Enlas encuestas recientes, la petición número uno para los guatemaltecos, esempleo. Con un trabajo digno cualquier persona logra mejorar su calidad de viday construir un mejor futuro. No obstante, en Guatemala, muchos viven delsub-empleo y la economía informal, o deciden migrar en búsqueda de mejoresoportunidades.
En losúltimos años nuestra economía ha mostrado rasgos evidentes de deterioro. En2018 vivimos un escenario preocupante, en el cual nuestro consumo e inversiónfueron golpeados. Pero además, el gasto gubernamental demostró estar plagado deineficiencias y despilfarro. En cualquier país del mundo, esta contracciónproductiva sería motivo de alarma. Pero parece que aquí a nadie le importa.
La formamás inmediata para generar empleo a gran escala es el “combo” de LeyGeneral de Infraestructura Vial y la Ley de Vivienda. Por supuesto que estasdeben ser parte de un plan integral de desarrollo económico pero, de seraprobado, esto sería un “estartazo” inmediato a nuestra economía. Porejemplo, tres empleos directos se generan por la construcción de una vivienda. Enese sentido, Fundesa presentó el plan nacional de vivienda. Su objetivo es eldesarrollo de una política de vivienda que nos permita hacerle frente aldéficit de vivienda y ayudar a que las ciudades crezcan de forma ordenada.
Actualmente1.6 millones de familias guatemaltecas viven en condiciones inadecuadas. Eldéficit habitacional es inmenso, de hecho crece un 2.5 por ciento anualmente.Para contrarrestar esto se necesitan construir 38 mil viviendas, pero estamosmuy lejos de lograrlo. Hoy se producen cerca de 18 mil viviendas anuales entresector público (4 mil) y sector privado (14 mil). Pero además, otro gran retoson los precios de las viviendas, los cuales superan los Q400 mil. Esto estotalmente inalcanzable para muchos, ya que el banco exigiría por lo menos elingreso de cuatro salarios mínimos por hogar, para financiar una compra de estamagnitud. Por ello, el plan nacional de vivienda contempla que los precios semantengan por debajo de Q250 mil.
Lavivienda digna produce un enorme beneficio social. Más allá de nuestro anhelopor tener cuatro paredes que nos resguarden, la vivienda tiene varios efectosconexos positivos. Según el Banco Mundial, los pisos de concreto reducen hastaun 78 por ciento las infecciones parasitarias, 49 por ciento los padecimientosde diarrea y un 81 por ciento la anemia. El mismo estudio detalla que lavivienda mejora de 36 a 96 por ciento el desarrollo cognitivo de los niños. Vivir en un barrio seguro aumenta las posibilidades dedesarrollarse como un ciudadano constructivo. Una vivienda mejora lasalud, al reducir las causas de morbilidad y desnutrición crónica infantil,también mejora la asistencia y rendimiento escolar, genera un patrimonio quepermite apalancar nuevas inversiones, reduce tasas de morosidad en pago decréditos e incide favorablemente en la permanencia y desempeño laboral.
Lainfraestructura es la base sobre la cual se construye una sociedad equitativa,se impulsa sostenibilidad ambiental y se asegura la eficiencia económica. Poreso, necesitamos priorizar las leyes estratégicas en desarrollo. Con esto, nosolo lograremos dinamizar nuestra economía y generar más empleos dignos, sino tambiénayudar a que miles de guatemaltecos alcancen el sueño de tener un techo pararesguardarse.
Por ello,me parece que, para ser consecuentes con la prioridad de empleo que nosotrosmismos hemos expresado, debemos de exigir que se pase el “combo” deleyes ANTES de la primera vuelta delas elecciones. Si un candidato a la presidencia nos ofrece empleo, que lodemuestre causando que su bancada actualapoye las iniciativas. Si un candidato a reelección como diputado quierenuestro voto, que nos demuestre antesque está comprometido con el futuro del país, al votar a favor de estasiniciativas. Este 2019, somos nosotros los responsables de definir por quécamino irá Guatemala. Informémonos sobre los pasos que dan nuestros diputados yexijamos el apoyo a las propuestas de transformación nacional. No votemos aciegas.
Enlas encuestas recientes, la petición número uno para los guatemaltecos, esempleo. Con un trabajo digno cualquier persona logra mejorar su calidad de viday construir un mejor futuro. No obstante, en Guatemala, muchos viven delsub-empleo y la economía informal, o deciden migrar en búsqueda de mejoresoportunidades.
En losúltimos años nuestra economía ha mostrado rasgos evidentes de deterioro. En2018 vivimos un escenario preocupante, en el cual nuestro consumo e inversiónfueron golpeados. Pero además, el gasto gubernamental demostró estar plagado deineficiencias y despilfarro. En cualquier país del mundo, esta contracciónproductiva sería motivo de alarma. Pero parece que aquí a nadie le importa.
La formamás inmediata para generar empleo a gran escala es el “combo” de LeyGeneral de Infraestructura Vial y la Ley de Vivienda. Por supuesto que estasdeben ser parte de un plan integral de desarrollo económico pero, de seraprobado, esto sería un “estartazo” inmediato a nuestra economía. Porejemplo, tres empleos directos se generan por la construcción de una vivienda. Enese sentido, Fundesa presentó el plan nacional de vivienda. Su objetivo es eldesarrollo de una política de vivienda que nos permita hacerle frente aldéficit de vivienda y ayudar a que las ciudades crezcan de forma ordenada.
Actualmente1.6 millones de familias guatemaltecas viven en condiciones inadecuadas. Eldéficit habitacional es inmenso, de hecho crece un 2.5 por ciento anualmente.Para contrarrestar esto se necesitan construir 38 mil viviendas, pero estamosmuy lejos de lograrlo. Hoy se producen cerca de 18 mil viviendas anuales entresector público (4 mil) y sector privado (14 mil). Pero además, otro gran retoson los precios de las viviendas, los cuales superan los Q400 mil. Esto estotalmente inalcanzable para muchos, ya que el banco exigiría por lo menos elingreso de cuatro salarios mínimos por hogar, para financiar una compra de estamagnitud. Por ello, el plan nacional de vivienda contempla que los precios semantengan por debajo de Q250 mil.
Lavivienda digna produce un enorme beneficio social. Más allá de nuestro anhelopor tener cuatro paredes que nos resguarden, la vivienda tiene varios efectosconexos positivos. Según el Banco Mundial, los pisos de concreto reducen hastaun 78 por ciento las infecciones parasitarias, 49 por ciento los padecimientosde diarrea y un 81 por ciento la anemia. El mismo estudio detalla que lavivienda mejora de 36 a 96 por ciento el desarrollo cognitivo de los niños. Vivir en un barrio seguro aumenta las posibilidades dedesarrollarse como un ciudadano constructivo. Una vivienda mejora lasalud, al reducir las causas de morbilidad y desnutrición crónica infantil,también mejora la asistencia y rendimiento escolar, genera un patrimonio quepermite apalancar nuevas inversiones, reduce tasas de morosidad en pago decréditos e incide favorablemente en la permanencia y desempeño laboral.
Lainfraestructura es la base sobre la cual se construye una sociedad equitativa,se impulsa sostenibilidad ambiental y se asegura la eficiencia económica. Poreso, necesitamos priorizar las leyes estratégicas en desarrollo. Con esto, nosolo lograremos dinamizar nuestra economía y generar más empleos dignos, sino tambiénayudar a que miles de guatemaltecos alcancen el sueño de tener un techo pararesguardarse.
Por ello,me parece que, para ser consecuentes con la prioridad de empleo que nosotrosmismos hemos expresado, debemos de exigir que se pase el “combo” deleyes ANTES de la primera vuelta delas elecciones. Si un candidato a la presidencia nos ofrece empleo, que lodemuestre causando que su bancada actualapoye las iniciativas. Si un candidato a reelección como diputado quierenuestro voto, que nos demuestre antesque está comprometido con el futuro del país, al votar a favor de estasiniciativas. Este 2019, somos nosotros los responsables de definir por quécamino irá Guatemala. Informémonos sobre los pasos que dan nuestros diputados yexijamos el apoyo a las propuestas de transformación nacional. No votemos aciegas.