Guatemala sufre de nuevo y esta vez es en contra de la dirigencia campesina y activistas de derechos humanos, a quienes pareciera quieren callar por sus actividades y es por eso que se manifiesta la necesidad de que las investigaciones profundas sobre estos hechos deben agilizarse para determinar que está sucediendo.
Resulta preocupante la forma sistemática de persecución que existe contra los defensores de derechos humanos, para nadie es un secreto y prueba de ello son los pronunciamiento de varios sectores ante estos hechos de violencia que se traducen en una alarma que se tiene por obligación de parte del Estado en tomar con toda la responsabilidad y seriedad del caso.
Recordemos el pasado de represión, ese que nadie quiere repetir que nos dejo solo dolor y sangre y heridas sin sanar, es por ello que la responsabilidad del Estado tiene que venir desde ese compromiso, el llamado a no generar violencia en un país que todos los días se desangra por la delincuencia, el narcotráfico, por los organizados que siembran el terror en todas las áreas del país.
Es necesario que emprendamos como ciudadanos un llamado para que se esclarezcan los asesinatos a estos dirigentes de forma inmediata con el fin de que no se pierdan de vista y que se dé la justicia pronta y cumplida con el único fin de generar la paz social y tener la certeza de que en un mediano plazo no se den de nuevo estos casos que son catastróficos.
La concordancia que se debe tener de un discurso y la acción que se realiza también, debe ser auditada por la sociedad, en donde sepamos con certeza que lo que se dice tenga una acción y con esto ser garantes del bien común, es por ello que el llamado es también para aquellos que inciden en la toma de decisiones que se actué de forma pronta para que la voluntad de esclarecer estos hechos sea con rapidez.
El Procurador de los Derechos Humanos, en sus declaraciones manifiesta que no se descarta que esto sea por motivos electorales lo que sería en realidad un tema que no se pude permitir bajo ningún punto de vista,ni ahora ni en ningún otro momento.
Por eso es que se exige de forma pronta esclarecer esto, y no acrecentar de forma desmedida la conflictividad social que de por sí ya esta elevada y es en sentido que es necesario buscar la unidad y no permitir que esto quede impune.
La sociedad necesita de justicia para encontrar la paz y, sin duda esa paz se hará de manifiesta en la tolerancia en los diversos pensamientos en los que se pueden analizar los problemas sociales y buscar dentro de esa tolerancia soluciones concretas a una problemática cada vez mas enquistada en el diario vivir de los guatemaltecos.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
Guatemala sufre de nuevo y esta vez es en contra de la dirigencia campesina y activistas de derechos humanos, a quienes pareciera quieren callar por sus actividades y es por eso que se manifiesta la necesidad de que las investigaciones profundas sobre estos hechos deben agilizarse para determinar que está sucediendo.
Resulta preocupante la forma sistemática de persecución que existe contra los defensores de derechos humanos, para nadie es un secreto y prueba de ello son los pronunciamiento de varios sectores ante estos hechos de violencia que se traducen en una alarma que se tiene por obligación de parte del Estado en tomar con toda la responsabilidad y seriedad del caso.
Recordemos el pasado de represión, ese que nadie quiere repetir que nos dejo solo dolor y sangre y heridas sin sanar, es por ello que la responsabilidad del Estado tiene que venir desde ese compromiso, el llamado a no generar violencia en un país que todos los días se desangra por la delincuencia, el narcotráfico, por los organizados que siembran el terror en todas las áreas del país.
Es necesario que emprendamos como ciudadanos un llamado para que se esclarezcan los asesinatos a estos dirigentes de forma inmediata con el fin de que no se pierdan de vista y que se dé la justicia pronta y cumplida con el único fin de generar la paz social y tener la certeza de que en un mediano plazo no se den de nuevo estos casos que son catastróficos.
La concordancia que se debe tener de un discurso y la acción que se realiza también, debe ser auditada por la sociedad, en donde sepamos con certeza que lo que se dice tenga una acción y con esto ser garantes del bien común, es por ello que el llamado es también para aquellos que inciden en la toma de decisiones que se actué de forma pronta para que la voluntad de esclarecer estos hechos sea con rapidez.
El Procurador de los Derechos Humanos, en sus declaraciones manifiesta que no se descarta que esto sea por motivos electorales lo que sería en realidad un tema que no se pude permitir bajo ningún punto de vista,ni ahora ni en ningún otro momento.
Por eso es que se exige de forma pronta esclarecer esto, y no acrecentar de forma desmedida la conflictividad social que de por sí ya esta elevada y es en sentido que es necesario buscar la unidad y no permitir que esto quede impune.
La sociedad necesita de justicia para encontrar la paz y, sin duda esa paz se hará de manifiesta en la tolerancia en los diversos pensamientos en los que se pueden analizar los problemas sociales y buscar dentro de esa tolerancia soluciones concretas a una problemática cada vez mas enquistada en el diario vivir de los guatemaltecos.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo