EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: El país se desarrolla en una agotadora lucha por generar cambios profundos en su estructura, para lograr un crecimiento que tanto falta hace a una sociedad que ha sucumbido ante la pobreza y la desesperanza para muchos, y que afecta de forma directa a los vulnerables que esperan se escuchen voces de cambios.
Esas reformas profundas, tienen que ver con la administración pública y debemos comprender que son necesarios e inevitables, pero ¿será que quienes tiene que ver con los cambios están dispuestos a hacerlo? y con esto renunciar a su comodidad que por demasiado tiempo los ha mantenido sin tener que el menor esfuerzo por generar nuevas propuestas.
Pareciera que desean seguir en una silla de oro que en la actualidad les da una postura de ser dueños de un país, que más que dueños necesita una relación de cooperación y terminar con el estigma de “cubeta de cangrejo”.
La propuesta de reformas al sector justicia, es una voz que se escucha como el silbido del viento, que puede convertirse en un huracán que podrá sin perder la esperanza arrancar un enquistado mal que afecta a la justicia, una sociedad sin este elemento es una sociedad sin paz de eso no hay duda. Dentro de estos cambios, rondan propuestas muy importantes de las que seguramente se verán afectados muchos corruptos, que buscaran luchar con uñas y dientes.
En ese sentido se escuchan propuestas sobre la ley de la carrera judicial, en donde se pretende transferir la administración de la Corte Suprema de Justicia a un ente autónomo y multidisciplinario, así como el fortalecimiento a la supervisión de tribunales, la selección de jueces y magistrados por concursos, públicos y abiertos.
En la ley de materia de antejuicios se espera con la reforma un procedimiento ágil y tener claro, que hacer en el caso de que se dicte el auto de procesamiento y la sentencia en la primera se suspende el ejerció del cargo y en la segunda se cese del cargo al funcionario. Otra ley que se menciona con cambios, es la ley en materia de amparos en la que se pretende entre otras cosas, evitar la interposición de esta acción de manera frívola.
Estos cambios solo por mencionar algunos seguramente, merecen toda la atención del caso pero estos cambios no pueden ir aislados, ya que deben de estar acompañados de una restructuración del sistema económico, y político pues es imprescindible cambiar las reglas de juego de la forma de recaudación tributaria, y la Ley electoral y Partidos Políticos, que como recordaremos no ataco los problemas de profundidad de la política en el país.
Y en ese aspecto recordemos que la atención se centra en la elección a diputados, que creo será la lucha mas titánica, debido a que esa cambiara de forma radical la forma en que los representantes tienen acceso a una curul de donde son capaces de crear y modificar leyes.
Creo que las reformas son en este momento histórico de Guatemala necesarias y que se tienen que dar desde una visión de nación y del bien común, no solo para el beneplácito de algunos pocos que por lo general son los mismos, esperamos reformas claras y con objetivos beneficios por el bien de Guatemala que lo necesita de urgencia, pero que deben ir acompañados de la ciudadanía, que debe exigir y volcarse a la Plaza de la Constitución nuevamente.
El país se desarrolla en una agotadora lucha por generar cambios profundos en su estructura, para lograr un crecimiento que tanto falta hace a una sociedad que ha sucumbido ante la pobreza y la desesperanza para muchos, y que afecta de forma directa a los vulnerables que esperan se escuchen voces de cambios.
Esas reformas profundas, tienen que ver con la administración pública y debemos comprender que son necesarios e inevitables, pero ¿será que quienes tiene que ver con los cambios están dispuestos a hacerlo? y con esto renunciar a su comodidad que por demasiado tiempo los ha mantenido sin tener que el menor esfuerzo por generar nuevas propuestas.
Pareciera que desean seguir en una silla de oro que en la actualidad les da una postura de ser dueños de un país, que más que dueños necesita una relación de cooperación y terminar con el estigma de “cubeta de cangrejo”.
La propuesta de reformas al sector justicia, es una voz que se escucha como el silbido del viento, que puede convertirse en un huracán que podrá sin perder la esperanza arrancar un enquistado mal que afecta a la justicia, una sociedad sin este elemento es una sociedad sin paz de eso no hay duda. Dentro de estos cambios, rondan propuestas muy importantes de las que seguramente se verán afectados muchos corruptos, que buscaran luchar con uñas y dientes.
En ese sentido se escuchan propuestas sobre la ley de la carrera judicial, en donde se pretende transferir la administración de la Corte Suprema de Justicia a un ente autónomo y multidisciplinario, así como el fortalecimiento a la supervisión de tribunales, la selección de jueces y magistrados por concursos, públicos y abiertos.
En la ley de materia de antejuicios se espera con la reforma un procedimiento ágil y tener claro, que hacer en el caso de que se dicte el auto de procesamiento y la sentencia en la primera se suspende el ejerció del cargo y en la segunda se cese del cargo al funcionario. Otra ley que se menciona con cambios, es la ley en materia de amparos en la que se pretende entre otras cosas, evitar la interposición de esta acción de manera frívola.
Estos cambios solo por mencionar algunos seguramente, merecen toda la atención del caso pero estos cambios no pueden ir aislados, ya que deben de estar acompañados de una restructuración del sistema económico, y político pues es imprescindible cambiar las reglas de juego de la forma de recaudación tributaria, y la Ley electoral y Partidos Políticos, que como recordaremos no ataco los problemas de profundidad de la política en el país.
Y en ese aspecto recordemos que la atención se centra en la elección a diputados, que creo será la lucha mas titánica, debido a que esa cambiara de forma radical la forma en que los representantes tienen acceso a una curul de donde son capaces de crear y modificar leyes.
Creo que las reformas son en este momento histórico de Guatemala necesarias y que se tienen que dar desde una visión de nación y del bien común, no solo para el beneplácito de algunos pocos que por lo general son los mismos, esperamos reformas claras y con objetivos beneficios por el bien de Guatemala que lo necesita de urgencia, pero que deben ir acompañados de la ciudadanía, que debe exigir y volcarse a la Plaza de la Constitución nuevamente.
