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Ahora van tras las mineras

Betty Marroquin
28 de abril, 2016

¿A qué juegan los extranjeros que vienen a vestir trajes indígenas y a aprovecharse de la ignorancia de nuestra gente para meterles en la cabeza ideas erróneas sobre todo lo que representa progreso? Que si los postes de luz, o las torres de señal de celular les afectarán el cerebro. Que si las mineras o las hidroeléctricas les dañaran a sus hijos. Si bien es cierto que se han dado casos de contaminación e irrespeto a los estándares internacionales y a las leyes nacionales, no todas las empresas son iguales, como no todos los chapines somos iguales. Así como existen muchas empresas que invierten en sus trabajadores, que dan becas a sus empleados y a los hijos de éstos, que invierten en salud y educación, existen algunas que no lo hacen. Así como existen guatemaltecos que salen a diario de sus casas para trabajar y hacer algo productivo, existen algunos que viven de resarcimientos y donaciones del exterior.

Periodistas que se presentaron ayer a San Pedro Ayampuc y San José del Golfo para constatar e informar a la población sobre el cierre ilegal de la empresa Exploraciones Mineras de Guatemala, S.A., Proyecto Progreso VII Derivada, conocida como “La Puya” vieron claramente la actuación de esos extranjeros. Esta minera extrae oro en el Tambor, sin uso de cianuro. Delante de personeros de la Procuraduría de Derechos Humanos estas personas, vistiendo trajes indígenas, según ellas para disimular entre la multitud, interfirieron descaradamente y es obvio que eran las organizadoras del desorden. Altas y blancas (vean la foto de una de ellas), que de chapinas no tienen más que la indumentaria, no tienen arte ni parte en los asuntos internos de Guatemala. Llegan en carros todo terreno último modelo (pagados con los Euros de los pobres incautos que creen hacer una buena obra al enviar fondos de sus salarios a estos parásitos) para azuzar los ánimos contra los pobladores que defienden sus fuentes de trabajo. En éste caso, es evidente que abusan de la nobleza e ignorancia de esta gente bien intencionada, a quienes les vendieron sus mentiras. Sólo de ver las fotos, se ve que son personas humildes, presas de las sandeces que les meten en la cabeza estos extranjeros.

Cientos de familias (aproximadamente 300 – trescientas) dejarán de llevar pan a su mesa culpa de esas “canchitas” y sus seguidores. Cientos de familias dejarán de recibir beneficios directos, y no digamos los comerciantes de la región que dejarán de recibir ingresos porque su comunidad pierde poder adquisitivo. Estamos hablando del futuro de cuántos niños que dejarán de recibir el beneficio de la educación y de los bien abastecidos y eficientes puestos de salud que la minera les había puesto. ¿Tan mal estamos en Guatemala que cuando alguien hace algo bien hecho debemos destruirlo porque no aceptamos que pueda ser así? Estudios periódicos demuestran que NO SE HA DADO CONTAMINACIÓN ALGUNA. Lo pongo en mayúsculas para que se lea claro. La mayoría de la población quiere que la minera siga trabajando. La empresa inclusive puso un laboratorio de computadoras accesible a la población con maestros para ayudarlos a aprender a usar esa valiosa herramienta. Familias furiosas por la partida de la minera dicen que ven los sueños de sus hijos truncados ya que con el acceso a la salud y educación que la minera les daba gratis, aspiraban a un mejor futuro para sus hijos.

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Los pobladores y trabajadores oriundos de la zona dijeron a periodistas de diario La República que algunos manifestantes indígenas ni eran de la zona, pero era obvio estaban con estos extranjeros. Vuelvo y me pregunto ¿qué es lo que estos extranjeros quieren entonces para nuestro país? Si vienen empresas de prestigio que invierten en sus respectivas industrias a nivel mundial, no sólo en Guate, que demuestran que cumplen con la Ley, traen tecnología y progreso, que respetan estándares nacionales e internacionales de su industria, que invierten socialmente en la comunidad donde trabajan, que no están contaminando, que contribuyen al mejoramiento económico de la zona, y del país, y el beneficio es evidente para la población indígena, porqué destruirlos. Contaban los pobladores que las extranjeras y sus seguidores los intimidaban cada vez que acudían al centro de salud, a la escuela o al laboratorio de computadoras. Los amenazaban y hostigaban para que se unieran a ellos contra la minera. Más claro, ¡sólo que se los dibujen! Quizás necesitamos filmarlo y hacerlo llegar a los medios noruegos, suecos, etc para que finalmente abran los ojos.

El plan de estos parásitos extranjeros me parece clarísimo. Que se vaya la minera, que se vayan las hidroeléctricas, que se vayan los productores de todo, que se vayan las multinacionales, que se vaya todo lo que es empresa privada al cuerno. Les gusta venir a comer a Carpaccio y a Tamarindo’s pero que nuestra gente siga comiendo tierra. Bonito modo de hacer plata, a costa de la ignorancia de nuestros indígenas y de los pobres (o quizás no pobres sino unidos a ellos quieren su tajada de los resarcimientos) que los defienden, y sobre todo, de los pobres incautos que les mandan dinero.

Y lo peor de todo, es que permitimos que mientras nuestra Corte Suprema, seguro con magistrados intimidados por estos parásitos extranjeros, contradiga a la Corte de Constitucionalidad. Se ordenó una consulta sobre el tema, conforme el Convenio 169, pero la consulta debe ser realizada por el Estado, no son las empresas quienes deben hacerla. No es lógico que empresas y trabajadores tengan que pagar porque el Estado no ha realizado las consultas. ¿Sólo porque estas canchitas ocuparon el Ministerio de Energía y Minas de la localidad la Procuraduría de Derechos Humanos negoció con ellos que cerraría la mina para darles gusto y que desocupen la sede del ministerio? ¿Desde cuándo se negocia con ocupadores ilegales, canches o trigueños? Como reportado por República Digital en su nota del 11 de marzo del 2016 donde informa que la resolución se encuentra en proceso de apelación, recurso interpuesto por el Ministerio de Energía y Minas que afirma que la licencia no puede ser suspendida debido a que en su momento, el 30 de septiembre de 2011, se cumplió con todos los requisitos y no fue impugnada por ninguna persona, queda claro que el cierre de la mina no era lo convenido. Vuelvo y repito, si nos comportamos así, ¿dónde queda la certeza jurídica? Claro está, a estos canchitos y a sus seguidores la certeza jurídica no les importa excepto cuando se trata de recibir sentencias favorables a sus peticiones por resarcimientos. Y el Embajador de los Estados Unidos, ¿será que piensa pronunciarse para defender los intereses de KappesCassiday & Associates, dueña de Progreso VII? La empresa tiene proyectos mineros en Bolivia, México, Perú y oficinas en Australia, México y los Estados Unidos.

Se van las zonas francas, cierran las mineras, seguro irán luego tras las malignas hidroeléctricas, ¿qué seguirá? La telefonía móvil, los proveedores de cable, los distribuidores de vehículos, quieren que volvamos a transportarnos en carretas jaladas por burros o caballos y nos mandemos mensajes con palomitas. ¿Qué quieren estos extranjeros? Porque es evidente, con este y otros ejemplos similares, que no quieren el progreso de nuestros indígenas. Del dicho al hecho existe un gran trecho, y a las pruebas evidentes me remito. Y me valen todos los insultos que me vengan de los que escondidos en el anonimato (a lo mejor son los mismos canchitos… podría ser) atacan a quienes como yo, denunciamos su parasitismo y su abuso.

Guatemala quiere DESARROLLO PROGRESO Y MODERNIDAD, y lucharemos por eso y por nuestra LIBERTAD nos cueste lo que nos cueste.

 

Ahora van tras las mineras

Betty Marroquin
28 de abril, 2016

¿A qué juegan los extranjeros que vienen a vestir trajes indígenas y a aprovecharse de la ignorancia de nuestra gente para meterles en la cabeza ideas erróneas sobre todo lo que representa progreso? Que si los postes de luz, o las torres de señal de celular les afectarán el cerebro. Que si las mineras o las hidroeléctricas les dañaran a sus hijos. Si bien es cierto que se han dado casos de contaminación e irrespeto a los estándares internacionales y a las leyes nacionales, no todas las empresas son iguales, como no todos los chapines somos iguales. Así como existen muchas empresas que invierten en sus trabajadores, que dan becas a sus empleados y a los hijos de éstos, que invierten en salud y educación, existen algunas que no lo hacen. Así como existen guatemaltecos que salen a diario de sus casas para trabajar y hacer algo productivo, existen algunos que viven de resarcimientos y donaciones del exterior.

Periodistas que se presentaron ayer a San Pedro Ayampuc y San José del Golfo para constatar e informar a la población sobre el cierre ilegal de la empresa Exploraciones Mineras de Guatemala, S.A., Proyecto Progreso VII Derivada, conocida como “La Puya” vieron claramente la actuación de esos extranjeros. Esta minera extrae oro en el Tambor, sin uso de cianuro. Delante de personeros de la Procuraduría de Derechos Humanos estas personas, vistiendo trajes indígenas, según ellas para disimular entre la multitud, interfirieron descaradamente y es obvio que eran las organizadoras del desorden. Altas y blancas (vean la foto de una de ellas), que de chapinas no tienen más que la indumentaria, no tienen arte ni parte en los asuntos internos de Guatemala. Llegan en carros todo terreno último modelo (pagados con los Euros de los pobres incautos que creen hacer una buena obra al enviar fondos de sus salarios a estos parásitos) para azuzar los ánimos contra los pobladores que defienden sus fuentes de trabajo. En éste caso, es evidente que abusan de la nobleza e ignorancia de esta gente bien intencionada, a quienes les vendieron sus mentiras. Sólo de ver las fotos, se ve que son personas humildes, presas de las sandeces que les meten en la cabeza estos extranjeros.

Cientos de familias (aproximadamente 300 – trescientas) dejarán de llevar pan a su mesa culpa de esas “canchitas” y sus seguidores. Cientos de familias dejarán de recibir beneficios directos, y no digamos los comerciantes de la región que dejarán de recibir ingresos porque su comunidad pierde poder adquisitivo. Estamos hablando del futuro de cuántos niños que dejarán de recibir el beneficio de la educación y de los bien abastecidos y eficientes puestos de salud que la minera les había puesto. ¿Tan mal estamos en Guatemala que cuando alguien hace algo bien hecho debemos destruirlo porque no aceptamos que pueda ser así? Estudios periódicos demuestran que NO SE HA DADO CONTAMINACIÓN ALGUNA. Lo pongo en mayúsculas para que se lea claro. La mayoría de la población quiere que la minera siga trabajando. La empresa inclusive puso un laboratorio de computadoras accesible a la población con maestros para ayudarlos a aprender a usar esa valiosa herramienta. Familias furiosas por la partida de la minera dicen que ven los sueños de sus hijos truncados ya que con el acceso a la salud y educación que la minera les daba gratis, aspiraban a un mejor futuro para sus hijos.

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El plan de estos parásitos extranjeros me parece clarísimo. Que se vaya la minera, que se vayan las hidroeléctricas, que se vayan los productores de todo, que se vayan las multinacionales, que se vaya todo lo que es empresa privada al cuerno. Les gusta venir a comer a Carpaccio y a Tamarindo’s pero que nuestra gente siga comiendo tierra. Bonito modo de hacer plata, a costa de la ignorancia de nuestros indígenas y de los pobres (o quizás no pobres sino unidos a ellos quieren su tajada de los resarcimientos) que los defienden, y sobre todo, de los pobres incautos que les mandan dinero.

Y lo peor de todo, es que permitimos que mientras nuestra Corte Suprema, seguro con magistrados intimidados por estos parásitos extranjeros, contradiga a la Corte de Constitucionalidad. Se ordenó una consulta sobre el tema, conforme el Convenio 169, pero la consulta debe ser realizada por el Estado, no son las empresas quienes deben hacerla. No es lógico que empresas y trabajadores tengan que pagar porque el Estado no ha realizado las consultas. ¿Sólo porque estas canchitas ocuparon el Ministerio de Energía y Minas de la localidad la Procuraduría de Derechos Humanos negoció con ellos que cerraría la mina para darles gusto y que desocupen la sede del ministerio? ¿Desde cuándo se negocia con ocupadores ilegales, canches o trigueños? Como reportado por República Digital en su nota del 11 de marzo del 2016 donde informa que la resolución se encuentra en proceso de apelación, recurso interpuesto por el Ministerio de Energía y Minas que afirma que la licencia no puede ser suspendida debido a que en su momento, el 30 de septiembre de 2011, se cumplió con todos los requisitos y no fue impugnada por ninguna persona, queda claro que el cierre de la mina no era lo convenido. Vuelvo y repito, si nos comportamos así, ¿dónde queda la certeza jurídica? Claro está, a estos canchitos y a sus seguidores la certeza jurídica no les importa excepto cuando se trata de recibir sentencias favorables a sus peticiones por resarcimientos. Y el Embajador de los Estados Unidos, ¿será que piensa pronunciarse para defender los intereses de KappesCassiday & Associates, dueña de Progreso VII? La empresa tiene proyectos mineros en Bolivia, México, Perú y oficinas en Australia, México y los Estados Unidos.

Se van las zonas francas, cierran las mineras, seguro irán luego tras las malignas hidroeléctricas, ¿qué seguirá? La telefonía móvil, los proveedores de cable, los distribuidores de vehículos, quieren que volvamos a transportarnos en carretas jaladas por burros o caballos y nos mandemos mensajes con palomitas. ¿Qué quieren estos extranjeros? Porque es evidente, con este y otros ejemplos similares, que no quieren el progreso de nuestros indígenas. Del dicho al hecho existe un gran trecho, y a las pruebas evidentes me remito. Y me valen todos los insultos que me vengan de los que escondidos en el anonimato (a lo mejor son los mismos canchitos… podría ser) atacan a quienes como yo, denunciamos su parasitismo y su abuso.

Guatemala quiere DESARROLLO PROGRESO Y MODERNIDAD, y lucharemos por eso y por nuestra LIBERTAD nos cueste lo que nos cueste.

 

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