“La vida es fascinante: sólo hay que mirarla a través de las gafas correctas.” Alejandro Dumás
Encontrar la inspiración cuesta cada vez más; cuando toca la puerta y pasa adelante se confirma el dicho y el hecho que, nada es coincidencia.
Los retos diarios agobian; las rutas de respuestas cada vez son más tortuosas; el gris del cielo prediciendo el próximo diluvio que provocará travesías interminables; las actividades oficiales de las autoridades que son incomprensibles. La búsqueda por los rayos del sol, físicos y para el alma, pareciera ser quijotesca. Sin embargo, si sale el sol, e ilumina todo, cuerpo y alma.
Este privilegiado espacio se utiliza para compartir preocupaciones, llamar la atención a situaciones que necesitan ser conocidas, presentar opciones innovadoras a cuestiones tradicionales o aparentemente inamovibles. Se pretende siempre provocar cuestionamientos, contemplación y curiosidad con el fin de compartir la misión permanente de acompañar y guiar a todo ser humano en la adquisición del conocimiento, llamado el aprendizaje. Este aprendizaje ocurre indistinto de edad, género, idioma, ubicación. Si son elementos sine qua non, una actitud positiva, la energía inagotable, ojos tamaño plato, abiertos para ver todo, y los demás sentidos atentos al ingreso de información, una curiosidad insaciable, y el deseo de compartir lo adquirido, pues, ¿qué es el fin del aprendizaje si no es ser feliz? Y compartir conocimientos cumple la misión de la vida, que es ser feliz, lo aprehendido debe ser “shared”, como lo que se hace automáticamente o en Facebook o en WhatsApp.
En ese espíritu de compartir de inmediato, y dejar en suspenso temas oscuros para otro momento, se comparte el hecho de haber conocido el día de hoy a una joven escritora, autora de su primera entrega impresa, escrita con el fin de cumplir su sueño, llevar al cumplimiento su misión en su primera etapa. Pero sobre todas las cosas, ella en persona, relata la enredada vereda de llegar a cumplir su anhelo de entregar ediciones impresas de su obra a las manos de ávidos lectores, dando a conocer su visión, para enriquecer a las de otros.
Es una autora muy joven, quien con perseverancia logró su sueño. Y parte de la promoción de su obra, es decirles a los jóvenes lectores, que todo es posible. Su tenacidad es continúa, con el segundo tomo en camino. La totalidad de esta primera obra será una trilogía; y luego la conquista de otros horizontes. La visita de la joven escritora, además de provocar la curiosidad por leer sus palabras, y gozar del pasar, tocar y oler las 362 páginas de su libro físico, imparte esperanza y admiración. Si, los desafíos diarios gastan el espíritu; la esperanza de las nuevas generaciones alimenta al alma. Los logros son evidentes; el entusiasmo, contagioso.
Desea visitar el mapa de la ruta recorrida con los futuros lectores; los jóvenes. Lograr el sueño es posible. Las experiencias de la vida muestran que si se enfrentan los retos como oportunidades, ¡se aprende de todo!
El proceso educativo se afianza con el modelaje del mentor; los docentes no solo comunican con lenguaje verbal, predican con el ejemplo, viviendo el patrón a seguir. Se provocan auto cuestionamientos y se descubren talentos, dones y competencias, con el destino de ser feliz, pues el fin de la educación es ser feliz. Y esa felicidad brinda oportunidad a todos los que estén alrededor. El aprendizaje no solo es académico, ni es únicamente de contendidos. La vida es la asignatura integrada, y no se obtiene una ponderación sobre si se llevó bien o mal. Las experiencias, los errores, los rechazos, los éxitos, las personas conocidas en el camino, unas positivas, otras negativas, todo en conjunto, y con infinitas aristas adicionales, conducen a la persona a su felicidad
La fortuita visita de la autora no fue coincidencia; todo sucede con un propósito. Se confía que se haya compartido un rayo de luz para iluminar el camino de todos, pues, ¡todo es posible!
¡Se merece vivir una visión optimista!
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
“La vida es fascinante: sólo hay que mirarla a través de las gafas correctas.” Alejandro Dumás
Encontrar la inspiración cuesta cada vez más; cuando toca la puerta y pasa adelante se confirma el dicho y el hecho que, nada es coincidencia.
Los retos diarios agobian; las rutas de respuestas cada vez son más tortuosas; el gris del cielo prediciendo el próximo diluvio que provocará travesías interminables; las actividades oficiales de las autoridades que son incomprensibles. La búsqueda por los rayos del sol, físicos y para el alma, pareciera ser quijotesca. Sin embargo, si sale el sol, e ilumina todo, cuerpo y alma.
Este privilegiado espacio se utiliza para compartir preocupaciones, llamar la atención a situaciones que necesitan ser conocidas, presentar opciones innovadoras a cuestiones tradicionales o aparentemente inamovibles. Se pretende siempre provocar cuestionamientos, contemplación y curiosidad con el fin de compartir la misión permanente de acompañar y guiar a todo ser humano en la adquisición del conocimiento, llamado el aprendizaje. Este aprendizaje ocurre indistinto de edad, género, idioma, ubicación. Si son elementos sine qua non, una actitud positiva, la energía inagotable, ojos tamaño plato, abiertos para ver todo, y los demás sentidos atentos al ingreso de información, una curiosidad insaciable, y el deseo de compartir lo adquirido, pues, ¿qué es el fin del aprendizaje si no es ser feliz? Y compartir conocimientos cumple la misión de la vida, que es ser feliz, lo aprehendido debe ser “shared”, como lo que se hace automáticamente o en Facebook o en WhatsApp.
En ese espíritu de compartir de inmediato, y dejar en suspenso temas oscuros para otro momento, se comparte el hecho de haber conocido el día de hoy a una joven escritora, autora de su primera entrega impresa, escrita con el fin de cumplir su sueño, llevar al cumplimiento su misión en su primera etapa. Pero sobre todas las cosas, ella en persona, relata la enredada vereda de llegar a cumplir su anhelo de entregar ediciones impresas de su obra a las manos de ávidos lectores, dando a conocer su visión, para enriquecer a las de otros.
Es una autora muy joven, quien con perseverancia logró su sueño. Y parte de la promoción de su obra, es decirles a los jóvenes lectores, que todo es posible. Su tenacidad es continúa, con el segundo tomo en camino. La totalidad de esta primera obra será una trilogía; y luego la conquista de otros horizontes. La visita de la joven escritora, además de provocar la curiosidad por leer sus palabras, y gozar del pasar, tocar y oler las 362 páginas de su libro físico, imparte esperanza y admiración. Si, los desafíos diarios gastan el espíritu; la esperanza de las nuevas generaciones alimenta al alma. Los logros son evidentes; el entusiasmo, contagioso.
Desea visitar el mapa de la ruta recorrida con los futuros lectores; los jóvenes. Lograr el sueño es posible. Las experiencias de la vida muestran que si se enfrentan los retos como oportunidades, ¡se aprende de todo!
El proceso educativo se afianza con el modelaje del mentor; los docentes no solo comunican con lenguaje verbal, predican con el ejemplo, viviendo el patrón a seguir. Se provocan auto cuestionamientos y se descubren talentos, dones y competencias, con el destino de ser feliz, pues el fin de la educación es ser feliz. Y esa felicidad brinda oportunidad a todos los que estén alrededor. El aprendizaje no solo es académico, ni es únicamente de contendidos. La vida es la asignatura integrada, y no se obtiene una ponderación sobre si se llevó bien o mal. Las experiencias, los errores, los rechazos, los éxitos, las personas conocidas en el camino, unas positivas, otras negativas, todo en conjunto, y con infinitas aristas adicionales, conducen a la persona a su felicidad
La fortuita visita de la autora no fue coincidencia; todo sucede con un propósito. Se confía que se haya compartido un rayo de luz para iluminar el camino de todos, pues, ¡todo es posible!
¡Se merece vivir una visión optimista!
República es ajena a la opinión expresada en este artículo