener a losex gobernantes en la cárcel eliminó la corrupción? ¿Cree que el haber acusado yencarcelado a algunos empresarios, funcionarios de gobierno y otros, hizo quese redujera o terminara la corrupción? ¡Para nada! ¿Hay jueces corruptos en la cárcel? No, siguen trabajandotan campantes como antes. ¡Este problema sigue peor que nunca! ¿Quién ha resultado ser una de las líderes enactos corruptos? Ella misma, la quehabla y habla de acabar con el “pacto de corruptos”. ¿Acabaría ella consigomisma? Por supuesto que no.
“¡Voy a reducir la pobreza!” es otro slogan favorito de lospolíticos. Primero, no dicen cómo. Segundo,lo único que han hecho es regalar cosas a algunos pocos, en detrimento delresto del país (ese es el problema con los privilegios). Veamos el famoso corredor seco. ¿Qué han hecho los gobernantes pararesolverlo de una vez por todas? Esomero: ¡nada!
“Voy a regalar tierra a los que no tienen”. Sería, en todo caso, tierras propiedad delEstado. ¿A quiénes se las dará? ¿Cómodecidirán si usted es uno de los favorecidos? Efectivamente, lo serán aquellosque les sirvan para sus propósitos maléficos. ¿Y si mejor detienende una vez por todas la invasión de tierras? Eso generaría más empleos, reduciendo la pobreza y mejorando el nivel devida de quienes laboran en las fincas.
No se deje engañar con los mismos mensajes de siempre, atractivospero engañosos. Es mejor escuchar cómo van promover inversión para que hayaempleos, cómo van a mejorar la educación, en vez de darle millones al sindicatode maestros. Pregunte cómo van a mejorarlos servicios de salud, las carreteras (su construcción y reparación generanmuchos empleos) y, por supuesto, cómo van a hacer para que los funcionarios degobierno dejen de pedir dinero para “agilizar” trámites, extender permisos,comprar medicinas, y un largo etcétera.
Pregunte, piense, analice y decida. Tenemos el poder en nuestras manos: ¡el voto!