“La vida debe ser una incesante educación.”
Gustave Flaubert
Dentro de los 4715 centros educativos privados en el país, se encuentran múltiples diversidades de misiones, visiones, metodologías, sistemas, fines, modelos, fuentes académicas, obedeciendo a la libertad de cátedra que goza la educación privada, derecho constitucional claramente establecido. Esta multiplicidad de enfoques hacia el aprendizaje responde a la unicidad del estudiante; de sus talentos y necesidades sui generis que una visión inflexible no puede atender. Dentro del conocimiento del desarrollo humano, cada vez más se encuentran distintas rutas, destinos y sueños que solamente un sistema flexible puede atender. Una flexibilidad que cuenta con logros académicos establecidos si, pero no necesariamente rutas establecidas e rígidas para llegar a ellos; esto porque el respeto a la individualidad en su totalidad es imperativo, y el velar por el aprendizaje integral del ser humano.
Cada centro educativo privado goza de detalles únicos, que el padre de familia busca y encuentra, y en unión con los docentes y personal administrativo, forman la comunidad educativo que tiene un solo fin, asegurarse que la persona, el niño, que ingresa en ella, termine su esfuerzo académico con sus talentos desarrollados, su curiosidad totalmente despierto, con herramientas básicas para estar en el mundo del siglo veintiuno para así continuar su crecimiento personal.
Se podría relatar las historias de cada centro educativo de los cuatro mil setecientos quince; los éxitos y los retos de cada institución. Se tomarían como mínimo dos mil días, compartiendo la experiencia de dos colegios por día, en la narración de la historia de su desarrollo, los hitos de docentes y estudiantes, las desilusiones en casos difíciles de resolver, y los grandes éxitos. Ahora se compartirá dos grandes experiencias.
El día lunes tres de septiembre del año en curso, se le otorgó al Colegio Lehnsen la Orden del Quetzal en el grado de Oficial. Este reconocido centro educativo, con tres sedes, y ochenta años de funcionamiento, ha promovido una educación con excelencia en todas sus aristas, a centenares de estudiantes. Como indicó la directora Cecilia de Brenner en sus palabras de agradecimiento por este honor, el colegio “ha contribuido con la formación de ciudadanos con valores fundamentados en la prudencia, humanidad y constancia” valores que inspiran a los alumnos a exigirse lo más posible con el fin de alcanzar su sueno. Continuó la Licenciada de Brenner: “Colegio Lehnsen es una institución de servicio. Un centro de estudios que ha formado jóvenes con enseñanza de alta calidad, cuyo objetivo primordial ha sido la formación integral de la persona humana y que ve a cada graduando como una presea, el producto final de años de esfuerzo y dedicación de cada docente y colaborador…” . Y así como esta extraordinaria institución educativa , hay centenares más que viven la vocación docente; y a través de decenas de años, gozan con la satisfacción de observar a cada generación egresar de sus aulas, presta para la vida universitaria o la vida laboral, cual fuese su llamado, y totalmente preparada para ello.
Otra institución de sobresaliente mérito es Colegio Monarch. Es una institución pequeña en población estudiantil , pero inmenso en logros dentro de ella. Este centro educativo privado se dedica a personas que cuentan con necesidades educativos especiales, gozando de un extraordinario equipo de terapeutas y docentes, profesionales en la atención a estas necesidades, y que han logrado éxitos descomunales. No serán resultados publicados en un ranking educativo; son resultados visibles en una vida productiva, ordenada y exitosa. Vidas cuidadosamente cultivadas, guiadas con profesionalidad hacia la comprensión del significado de la vida, y como enfrentar esa vida diaria con paz y capacidad. Las estrategias implementadas, las claras guías observadas, la metodología ordenadamente realizada, inspiran admiración. Los alumnos de este extraordinario centro educativo logran alcanzar los sueños propios y de sus familias.
Así como estos dos casos de éxito, éxitos a través del esfuerzo diario, continuo, experto, entregado, sin egoísmos, hay centenares más. Dentro de los medios de comunicación social, en todos los espectros, se lee y se escucha comentarios sobre costos, libros, tareas, docentes no tan perfectos, pues todos son humanos, y métodos que están desarrollados para asegurar el proceso del aprendizaje, es el fin de cada sistema educativo y estos tienen sus exigencias. Así como estos dos centros educativos privados extraordinarios, que no se encuentran elogios en prensa escrita ni medios virtuales, hay muchos más. Ahora que el año escolar está en sus pasos finales, padres de familia, es de trabajar en conjunto con su comunidad educativa para lograr el fruto ansiado, el aprendizaje de los niños y los jóvenes. Y si por alguna razón no se logra lo deseado, se vuelve a iniciar, pues la mejor lección la otorgan los errores.
Se celebra la excelencia del esfuerzo continuo de centros educativos como Colegio Lehnsen y Colegio Monarch. No es necesario un elogio, pero nunca está demás que se le dé.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
“La vida debe ser una incesante educación.”
Gustave Flaubert
Dentro de los 4715 centros educativos privados en el país, se encuentran múltiples diversidades de misiones, visiones, metodologías, sistemas, fines, modelos, fuentes académicas, obedeciendo a la libertad de cátedra que goza la educación privada, derecho constitucional claramente establecido. Esta multiplicidad de enfoques hacia el aprendizaje responde a la unicidad del estudiante; de sus talentos y necesidades sui generis que una visión inflexible no puede atender. Dentro del conocimiento del desarrollo humano, cada vez más se encuentran distintas rutas, destinos y sueños que solamente un sistema flexible puede atender. Una flexibilidad que cuenta con logros académicos establecidos si, pero no necesariamente rutas establecidas e rígidas para llegar a ellos; esto porque el respeto a la individualidad en su totalidad es imperativo, y el velar por el aprendizaje integral del ser humano.
Cada centro educativo privado goza de detalles únicos, que el padre de familia busca y encuentra, y en unión con los docentes y personal administrativo, forman la comunidad educativo que tiene un solo fin, asegurarse que la persona, el niño, que ingresa en ella, termine su esfuerzo académico con sus talentos desarrollados, su curiosidad totalmente despierto, con herramientas básicas para estar en el mundo del siglo veintiuno para así continuar su crecimiento personal.
Se podría relatar las historias de cada centro educativo de los cuatro mil setecientos quince; los éxitos y los retos de cada institución. Se tomarían como mínimo dos mil días, compartiendo la experiencia de dos colegios por día, en la narración de la historia de su desarrollo, los hitos de docentes y estudiantes, las desilusiones en casos difíciles de resolver, y los grandes éxitos. Ahora se compartirá dos grandes experiencias.
El día lunes tres de septiembre del año en curso, se le otorgó al Colegio Lehnsen la Orden del Quetzal en el grado de Oficial. Este reconocido centro educativo, con tres sedes, y ochenta años de funcionamiento, ha promovido una educación con excelencia en todas sus aristas, a centenares de estudiantes. Como indicó la directora Cecilia de Brenner en sus palabras de agradecimiento por este honor, el colegio “ha contribuido con la formación de ciudadanos con valores fundamentados en la prudencia, humanidad y constancia” valores que inspiran a los alumnos a exigirse lo más posible con el fin de alcanzar su sueno. Continuó la Licenciada de Brenner: “Colegio Lehnsen es una institución de servicio. Un centro de estudios que ha formado jóvenes con enseñanza de alta calidad, cuyo objetivo primordial ha sido la formación integral de la persona humana y que ve a cada graduando como una presea, el producto final de años de esfuerzo y dedicación de cada docente y colaborador…” . Y así como esta extraordinaria institución educativa , hay centenares más que viven la vocación docente; y a través de decenas de años, gozan con la satisfacción de observar a cada generación egresar de sus aulas, presta para la vida universitaria o la vida laboral, cual fuese su llamado, y totalmente preparada para ello.
Otra institución de sobresaliente mérito es Colegio Monarch. Es una institución pequeña en población estudiantil , pero inmenso en logros dentro de ella. Este centro educativo privado se dedica a personas que cuentan con necesidades educativos especiales, gozando de un extraordinario equipo de terapeutas y docentes, profesionales en la atención a estas necesidades, y que han logrado éxitos descomunales. No serán resultados publicados en un ranking educativo; son resultados visibles en una vida productiva, ordenada y exitosa. Vidas cuidadosamente cultivadas, guiadas con profesionalidad hacia la comprensión del significado de la vida, y como enfrentar esa vida diaria con paz y capacidad. Las estrategias implementadas, las claras guías observadas, la metodología ordenadamente realizada, inspiran admiración. Los alumnos de este extraordinario centro educativo logran alcanzar los sueños propios y de sus familias.
Así como estos dos casos de éxito, éxitos a través del esfuerzo diario, continuo, experto, entregado, sin egoísmos, hay centenares más. Dentro de los medios de comunicación social, en todos los espectros, se lee y se escucha comentarios sobre costos, libros, tareas, docentes no tan perfectos, pues todos son humanos, y métodos que están desarrollados para asegurar el proceso del aprendizaje, es el fin de cada sistema educativo y estos tienen sus exigencias. Así como estos dos centros educativos privados extraordinarios, que no se encuentran elogios en prensa escrita ni medios virtuales, hay muchos más. Ahora que el año escolar está en sus pasos finales, padres de familia, es de trabajar en conjunto con su comunidad educativa para lograr el fruto ansiado, el aprendizaje de los niños y los jóvenes. Y si por alguna razón no se logra lo deseado, se vuelve a iniciar, pues la mejor lección la otorgan los errores.
Se celebra la excelencia del esfuerzo continuo de centros educativos como Colegio Lehnsen y Colegio Monarch. No es necesario un elogio, pero nunca está demás que se le dé.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo