Ya gente de CICIG golpeó a un menor guatemalteco hasta dejarlo inconsciente, con graves lesiones en el cráneo. Ya murieron varios de sus detenidos en prisión preventiva por negarse los juzgados, bajo ordenes de Velásquez, a darles medidas sustitutivas a enfermos. Ya no caben los presos en prisión preventiva, incluyendo gente anciana que tiene más de tres años de estar esperando juicio, faltando completamente a sus derechos humanos. Ya vimos en más de una oportunidad (Caso Valdez Paiz, Caso Sperisen, etc) como compran testimonios de gente que está convicta o gravemente sindicada, a cambio de dejarlos libres. Y ahora, quieren juzgar cosa juzgada. Único país en el mundo donde algo tan asqueroso puede suceder, y todo gracias a la ONU, a Guterres, y al Torquemada a la Tortrix. Y agrego, al Presidente de la República que lo permite.
En el caso Valdez Paiz, para los que no se toman la molestia de usar Google y buscar por sí mismos, el testigo clave, enfermo de muerte, dijo no querer morir sin decir la verdad y señaló al segundo de CICIG, al guisache colombiano (parece que no se ha ni graduado como Abogado), de haberle ordenado declarar en falso contra los hermanos Valdez Paiz en el caso Rosenberg. En su cara lo acusó.
Investigaron y por tapar quien sabe a quién, metieron presos a inocentes en el caso Rosenberg, y no digamos en el del asesinato de don Khalil Musa y de su hija, mi amiga Marjorie Musa, que hoy por hoy siguen impunes.
En el caso Sperisen, liberaron a un francés responsable de un doble homicidio a cambio de testificar dos veces en falso, contra Erwin Sperisen en Suiza. Curiosamente, el testimonio varió tanto de la primera a la segunda, que en el tercer juicio fue declarado inadmisible. Los supuestos fiscales de Cicig, querellante en el caso, no pudieron ni testificar algo substantivo en los juicios. Un insulto, una broma, es lo que pareciera semejante aberración.
Y ahora vemos que quieren juzgar cosa juzgada en el caso contra Vielman y sus subalternos. Han llegado al colmo de liberar a gente que no son precisamente como el ladrón de Monzón, sino asesinos y criminales de lo más sanguinario que no están muertos porque la pena de muerte no se está aplicando conforme lo dicta la Ley. Los argumentos en el caso contra el ex Ministro de Gobernación son los mismos, los temas, las acusaciones todo el montaje es el mismo de lo que ya fue absuelto en España en un juicio que la misma Cicig y la Feci solicitaron. Ah, pero no les gustó el veredicto del honorable tribunal español y se pasan las leyes internacionales por el arco del triunfo.
La flamante Cicig y la Feci quieren dejar libres a 4 de los reos más peligrosos que en su momento costó un mundo arrestar, y que tienen tanto dolor de tantos guatemaltecos sobre sus hombros. Gente que mutiló, torturó y asesinó guatemaltecos indefensos, que cayeron víctimas de su maldad. Ah, pero esos engendros del mal que están vivos sólo porque aquí no se quiere aplicar la pena de muerte, son dignos testigos contra Vielman. Escoria de la sociedad, son los aliados de Cicig y Feci. Y para mientras Doña Consuelo Porras, Fiscal General y Jefe del Ministerio Público permite semejante cosa. Toda esta patraña huele mal, pero no por los imputados, sino por los acusadores. Apesta a persecución política, de la peor magnitud.
Según parece, existe en Guatemala un Servicio de Protección a Testigos que está a cargo del Consejo Directivo integrado por un representante del MP, un representante del Ministerio de Gobernación y el Director de la Oficina de Protección. Previo a aceptar la liberación de esos engendros debieron evaluar si llenan la calidad de testigos protegidos bajo la Ley para la Protección de Sujetos Procesales y Personas Vinculadas a la Administración de Justicia Penal (Decreto 70-96). Viendo la pésima calidad de los testigos, me pregunto si fueron evaluados, si habrán conformado la comisión, si habrán seguido los pasos de Ley. Y si lo hicieron, que están pensando la Fiscal General y el Ministro de Gobernación.
Que esos reos hayan dicho temer por sus vidas, luego de tantos años en la cárcel, por algo que supuestamente presenciaron años atrás, resulta muy conveniente a meses de la elección presidencial del 2019, y en el momento en que Cicig está muriendo ante la opinión pública nacional e internacional. Pienso que lo que Cicig busca es decir “aquí seguimos fuertes y claros”.
Llama poderosamente la atención que dijo Carlos Vielman que para salir libres tienen que convertirse en testigos protegidos (soplones). ¿Tras de quién irán realmente? Será que quieren agregar los de la Cicig otro Presidente a su lista, o irán tras candidatos a la presidencia conectados con Vielman.
Y me pregunto, ¿qué más tiene que hacer la Cicig para que el Presidente Jimmy Morales decida de una buena vez terminar ese convenio como legalmente le es permitido hacerlo? Le tiene miedo a la CC. A una CC corrupta y vendida a la izquierda, desprestigiada por sus propias acciones. Pasará a la historia como un Presidente valiente y defensor del debido proceso, o como un cobarde. Eso nos lo estamos preguntando muchos, inclusive gente que como yo ha defendido su mandato por defender el Estado de Derecho y el Orden Constitucional.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
Ya gente de CICIG golpeó a un menor guatemalteco hasta dejarlo inconsciente, con graves lesiones en el cráneo. Ya murieron varios de sus detenidos en prisión preventiva por negarse los juzgados, bajo ordenes de Velásquez, a darles medidas sustitutivas a enfermos. Ya no caben los presos en prisión preventiva, incluyendo gente anciana que tiene más de tres años de estar esperando juicio, faltando completamente a sus derechos humanos. Ya vimos en más de una oportunidad (Caso Valdez Paiz, Caso Sperisen, etc) como compran testimonios de gente que está convicta o gravemente sindicada, a cambio de dejarlos libres. Y ahora, quieren juzgar cosa juzgada. Único país en el mundo donde algo tan asqueroso puede suceder, y todo gracias a la ONU, a Guterres, y al Torquemada a la Tortrix. Y agrego, al Presidente de la República que lo permite.
En el caso Valdez Paiz, para los que no se toman la molestia de usar Google y buscar por sí mismos, el testigo clave, enfermo de muerte, dijo no querer morir sin decir la verdad y señaló al segundo de CICIG, al guisache colombiano (parece que no se ha ni graduado como Abogado), de haberle ordenado declarar en falso contra los hermanos Valdez Paiz en el caso Rosenberg. En su cara lo acusó.
Investigaron y por tapar quien sabe a quién, metieron presos a inocentes en el caso Rosenberg, y no digamos en el del asesinato de don Khalil Musa y de su hija, mi amiga Marjorie Musa, que hoy por hoy siguen impunes.
En el caso Sperisen, liberaron a un francés responsable de un doble homicidio a cambio de testificar dos veces en falso, contra Erwin Sperisen en Suiza. Curiosamente, el testimonio varió tanto de la primera a la segunda, que en el tercer juicio fue declarado inadmisible. Los supuestos fiscales de Cicig, querellante en el caso, no pudieron ni testificar algo substantivo en los juicios. Un insulto, una broma, es lo que pareciera semejante aberración.
Y ahora vemos que quieren juzgar cosa juzgada en el caso contra Vielman y sus subalternos. Han llegado al colmo de liberar a gente que no son precisamente como el ladrón de Monzón, sino asesinos y criminales de lo más sanguinario que no están muertos porque la pena de muerte no se está aplicando conforme lo dicta la Ley. Los argumentos en el caso contra el ex Ministro de Gobernación son los mismos, los temas, las acusaciones todo el montaje es el mismo de lo que ya fue absuelto en España en un juicio que la misma Cicig y la Feci solicitaron. Ah, pero no les gustó el veredicto del honorable tribunal español y se pasan las leyes internacionales por el arco del triunfo.
La flamante Cicig y la Feci quieren dejar libres a 4 de los reos más peligrosos que en su momento costó un mundo arrestar, y que tienen tanto dolor de tantos guatemaltecos sobre sus hombros. Gente que mutiló, torturó y asesinó guatemaltecos indefensos, que cayeron víctimas de su maldad. Ah, pero esos engendros del mal que están vivos sólo porque aquí no se quiere aplicar la pena de muerte, son dignos testigos contra Vielman. Escoria de la sociedad, son los aliados de Cicig y Feci. Y para mientras Doña Consuelo Porras, Fiscal General y Jefe del Ministerio Público permite semejante cosa. Toda esta patraña huele mal, pero no por los imputados, sino por los acusadores. Apesta a persecución política, de la peor magnitud.
Según parece, existe en Guatemala un Servicio de Protección a Testigos que está a cargo del Consejo Directivo integrado por un representante del MP, un representante del Ministerio de Gobernación y el Director de la Oficina de Protección. Previo a aceptar la liberación de esos engendros debieron evaluar si llenan la calidad de testigos protegidos bajo la Ley para la Protección de Sujetos Procesales y Personas Vinculadas a la Administración de Justicia Penal (Decreto 70-96). Viendo la pésima calidad de los testigos, me pregunto si fueron evaluados, si habrán conformado la comisión, si habrán seguido los pasos de Ley. Y si lo hicieron, que están pensando la Fiscal General y el Ministro de Gobernación.
Que esos reos hayan dicho temer por sus vidas, luego de tantos años en la cárcel, por algo que supuestamente presenciaron años atrás, resulta muy conveniente a meses de la elección presidencial del 2019, y en el momento en que Cicig está muriendo ante la opinión pública nacional e internacional. Pienso que lo que Cicig busca es decir “aquí seguimos fuertes y claros”.
Llama poderosamente la atención que dijo Carlos Vielman que para salir libres tienen que convertirse en testigos protegidos (soplones). ¿Tras de quién irán realmente? Será que quieren agregar los de la Cicig otro Presidente a su lista, o irán tras candidatos a la presidencia conectados con Vielman.
Y me pregunto, ¿qué más tiene que hacer la Cicig para que el Presidente Jimmy Morales decida de una buena vez terminar ese convenio como legalmente le es permitido hacerlo? Le tiene miedo a la CC. A una CC corrupta y vendida a la izquierda, desprestigiada por sus propias acciones. Pasará a la historia como un Presidente valiente y defensor del debido proceso, o como un cobarde. Eso nos lo estamos preguntando muchos, inclusive gente que como yo ha defendido su mandato por defender el Estado de Derecho y el Orden Constitucional.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo